
La ansiedad es una enfermedad psicológica muy extendida en nuestra sociedad. Debido a su amplio cuadro sintomático, pueden distinguirse distintos tipos de trastornos de ansiedad. Asimismo, no es raro que una misma persona pueda sufrir distintos tipos de ansiedad al mismo tiempo, o que pueda desarrollar otros trastornos.
La ansiedad es una sensación muy normal que todos sentimos alguna vez. Ya sea porque tenemos que tomar una gran decisión personal, o cuando tenemos que hacer un examen determinante para nuestro futuro. Cuando estamos frente a situaciones de estrés e incertidumbre, es muy común, e incluso saludable, que tengamos estas sensaciones. La ansiedad también nos sirve como un mecanismo de defensa que nos ayuda a adaptarnos y a responder ante situaciones de peligro o de alarma.
Sin embargo, el trastorno aparece cuando hay varios síntomas ansiosos que nos producen angustia y que no nos dejan llevar una vida normal. Cuando la ansiedad nos impide llevar a cabo nuestra rutina diaria y nos imposibilita avanzar como de costumbre, es cuando algo no va bien. Especialmente, si no hay razón aparente para que nos sintamos angustiados y asustados, o bien si el nivel de ansiedad que sentimos ante un suceso normal es desproporcionado en comparación al peligro real.
Hoy por hoy podemos encontrar distintos tipos de trastornos de ansiedad, ya que hay muchas diferencias entre cada una de estas clasificaciones. Esta clasificación se va cambiando progresivamente, ya que el estudio de la mente todavía está en progreso.
¿Cuáles son los tipos de ansiedad actuales?
Actualmente, podemos encontrar estos tipos de ansiedad siguiendo el capítulo 5 de la décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Aunque esta clasificación no difiere demasiado del también conocido Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V), editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. En este artículo mencionaremos todos los tipos que se ven recogidos en ambas listas.
La OMS está desarrollando la undécima revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11), cuya publicación no se sabe aún cuando se llevará a cabo.
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1) Trastorno de ansiedad por separación
Estos tipos de ansiedad pueden ocurrir en cualquier etapa de nuestra vida, aunque es más común en niños y adolescentes, y de hecho, antes sólo se diagnosticaban en estas etapas. Por eso, hasta la última edición del DSM-V no estaba incluido esta categoría de ansiedad. Se define como un persistente miedo y angustia que aparece al tener que separarse físicamente de las personas por las que se siente más apego. Destaca de las situaciones normales debido a que la ansiedad que se siente es tan extrema que afecta a la funcionalidad habitual de quien la padece.

Ansiedad con agorafobia – imagen by TheDigitalArtist
2) Agorafobia
La agorafobia es el miedo a sufrir un ataque de pánico en lugares en los que parece que será difícil y embarazoso escapar o bien recibir ayuda. No se limita a los espacios cerrados, sino que abarca espacios cerrados, abiertos, con mucha o poca gente. También puede darse cuando se llevan a cabo tareas habituales como hacer cola o salir solo de casa. Las personas que sufren este tipo de ansiedad evitan activamente encontrarse en estas situaciones. Ya que las crisis de pánico que sufren son repetidas y se ven acompañadas por el temor a sufrir más crisis. Además, suelen tener la preocupación por las consecuencias que podrían sufrir con estas crisis, como volverse locos, tener un infarto, y especialmente, perder el control.
3) Trastorno de ansiedad social o fobia social
En esta clase de ansiedad, la angustia se produce cuando la persona que la sufre está en una situación social en la que se ve expuesto a personas desconocidas. También puede darse en presencia de personas conocidas con las que no mantiene una relación tan cercana. En estas situaciones, la persona afectada teme mostrar síntomas de ansiedad o de nervios, como los temblores o exceso de sudoración. La anticipación ansiosa y el malestar que se siente en estas ocasiones suele llevar a que la persona con este trastorno trate de evitar estas situaciones al máximo, lo que interfiere en su rutina normal.
4) Fobia específica

Causas por las que podemos sentir miedo – imagen by Johnhain
Las fobias específicas son los tipos de ansiedad que aparecen cuando el miedo se limita a estímulos concretos. Por ejemplo, tener miedo a los aviones o bien a los bichos. Cuando se ven expuestas al elemento temido, las personas afectadas por este tipo de trastorno reaccionan con un pavor intenso. Intentan escapar o bien llevar a cabo conductas que consideran protectoras frente a su miedo. Este tipo de ansiedad empieza a manifestarse antes de que las personas afectadas se encuentren con lo que les asusta, por lo que tratan de evitar esos estímulos a toda costa.
5) Trastorno de ansiedad generalizada
Este es el tipo de ansiedad más común y que afecta a más personas. Se produce cuando la persona afectada siente una intensa preocupación y un permanente estado de nervios en múltiples áreas de su vida. La persona que sufre este tipo de ansiedad tiene dificultades para poder controlar sus pensamientos, que normalmente son catastróficos, y además amplía su foco de preocupaciones y las amplifica. El estado de nervios constante afectan a la persona, y hace que se sienta atrapado en una espiral de negatividad de la que no puede escapar.
6) Trastorno de angustia o de pánico
Esta clase de trastornos es uno de los más debilitantes. Ya que consiste en la aparición súbita y repentina de un miedo muy intenso en el que la persona afectada tiene los síntomas de una ataque de pánico. Estas crisis de pánico son recurrentes y aunque algunas de ellas son inesperadas, otras son producidas por el propio miedo a tener miedo. Asimismo, este trastorno provoca síntomas físicos que pueden derivar en preocupaciones intensas de estar sufriendo algún problema médico no diagnosticado.
7) Trastorno de ansiedad inducido por sustancias o medicamentos
En estos tipos de ansiedad, hay evidencias clínicas que afirman que los síntomas de la ansiedad han empezado a producirse poco después de empezar a tomar algún medicamento en concreto. También se aplican los casos en los que la ansiedad aparece o bien durante o bien después de una intoxicación o periodo de abstinencia de una sustancia.
8) Trastorno de ansiedad debido a otra enfermedad médica
Esta categoría contempla todos los síntomas de ansiedad y angustia que se producen debidos a otras enfermedades médicas que sufra la persona afectada.

Ansiedad y depresión – imagen by TheDigitalArtist
9) Trastorno mixto de ansiedad-depresión
Se utiliza este tipo de trastorno cuando la persona sufre de ansiedad y depresión por igual, sin que los síntomas de una enfermedad predominen por encima de la otra. Asimismo, los síntomas de ninguno de los dos trastornos tienen la suficiente intensidad para que se pueda efectuar un diagnóstico por separado de una de las patologías.
10) Otros trastornos mixtos de ansiedad
En este caso, se considera que una persona sufre un trastorno mixto de ansiedad cuando presenta síntomas de la ansiedad generalizada juntamente con las características de otros trastornos. Igual que en el caso anterior, no se considera que rasgos sean suficientemente graves como para que sea justificable un diagnóstico por separado.
11) Otros trastornos de ansiedad especificados y no especificados
En estos tipos de ansiedad se incluyen aquellos trastornos cuyos síntomas son significativos pero que no llegan a cumplir todos los criterios expuestos anteriormente. En algunos casos puede detallarse qué criterio no se cumple, por lo que sería trastorno de ansiedad especificada. O por el contrario, puede no conocerse la razón debido a la falta de información, por lo que sería no especificada.
12) Mutismo selectivo
Este es otro de los tipos de ansiedad que está catalogado en el CIE-10, y que se prevé que estará incluido en el CIE-11. Esta ansiedad está exclusivamente reservada para los niños. Se produce cuando el niño presenta dificultades o incapacidad para hablar en determinados ámbitos sociales. Desarrollan otras formas de comunicación en público o rodeados de personas que no son cercanas a su familia. Como por ejemplo, los gestos y asentimientos con la cabeza. Aparece en los primeros años de vida, especialmente cuando el niño empieza a ir a la escuela y a relacionarse. Para diagnosticar este trastorno, los síntomas deben producirse durante un tiempo mínimo de un mes, exceptuando si es el primer mes de la escuela.
