Aragón lo tiene todo. Castillos, basílicas, monasterios, parques nacionales, estaciones de esquí, escarpadas cordilleras, pintorescas localidades y la más representativa arquitectura mudéjar invitan a planificar una visita turística por tierras aragonesas.
Zaragoza con sus impresionantes monumentos emblemáticos y su pasado imperial, parques naturales como el de Ordesa y Cañones del Guara en el pirineo oscense o el del Monasterio de Piedra en la comarca de Calatayud, las cinco portentosas estaciones de esquí del pirineo aragonés, la singular localidad de Alcañiz y la mudéjar Teruel con sus ricos patrimonios histórico-culturales son ejemplos, entre otros muchos, que hemos seleccionado en nuestro recorrido por Aragón.
Zaragoza, sus monumentos emblemáticos y su pasado imperial
Plaza del Pilar en Zaragoza – Imagen de Escarlati
Más de dos mil años de antigüedad la contemplan. La capital maña conserva el legado de romanos, musulmanes, judíos y cristianos que dejaron su impronta a lo largo y ancho de la ciudad, a pesar de que fue duramente castigada durante la Guerra de la Independencia.
En la Plaza del Pilar se ubican los grandes monumentos emblemáticos de la ciudad: la Basílica del Pilar con sus 11 cúpulas azulejadas, el Palacio de la Lonja de estilo gótico-plateresco, La Seo con una apasionante amalgama de estilos y el Palacio Episcopal.
Para contemplar el pasado imperial de la romana Caesaraugusta nada como vislumbrar las murallas, el foro, el puerto fluvial y las termas públicas. Mientras que el parque Metropolitano del Agua con grandes avenidas, fuentes, jardines acuáticos, playas fluviales y espaciosas zonas ajardinadas son herencia de la Expo’2008 que tuvo lugar en Zaragoza.
Parque natural del Monasterio de Piedra, un espectáculo sin parangón en la península
Río Piedra en el parque natural del Monasterio de Piedra – Imagen de Miriela Rodríguez
Ubicado en el término municipal de Nuévalos en la comarca de Calatayud, el paisaje que podemos admirar en el parque natural del Monasterio de Piedra, donde se ubica el conocido templo cisterciense, es sencillamente espectacular. Cascadas, saltos de agua y cavernas conforman un paisaje único en la península. Un ecosistema acuífero y kárstico con una increíble diversidad de flora y fauna.
La cascada conocida como Cola de Caballo con más de 50 metros de caída es la más espectacular de todas. La disolución de las calizas y sus sucesivas capas son el origen de estos saltos y chorreras. El parque natural se recorre por senderos debidamente señalizados a lo largo de más de 5 kilómetros de recorrido, pleno de una belleza singular.
Pirineo oscense, el paraíso para el montañismo y el esquí
Basa de la Mora en el Pirineo Aragonés – Imagen de Kom Bo
Sin duda la parte pirenaica oscense destaca por la elevadísima cordillera donde más de doscientos picos superan los 3.000 metros de altitud, sobresaliendo el Aneto y Monte Perdido y por sus estaciones invernales –Astún, Candanchú, Formigal, Cerler y Panticosa– que hace las delicias de los aficionados tanto al montañismo como al esquí con casi trescientas pistas esquiables y más de 42.000 plazas hoteleras.
Valles y frondosos bosques; parques naturales y reservas protegidas (cuyo mayor exponente son los de Ordesa y Cañores del Guara) ríos y barrancos, conforman un agraciado espectáculo natural y escarpada orografía salpicada de pueblos con encanto.
Torre de el Salvador en Teruel, de estilo mudéjar – Imagen de Tagarino
“Teruel existe” rezaba el slogan de un movimiento ciudadano que surgió en 1999 para la defensa de la provincia de Teruel, olvidada durante décadas por la administración central en cuanto a servicios e infraestructuras. Y vaya que existe. La ciudad turolense es la capital del mudéjar, gracias a la cantidad de musulmanes que a pesar de la reconquista se quedaron a vivir en pacífica convivencia con los cristianos, engalanando la urbe con sus construcciones mudéjares.
En el casco antiguo turolense se conservan cinco importante torres de este estilo adornadas con incrustaciones de cerámica de vivos colores. La catedral también tiene su huella mudéjar con su cimborrio azulejado. Mientras que en la iglesia de San Pedro yacen los cuerpos de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, los famosos amantes de Teruel.
Panorámica de Alcañiz con el castillo como protagonista . Imagen de Fqll
Una de las más lindas localidades de la comunidad autónoma de Aragón, la villa de Alcañiz, en la comarca del Bajo Aragón, cuenta con un fascinante conjunto histórico-artístico. Gótico, barroco, mudéjar y renacentista confluyen en la arquitectura urbana alcañizana.
De hecho el ayuntamiento amalgama los estilos mudéjar y renacentista y la lonja situada en la Plaza de España cuenta con unos destacados arcos góticos que adornan tan bello emplazamiento.
El castillo de Alcañiz y su torre del hiomenaje de estilo gótico, cuartel general de la Orden de Calatrava que le contemplan mil años de antigüedad, ha sido transformado en la actualidad como parador de turismo.
