Portada del libro de Rosa Montero “El peso del corazón”

Ya se puede clamar a los cuatro vientos aquéllo de “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais”, como por ejemplo, una consagrada autora española que ha desarrollado una serie basada en la película de culto por excelencia. La madrileña Rosa Montero recupera a la detective tecnohumana Bruna Husy en “El peso del corazón” su segunda incursión en el terreno de la ciencia ficción.

Después de una larga carrera literaria en la que había probado fortuna muy ocasionalmente con el fantástico (en “Temblor”), Rosa Montero se atrevió a debutar en la ciencia ficción con “Lágrimas en la lluvia”, cuyo título dejaba claro que se trataba de un homenaje a la película “Blade Runner”, a su vez inspirada muy libremente en el libro de Philip K. Dick “Sueñan los androides con ovejas eléctricas”. Tenía como protagonista a Bruna Husky, una tecnohumana (equivalente a los replicantes) de combate fuera de servicio que investigaba un múltiple asesinato en el Madrid del año 2109. El libro giraba sobre los mismos temas que el film de Ridley Scott, como la muerte y la búsqueda de la identidad.

Ahora, la escritora recupera a la investigadora Husky en “El peso del corazón”, donde se enfrenta a nuevas complicaciones.

Sinopsis de “El peso del corazón”, corrupción a gran escala

“El peso del corazón”.

Contratada esta vez para resolver un caso que parece sencillo, el robo de un diamante, la detective Bruna Husky da con una compleja trama de corrupción internacional que le supera. Según todos los indicios, puede dar al traste con el frágil equilibrio entre la Tierra y la dictadura religiosa de Reino de Labari, ahí es nada.

En su periplo, Husky se hará cargo de una niña rusa al borde de la muerte tras haber estado expuesta a la radioactividad.

Crítica de “El peso del corazón”, las preocupaciones del futuro

Rosa Montero.

Como su predecesora, gustará más a los profanos en literatura de ciencia ficción que a los incondicionales del género, pues a lo largo de sus páginas abusa de conceptos como las dictaduras religiosas, la privatización del aire, avances tecnológicos como la teletransportación, etc., sobreexplotados, y tratados con mayor base en otras ocasiones. En cualquier caso, la autora sólo utiliza estos elementos como transfondo, y se enmarca mucho más en los cánones de la novela negra, que domina a la perfección. Como en los mejores exponentes de este tipo de literatura, la trama criminal acaba siendo una excusa para indagar en problemas fácilmente reconocibles por el lector como los abusos de poder, el machismo, y la segregación social.

De nuevo, la autora de “La hija del caníbal” hace gala de su estilo espontáneo, natural y fluido, lo que contribuye a hacer creíble el mundo fantástico que describe. Aprovecha la fuerza de su personaje central, ya intuida en el título anterior, pues se trata de una potente robot en apariencia una mujer musculosa de cráneo rasurado que contagia al lector su agobio por lo efímero de la existencia, ya que le faltan poco menos de cuatro años para que acaben sus diez años de obsolescencia programada, y el tiempo transcurre para ella (al igual que para todos los demás) demasiado rápidamente. En breve, a la autora le ofrecerán casi seguro ofertas para llevar al cine o a la televisión a su Bruna Husky.

La novela tiene una única pega que no enturbia sus hallazgos: juega en su contra la mascota alienígena parlanchín Bartolo, que con su humor simplón recuerda a casos fatídicos como el Jar Jar Binks, de “La amenaza fantasma”, de infausto recuerdo.

“El peso del corazón” ha sido publicada por Seix Barral, en edición en tapa blanda de 400 páginas, que sale a la venta al precio de 19€. También está disponible en versión electrónica por 12,34€.