Novena entrega de la serie de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro. Reseña de “Lejos del corazón”, de Lorenzo Silva.

Portada de la novela.

“Yo había estado ahí, donde ahora estaba él, una fría mañana de casi treinta años atrás, formando y dispuesto a jurar una bandera en la que creía como en cualquier otra: más bien poco, o en todo caso menos que la mayoría de mis compañeros. Me pregunté de pronto si mi hijo afrontaba aquello como lo había hecho yo en su día, como una formalidad y con alguna mala conciencia de escéptico infiltrado en la asamblea de los creyentes; o si en los meses pasados en la academia, o gracias a alguna experiencia anterior de la que no me había informado, había encontrado la fe necesaria para hacerlo de otro modo”.

Cada dos años –al menos en los últimos tiempos–, Lorenzo Silva publica una nueva entrega de la saga de Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, alternándola con una obra ajena a la saga. Tras “Los cuerpos extraños”, de 2017 (y con el paréntesis de la ajena a la serie “Recordarán tu nombre”, el autor saca al mercado la novena entrega (decimoprimera si se cuentan los dos libros de relatos.

Destino publica “Lejos del corazón”, en edición en tapa blanda, de 384 páginas, que sale a la venta al precio de 18,05€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 9,49€.

Amazon España:

Amazon Reino Unido: -

Amazon Estados Unidos: -

Sinopsis de “Lejos del corazón”, un caso en el sur

La trama comienza cuando el ya subteniente Rubén Bevilacqua acude a la jura de bandera de su hijo, que ha seguido sus pasos, uniéndose a la Guardia Civil. Tras felicitar a éste, recibe una llamada de la sargento primero Chamorro, su compañera habitual. Ésta le indica que les han asignado resolver en Algeciras un nuevo caso. En concreto se trata del secuestro de Crístofer González, informático de 25 años. Su familia ha tardado dos días en recurrir a las autoridades, hasta que habiendo pagado 120.000 euros, justo la cantidad que guardaba la víctima bajo la cama, se ha decidido poner la denuncia, al no haber tenido ninguna noticia sobre él.

Chamorro pasará a recoger a Bevilacqua, para desplazarse juntos al lugar de los hechos. Allí, el veterano oficial se reencuentra con el capitán Leandro Álamo, viejo compañero de los traumáticos días en los que estuvo destinado al País Vasco, en pleno auge de ETA. Durante las pesquisas (denominadas Operación Superman, porque el desaparecido se llama Crístofer, lo que recuerda al actor Christopher Reeve), todo indica que el joven –que tiene antecedentes delictivos– ha usado sus conocimientos tecnológicos para blanqueo de dinero, lo que le ha llevado a mezclarse con turbios personajes…

Crítica de “Lejos del corazón”, al nivel habitual

El título alude a una canción italiana, que a su vez recoge un refrán que reza “Lejos del corazón, lejos de los ojos”, la versión de aquel país de “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Hace referencia a que los delincuentes telemáticos operan a distancia, sin conocer a sus víctimas, por lo que se sienten menos culpables.

Sigue siendo una delicia la saga, en primer lugar por estar narrada en primera persona por el propio Bevilacqua, aportando su descreída y cínica visión de la sociedad, aunque no le falta algo de humor. Por eso, desde el principio, los habituales se encontrarán en territorio cómodo, si bien el libro puede ser leído sin problemas por quienes no conozcan las predecesoras. El personaje ha ido evolucionando hasta hacerse una especie de veterano de vuelta de todo pero sereno, y se ha estabilizado su relación con su pareja profesional, la antes contrapuesta Chamorro, que ahora le tiene como confidente (tras los sucesos de la anterior entrega).

“Lejos del corazón” mantiene un ritmo frenético por la suficiente cantidad de giros y acción. Importa poco que incorpore pocas novedades, ya que ofrece exactamente lo que se espera, o sea una historia bien documentada, que escarba en el lado oscuro de la sociedad actual, al que permanentemente está enfrentado el protagonista, ya sea en forma de etarras, o de narcotraficantes. Advierte de que cualquiera que no esté muy centrado puede sufrir la tentación de ceder, y corromperse, sobre todo cuando se le pone el dinero a corta distancia.

El texto se centra en los jóvenes actuales, y su habilidad innata para aprovechar las nuevas tecnologías. Pero sobre todo describe un turbio panorama de la zona del Estrecho de Gibraltar, donde los agentes de la ley no dan abasto a la hora de detener las actividades de quienes transportan drogas en potentes lanchas. Resulta difícil que quienes estén alrededor no se planteen en lugar de trabajar buscarse formas fáciles de ganar dinero.

Todo el volumen parece una reivindicación de que se dote de un mayor presupuesto a la Guardia Civil de la zona.