“La última confidencia del escritor Hugo Mendoza”, del valenciano Joaquín Camps, tiene todos los ingredientes para convertirse en un título mayoritario.
Sin experiencia literaria previa, el profesor universitario Joaquín Camps publica el libro sorpresa del año, “La última confidencia del escritor Hugo Mendoza”. Pocos debutantes han tenido unos ecos tan buenos y unas críticas tan positivas desde el primer momento; quizás habría que retrotraerse a María Dueñas y su “El tiempo entre costuras”, que también sorprendía agradablemente, aunque su estilo de escritura tiene algo de “La sombra del viento”, cuyo autor, Carlos Ruiz Zafón sacó varios libros antes de consagrarse.
Quizás estos buenos ecos provoquen que algún sector de la crítica aborde a partir de ahora el libro con cierto escepticismo y una postura estilo “no será para tanto”. Pero…
Planeta edita “La última confidencia del escritor Hugo Mendoza” en edición en tapa dura, de 798 páginas, que sale a la venta al precio de 20,90€. También está disponible en libro electrónico por 9,49€.
Sinopsis de “La última confidencia del escritor Hugo Mendoza”, el encargo del profesor
En el Pacífico Sur, el patrón del Bamba, una pequeña embarcación, descubre otro barco a la deriva con un único tripulante enfermo. Tomará una decisión arriesgada…
Por otro lado, Víctor Vega, profesor ayudante en la Facultad de Filología de la Universidad de Valencia, acude a probar un caro Aston Martin, dando a entender al vendedor que se trata de un hombre adinerado. De esta forma, intenta olvidar por un instante la presión por una deuda de juego y una denuncia por violación. Máximo experto en la figura del fallecido escritor Hugo Mendoza, su viuda se pone en contacto con él para encargarle que investigue unos extraños manuscritos que recibe cada tres de diciembre, supuestamente escritos por su marido, que se publican como si los hubiera dejado archivados antes de su defunción.
En sus pesquisas, Vega contará con la ayuda de varias mujeres, como la experta en matemáticas Paloma, la monja de clausura y genio informático Santa Tecla, y la alocada Beatriz, cuñada de Hugo Mendoza.
Crítica de “La última confidencia del escritor Hugo Mendoza”, el placer de la lectura
“Algo tiene el agua cuando la bendicen”, explica el dicho popular, muy apropiado para este caso. Lo cierto es que aún advertido de que “La última confidencia del escritor Hugo Mendoza” guarda más de una sorpresa, sus giros funcionan a la perfección. En un tiempo récord, el lector ya está atrapado por los personajes, especialmente por el protagonista, un vividor, cabezón, pero culto, con un toque de aventurero a lo Indiana Jones que realmente es todo un hallazgo. Se le puede sacar más tajada (deja con ganas de más). El espectador conecta con él inevitablemente desde la presentación, quizás porque a pesar de sus imperfecciones tiene un gran toque de humanidad y rasgos nobles como el amor por su hija. Le van a la zaga los secundarios, como Santa Tecla (la más original), Beatriz (un tanto enigmática) o Paloma (la más ordinaria), descritas con la suficiente profundidad como para darles tres dimensiones.
¿Son estos todos los secretos que encierra este libro? Quizás se puedan considerar los más importantes, pero tiene mucho más. Aunque al principio pueda parecer que a pesar de la calidad de la trama y una estructura muy bien hilada, se trata de un libro intrascendente, tiene de fondo varios temas que hacen reflexionar al lector sin caer nunca en la pedantería. Pasa por diversos asuntos, aunque especialmente indaga en la lectura, y todo lo que la rodea, como los autores, el proceso creativo y los agentes literarios.
No parece ni de lejos una ópera prima, pues por ejemplo nunca ofrece la sensación de que sobre nada (a pesar de su larga extensión, pues casi llega a las 800 páginas). Aunque se podría definir como thriller, navega con soltura entre diversos géneros, lo que siempre resulta muy arriesgado, y aunque no parece que aporte nada nuevo, lo cierto es que el conjunto ofrece siempre la sensación de enorme frescura.