Triana: la leyenda del rock andaluz
A mediados de los años 70 del pasado siglo, tres músicos andaluces formaron el grupo Triana. La fusión entre el rock progresivo y el flamenco creó un género musical único que triunfó entre la juventud española de la transición, marcando a toda una generación. La prematura muerte del líder del conjunto, Jesús de la Rosa, forjó el mito y convirtió a Triana en leyenda del rock andaluz y de la música española.
Triana estaba compuesta por Jesús de la Rosa (voz y teclados), Eduardo Rodríguez Rodway (guitarra y voz) y Juan José Palacios “Tele” (batería). En sus inicios el grupo contó con Dolores Montoya y Manuel Molina que dejaron la formación para crear otro conjunto mítico: Lole y Manuel.
El rock andaluz, y Triana como su máximo exponente, fusionó con especial brillantez el rock progresivo de bandas como Pink Floyd, The Doors, Caravan o Kig Crimson con un flamenco más evolucionado como el que hacían Paco de Lucía, Enrique Morente e incluso el mismísimo Camaron de la Isla. Jesús de la Rosa, alma mater de Triana, supo dotar a su música y a sus letras de lo mejor de ambos géneros y gracias a su especial sensibilidad creó canciones de gran belleza y emotividad.
Primera etapa de Triana
En esta etapa, probablemente la de mayor calidad, Triana sacó al mercado 3 discos. El primero, en 1975, llamado Triana (aunque todos sus seguidores le conocen con el nombre de El patio) contiene alguna de sus composiciones míticas. Abre la puerta, El Lago, Recuerdos de una noche (bulería rock increible) y Todo es de color. El patio es, con seguridad, el disco en el que la banda sevillana pone el listón en lo más alto del rock andaluz con una música original, fresca y llena de matices.
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En 1977, y ya con una mayor promoción por parte de la discográfica, lanzan Hijos del agobio. Este álbum nace en un momento clave de la historia de España, en los inicios de la democracia y en medio de una crisis que golpeará con una fuerza inusitada a la juventud española. El paro y las drogas se cebarán con una generación de jóvenes en la grandes ciudades, y el hastío y la marginalidad hacen su aparición. Este segundo disco es más pausado, más reinvindicativo en canciones como Rumor y menos aflamencado que el primero. Destaca una canción sencilla, tierna: Sr. Troncoso dedicada a un mendigo al que el grupo se encontraba todos los días antes de acudir al estudio de grabación.
Esta etapa inicial se cierra en 1979 con el álbum Sombra y luz. Sonidos experimentales, oscuros, Jesús de la Rosa parece atravesar momentos bucólicos y pesimistas en su alma de poeta. Quiero contarte es la canción que rompe esa tristeza y en la que parece existir aún la esperanza. Es en este año cuando Triana ya es un fenómeno de masas. Tres discos de platino entregados en un abarrotado Parque de Atracciones de Madrid convierten al grupo de Jesús de la Rosa en la mejor banda de rock española del momento.
Segunda etapa de Triana
En esta etapa Triana entra en una fase de crisis, provocada por el enorme éxito y la fama. Se convierte en un grupo intimista, triste, y su música deja la fuerza del rock y el flamenco para pasar a un pop sin alma.
En 1980 lanzan al mercado el LP Un encuentro. En este disco aparece una de las canciones más conocidas de Triana y que llegó al número 1 de las listas de éxitos: Tu frialdad. Versionada posteriormente por múltiples artistas, nadie como Jesús de la Rosa puede cantarla con tanta emoción y sensibilidad. Todo un clásico.
En 1983 lanzan Llegó el día, un trabajo desgraciadamente premonitorio, con unas letras cuidadas pero sin la frescura de sus anteriores discos. Para los admiradores de Triana este disco es el inicio del final, el trágico final que el destino depararía al genio sevillano.
Jesús de la Rosa: la muerte de un mito
El día 13 de octubre de 1983, a las seis de la tarde, el coche que conducía colisionó frontálmente en las proximidades de Burgos con una furgoneta que se salto un stop. Jesús de la Rosa venía de ofrecer un concierto benéfico por las inundaciones del País Vasco. Al día siguiente, después de varias intervenciones, fallecía el poeta de la calle Feria de Sevilla, el genio atormentado, la leyenda del rock andaluz.
Después de su muerte, Triana no tenía sentido. Salieron recopilatorios a modo de homenaje, e incluso el excelente batería “Tele” intentó sin éxito y con muchas críticas de los seguidores de Triana volver con el mismo nombre. No era posible, Triana era Jesús de la Rosa.
El último de la fila, El Barrio, Medina Azahara, Estopa, Joaquín Sabina y muchos artistas más se han declarado admiradores de él. Todos han confirmado que su música no sería tal si no fuera por la extraordinaria influencia que Jesús de la Rosa tuvo en ellos, destacando siempre su enorme calidad como poeta y persona.
Triana grupo legendario del rock andaluz, emblema de una generación de jóvenes que crecimos al son de su música y de sus letras.
Larga vida a Triana.
