Portada de la novela “El león dormido”, de Marian Izaguirre

Marián Izaguirre reflexiona sobre el desamparo y la necesidad afectiva en el contexto de la Guerra del Rif, en “El león dormido”, uno de sus primeros trabajos.

“Ha pasado el tiempo, ha cambiado el mundo, pero en el fondo de mi ser sigo siendo esa pequeña mestiza a la que vendieron en un burdel de Melilla por un fajo de billetes sucios”.

Novelas de gran entidad como “Los pasos que nos separan” y “La vida cuando era nuestra” han consagrado a la escritora y filóloga bilbaína Marián Izaguirre. Ahora, Lumen reedita “El león dormido”, que ya obtuvo buenas críticas cuando apareció por primera vez en 2004 .

Lumen saca a la venta “El león dormido” en edición en tapa dura, de 408 páginas, al precio de 18,90€. También está disponible en versión electrónica, por 9,49€.

Sinopsis de “El león dormido”, prisionera de guerra

“El león dormido”.

Pablo Ferrer, periodista casi acabado que sufre una crisis personal, tras romper con la mujer de su vida y alejarse de su hija adolescente, acepta un trabajo que no le apetece especialmente. Deberá mantener una entrevista con Lucía Osman, octogenaria mestiza afincada en Madrid. Ésta afirma que tiene datos nunca divulgados sobre el Desastre de Annual.

Lucía le cuenta al periodista todo su periplo vital, desde que siendo una niña, a principios del siglo XX, fue vendida a un prostíbulo en Melilla por su propio padre. Cuando se desencadena la Guerra del Rif, la capturan los rifeños, que la someten a todo tipo de privaciones y horrores. Acaba condenada a la esclavitud de una mina. Por culpa de esta circunstancia perderá el contacto con Gerald Hoolbrooke, un fotógrafo del que se enamoró porque supo ver más allá de su desgraciada vida.

Crítica de “El león dormido”, crónica histórica de primera

Marián Izaguirre.

El libro ha sido conveniente revisado por la autora para la reedición. Quizás no es tan redondo como alguno de sus últimos trabajos, y atraviesa bajones de ritmo puntuales por culpa de algunas sobredosis de datos, pero no está ni mucho menos exento de interés.

Parece disertar en todo momento sobre el desamparo, y la necesidad de conservar los vínculos afectivos en los momentos más duros, aunque sea con una única persona. En este caso la protagonista se mantiene viva gracias al recuerdo del hombre de su vida. En “El león dormido”, la autora realiza además una exhaustiva crónica de la Guerra del Rif y la dolorosa derrota española en Annual, lo que hace el libro interesante, sobre todo para quienes desconozcan en gran medida este período histórico.

Engancha a la lectura sin recurrir a trucos folletinescos, y manteniendo un estilo sobrio, incluso en pasajes donde podría haber caído en sensiblería barata. Sobresale su prodigiosa construcción de los personajes centrales, ambos con problemas de soledad, pues se trata de una mestiza que ha tenido una vida terrible, y un periodista que acaba de separarse y siente que se le escapa el amor de su hija.