La violencia en el cine de Tarantino como recurso estético

Cualquier persona que tenga una mínima noción sobre el séptimo arte o que haya visto alguna de las películas que llevan la firma del director y guionista Quentin Tarantino, sabrá que éstas no son aptas para todos los públicos. Prácticamente la totalidad de los largometrajes en los que ha colaborado utilizan la violencia como un recurso para lograr captar la atención del público pero, ¿de qué manera?

La violencia es el uso de la fuerza para conseguir un fin, y es algo que en la vida real está condenado. No obstante, en gran parte de los productos culturales que consumimos está socialmente aceptado y ha llegado a generar una insensibilización tal entre los públicos, que a menudo puede pasar hasta desapercibida, a excepción de cuando se muestra de una forma demasiado explícita.

El tratamiento que se le hace a la violencia a lo largo de la historia del cine ha ido sufriendo una evolución y generalmente está vinculado al contexto sociocultural de cada época. No sujeto a ninguna censura, Tarantino aprovecha el carácter irreal y fantástico de sus obras para mostrar escenas llamativas a la vez que agresivas, pero cuidando hasta el más mínimo detalle la estética.

Lucha mostrada como arte en Kill Bill

Nadie podrá olvidar la escena de Kill Bill vol. 1, en la que la Novia o Mamba Negra, protagonizada por Uma Thurman, se enfunda en su traje amarillo para enfrentarse a O-Ren Ishii, para lo cual deberá derrotar a Gogo y a los asesinos que conforman el escuadrón de los 88 Maníacos. La sangre juega ahí un papel primordial a nivel visual, y el espectador se pierde entre el contraste del rojo con el amarillo, y entre la gracilidad de los movimientos de los combatientes que a veces parece que estuvieran en medio de una coreografía, a pesar de la crudeza de la escena.

Kill Bill de Tarantino

Fotograma de la película Kill Bill vol. 1

Rechazo ante la tortura en Reservoir Dogs

Sin ser una escena con tanta acción, es una de las más violentas de la película Reservoir Dogs: la parte en la que el Sr. Rubio tortura a un policía al que termina cortando la oreja. La tortura no es tan explícita ya que la parte más dura no nos la muestra, pero guiado por la banda sonora de Stuck In The Middle With You de los Stealers Wheel, hace que el espectador sienta la tensión manteniéndose en todo momento atento a todo lo que está a punto de suceder.

Reservoir Dogs de Tarantino

Fotograma de la película Reservoir Dogs

Banalización de la violencia en Pulp Fiction

Si bien en la película anterior el espectador puede llegar a sufrir por el personaje al que están torturando, en otras ocasiones lo que se produce es justo lo contrario. Tarantino consigue que el espectador empatice con quienes han cometido el crimen, al mezclar la violencia con lo cotidiano, aportando un toque de humor a la situación. En Pulp Fiction, Jules y Vincent trabajan para un narcotraficante pero sus conversaciones no dejan de ser las de dos personas normales. A pesar de que acaba de morir un hombre en el coche aunque sea por accidente, la banalización de la violencia y en este caso de la muerte es tal, que la expectación radica en cómo estos dos tipos van a poder solucionar el problema sin que les pille antes la policía.

Pulp Fiction de Tarantino

Fotograma de la película Pulp Fiction

Algo similar sucede en Jackie Brown, cuando Louis, Robert De Niro, mata a Melanie solo porque ella no podía estar callada. Es precisamente la poca importancia que los personajes dan a la vida humana lo que aumenta la comicidad de estas situaciones, surrealistas pero a la vez triviales.

Las películas de Tarantino están plagadas de ejemplos como éstos en los cuáles una violencia extrema, torturas, masacres o el deseo de venganza que mueve las acciones de los personajes se adhieren a la trama de la película de manera que el espectador termina dejándose llevar sin cuestionarse si desde el punto de vista moral está bien o está mal. Como ya ha mencionado Tarantino en varias declaraciones, la violencia es un recurso al servicio de la estética.

A diferencia de lo que sucede en la vida real, la violencia en la ficción puede resultar entretenida si su tratamiento es el adecuado, algo que Tarantino, al igual que otros cineastas, han demostrado en numerosas ocasiones. En las escenas violentas sean del tipo que sean, la selección de la música, los planos o las imágenes pueden variar notablemente, causando que el espectador se horrorice o disfrute a partes iguales por su contenido.

Sin entrar en el debate de la calidad de sus películas, no cabe duda de que Tarantino y violencia son dos palabras que suelen ir siempre de la mano. Bien con una katana, a balazos o a golpes, los personajes que aparecen en sus películas acaban sufriendo un destino cuanto menos sangriento; un pequeño precio que tienen que pagar para lograr enganchar al espectador.

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