Si estás pensando en portear a tu bebé, puedes quedarte bloqueada ante la cantidad de portabebés tan diferentes que hay en el mercado. ¿Cómo elegir el más adecuado? Aquí te damos las claves para comprar el modelo que más os conviene a tu bebé y a ti.
Resulta cada vez más frecuente encontrar a padres y madres usando un portabebés para transportar a sus hijos de un lado a otro. Mochilas, fulares, bandoleras, mei-tai… Existe tal variedad que si estás pensando en portear a tu hijo, seguramente no sepas por dónde empezar. En este artículo te ofrecemos un completo análisis para que puedas comprar el portabebés más adecuado.
Lo primero es valorar qué tipo de porteo vamos a llevar a cabo y conocer cuáles deben ser las características básicas de cualquier portabebés, tal como analizamos en el artículo Claves para comprar el mejor portabebés. Uno de los aspectos principales es que el portabebés elegido sea ergonómico, ya que garantizará un porteo respetuoso con la fisiología del bebé y también del portador.
También se puede optar por usar distintos portabebés, según el uso que se le vaya a dar en cada momento. En este artículo hemos escogido una selección de los portabebés ergonómicos más utilizados, siempre teniendo en cuenta su carácter ergonómico.
Fular portabebés: el sistema de porteo más respetuoso
El fular es el sistema que mejor se adapta a las necesidades del bebé. Se trata de un largo trozo de tela que, a través de una amplia variedad de nudos, permite ajustar al bebé en la posición deseada. Es el portabebés más respetuoso con la fisiología del bebé y también el más versátil, ya que se puede emplear en todas las posiciones. Sin embargo, es necesario aprender bien la técnica de anudado. No es difícil, pero es importante conseguir cierta práctica en la colocación del bebé para tener un porteo exitoso.
Hay fulares de distintos tipos. El fular elástico, que suele medir unos 5 metros, es más sencillo de utilizar, ya que permite el uso de preanudados (es decir, primero colocas el fular y luego introduces al bebé) y es también fácil de ajustar. Es apto para bebés desde recién nacidos, aunque no es aconsejable seguir utilizándolo más allá de los 9-12 meses.

Imagen by Suzanne Shahar
Por su parte, el fular tejido requiere cierta práctica y aprender bien la técnica de anudado. Existen diferentes medidas y puede utilizarse hasta con niños mayores de 4-5 años.
Como punto intermedio, encontramos el fular semielástico, que tampoco admite preanudados, pero puede utilizarse durante más tiempo que el elástico.
Por último, la opción más sencilla es la mochila-fular, un híbrido entre ambos sistemas, en la que el nudo ya está hecho y el portabebés se pone como una camiseta. No te pierdas nuestro análisis de la mochila fular Caboo, que aúna la versatilidad del fular y la fácil colocación de las mochilas.
Bandolera portabebés: cómoda y fácil de colocar

Imagen by Suzanne Shahar
La bandolera o sling resulta muy rápida de colocar, ya que se ajusta mediante unas anillas. El peso de este portabebés se reparte entre la espalda y un solo hombro. Aunque lo más habitual es usarla para llevar al bebé en la cadera, este portabebés puede utilizarse en otras posiciones (al frente erguido o tumbado y a la espalda), lo que permite su uso hasta con bebés recién nacidos.
Pouch: el portabebés más rápido de colocar
Muy parecido a la bandolera, pero sin anillas, lo que le convierte en el portabebés más rápido de colocar. Como la tela no es ajustable, es muy importante elegir bien la talla del pouch, ya que en caso de que sea más grande o más pequeña de lo necesario, el bebé puede ir poco sujeto o incómodo. Sólo puede utilizarse desde que el bebé es capaz de sujetar por sí mismo la cabeza, lo que suele suceder entre los 3-5 meses.
Mochila ergonómica: el portabebés favorito de muchos padres
La mochila es, sin duda, el portabebés más sencillo de utilizar y, por eso, la opción preferida de muchos padres. Resulta fácil de colocar y reparte bien el peso del bebé. Hay que fijarse bien que sean ergonómicas, ya que sólo este tipo de mochilas son respetuosas con la fisiología tanto del bebé como del portador. La posición correcta del bebé en estas mochilas es con la espalda formando una C y las piernas en forma de ranita, es decir, formando una M. El bebé no debe quedar demasiado bajo (deberías poder tocarle al agachar la cabeza) y debe permanecer bien pegado al cuerpo del portador. Se puede utilizar desde que el bebé es capaz de sujetar la cabeza, pero muchos modelos disponen de un adaptador para poder emplearlo desde recién nacidos. Aun así, no es conveniente abusar al principio de este sistema de porteo, ya que los bebés muy pequeños aún no están preparados para ir “sentados” y se trata de una postura forzada para ellos.
Si te interesa este sistema de porteo, puedes ver nuestra selección de mochilas ergonómicas.
Mei-tai: un único portabebés para distintos portadores
De origen oriental, el mei-tai es similar a la mochila, pero con tiras que se atan mediante nudos. Este portabebés permite distintas posiciones (delante, a la espalda y a la cadera) y, además, se adapta al tamaño de cada portador, de forma que podrán usarlo indistintamente el padre y la madre. Existen mei-tai evolutivos, que pueden usarse desde el nacimiento, pero la edad ideal para usar este sistema es a partir de los 6 meses.
Si estás interesado en conocer los beneficios del porteo, puedes echar un vistazo al artículo Beneficios del porteo: ¿qué ventajas tiene usar un portabebés?