Tras la gran acogida de “El color de las mareas“, hace ya un año, Mikel Alvira vuelve al panorama literario con “Yo fui Gilles Nabarre“, su nueva novela. Una fantástica historia de aventuras en la que no falta el amor. El amor hacia una mujer, sí, pero también el amor hacia el mar o hacia Literal, el barco que ha heredado Gilles Nabarre, el gran protagonista. Sin duda, una lectura muy recomendada para este verano.

**Ficha técnica de “Yo fui Gilles Nabarre“**

Yo fui Gilles Nabarre, la nueva novela de Mikel Alvira – image vía txertoa.eus

Autor: Mikel Alvira
Editorial: Txertoa
Género: Narrativa, novela de aventuras
Longitud: 458 páginas
Fecha de publicación: 2 de mayo de 2019
Formato: versión digital y versión impresa
ISBN: 978-84-7148-626-4

Argumento de esta nueva novela del autor

Es mediados del siglo XX. Más concretamente el año 1945. Gilles Nabarre, que vive en Capbreton, es un jovencísimo muchacho que se ha quedado solo en la vida. Ha perdido a su padre en una trinchera y a su madre luchando en la Resistencia. Sus días transcurren de aquí para allá, charlando con sus amigos, yendo, de vez en cuando, al colegio y paseándose por el puerto. Y es que es aquí donde se siente bien, porque allí es donde se encuentra Literal, el barco que ha heredado de su padre y que será para él un referente sólido en medio de la orfandad. Y es este el que le marcará su niñez, moldeará su carácter y se convertirá, además, en su gran aliado para tener nuevas y sorprendentes opciones en el futuro.

El día menos pensado contactan con él y lo citan para mantener una breve reunión para hacerle una interesante propuesta. Tras aceptarla, Gilles se encarga de repetir la gesta de los soldados británicos que remontaron el Garona en canoa para sabotear la base de submarinos fascista de Burdeos. Y a partir de ese momento se le abren nuevos y grandes horizontes, pues colaborará con el prestigioso National Geographic; navegará hasta Dinamarca, donde conocerá a Marie, con quien construirá una honesta y subyugante historia de pareja; descubrirá el Bilbao de los años sesenta y cruzará, viendo cómo se desmorona su mundo y surge uno nuevo, la frontera invisible del mar.

Mikel Alvira presenta El color de las mareas

Mikel Alvira, autor de El color de las mareas – image vía Twitter.com

Sobre el autor: Mikel Alvira

Nacido en Pamplona, en 1969, es un autor a quien su inquietud creativa le ha llevado a trabajar en muy diversos ámbitos, desde las artes plásticas hasta el cine, disciplinas en las que ha realizado exitosas incursiones. Pero ante todo y sobre todo es escritor. Confiesa que no sabe estar sin escribir, ya sea narrativa, poesía o ensayo. Con “El silencio de las hayas” (2009) despegó su fecunda carrera de autor, que incluye títulos como “Llegará la lluvia” (2011) o “El color de las mareas” (2018). Con “Yo fui Gilles Nabarre” da una vuelta de tuerca a su narrativa, demostrando de nuevo ser un gran contador de historias.

Opinión sobre esta fascinante historia que Mikel Alvira ha escrito

Osho, el líder de un movimiento espiritual de origen indio decía que “según algunas leyendas, el mar es la morada de todo lo que hemos perdido, de todo lo que no hemos tenido, de los deseos frustrados, de los dolores, de las lágrimas que hemos derramado“. Sin embargo, en mi humilde opinión, el mar es, en el caso de Gilles Nabarre, más bien como una especie de refugio, muy en la línea de lo que significaba para Rainer Maria rilke, uno de los poetas más importantes de Alemania, que aseguraba que “cuando hay pensamientos ansiosos, inquietos y malos, el mar los ahoga, los manda lejos con sus grandes sonidos anchos, los purifica con su ruido e impone un ritmo sobre todo lo que para el protagonista es desorientado y confundido“.

Sí, estimado lector, así es como empiezo esta opinión personal. Y es que creo que esas dos frases adquieren un significado especial en esta nueva novela que Mikel Alvira ha escrito. Gilles es el gran protagonista de esta fascinante historia de aventuras, pero el mar es el gran escenario, el lugar en el que se enmarca y desarrolla gran parte de esta ficción. Como decía antes, el refugio al que acude el gurja de Aquitania, que así es como lo conocen en su Capbreton natal y en otros lugares, cada vez que le surge algo, cuando necesita escapar de sus preocupaciones, de las pérdidas o de las tristezas y allí ahoga sus penas, navegando a bordo de Literal. Pero también es ese mar el que, en cierta manera, le regala esperanza, nuevas oportunidades, o cierta fama y, por supuesto, algo impagable como es el amor. Sí, porque tal es la pasión que siente el gurja por el mar que este, en un momento determinado, a través de su fuerza y de las olas, le empuja a descubrir nuevos destinos y arribar a Dinamarca, donde conocerá a Marie, a esa mujer que lo es todo para él.

“Yo fui Gilles Nabarre” es una fantástica novela que te adentra enseguida en la historia y en la que los pequeños detalles (cuidada ambientación histórica, datos y conceptos de navegación, pequeñas curiosidades…) que son numerosos, la engrandecen y la convierten en cautivadora. Con un arranque fuerte, la ficción nos mantiene en vilo constantemente y consigue hacernos sufrir con los infortunios de Nabarre, pero también hace que disfrutemos de las cosas buenas que le van ocurriendo.

Escrita con gran agilidad y precisión, el autor vuelve a demostrarnos por qué es un gran contador de historias. Dividida en tres partes y estas a su vez en varios capítulos (cortos, algunos de ellos de media página) nos relata de forma magistral la vida del protagonista desde que apenas era un chiquillo huérfano hasta que se convierte en un hombre hecho y derecho y que, como tal, ha vivido de todo: algunos buenos momentos (desde la oportunidad que le se presenta de remontar el Garona en canoa, hasta conocer el amor de verdad, pasando por ser colaborador de National Geographic, escribir para Paris-Match o cobrar las ingestas sumas de dinero por los encargos que recibe), pero también los grandes varapalos, miedos, pérdidas y el dolor con los que la vida nos sorprende.

En esta ocasión, Mikel ha experimentado un poco con el estilo narrativo y a pesar de que encontrarás diálogos, porque existen, no aparecerán precedidos de los característicos guiones, como es lo habitual. He de confesarte, estimado lector, que al principio me ha costado un poco acostumbrarme a ello (soy de la vieja escuela), pero conforme he ido avanzando en la lectura me he habituado sin problemas y seguro que a ti te ocurrirá lo mismo.

¿Qué decir en cuanto a los personajes? Pues que están realmente bien perfilados, cada uno a su manera. Que cada cual llega a calar hondo en el lector a través de sus formas de ver la vida, de actuar o de reflexionar y Mikel Alvira, sabedor de la importancia de estos aspectos, logra que empaticemos a la perfección con ellos y los veamos como personales reales, cercanas, como podríamos ser cualquiera de nosotros. Una característica, por otra parte, habitual en el autor.

Ahora, antes de finalizar esta reseña, y haciendo un pequeño guiño al extracto de la LIBRETA-8 del protagonista, te revelaré que “Yo fui Gilles Nabarre“, ha pasado, como pasa la vida del protagonista. Me he movido entre sus páginas, las he leído con gusto, me he dejado arrastrar de un capítulo a otro, y he seguido disfrutando, aprendiendo y reflexionando sobre algunos pasajes que en ella van apareciendo. Y la lectura me ha seguido absorbiendo y empujando a que continúe, párrafo tras párrafo, sin prisa pero sin pausa. Y ha pasado, sí, para cuando me he dado cuenta, se me ha ido. Ha llegado a su fin.

He sido feliz con esta lectura. Muy feliz y me ha gustado mucho. Por eso, he decidido que siga los mismos pasos que “La novela de Rebeca” o “El color de las mareas“, y la he incluido entre las 9 lecturas recomendadas para este verano 2019. ¡Dale una oportunidad y déjate embarcar en esta aventura!

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