Reseña de “El olor de los días felices”, de Marta Gracia Pons

Tras “Agujas de papel“, Marta Gracia Pons publica “El olor de los días felices“, su segunda novela. Una ficción interesante e inspiradora, de principios del siglo XX, en la que la belleza, las ganas de seguir aprendiendo y evolucionando profesionalmente en un mundo un tanto desconocido como era la publicidad y la incesante búsqueda de respuestas a una serie de cuestiones que van surgiendo son las grandes protagonistas.

Ficha técnica de “El olor de los días felices

Reseña de "El olor de los días felices"

“El olor de los días felices”, la nueva novela de Marta Gracia Pons – image vía Amazon.es

  • Autora: Marta Gracia Pons
  • Editorial: Maeva
  • Género: Narrativa, novela contemporánea
  • Longitud: 424 páginas
  • Año de publicación: abril de 2019
  • Formato: versión digital y versión impresa
  • ISBN: 978-84-17708-16-0

Argumento de “El olor de los días felices

Es verano de 1928, y Anna Expósito es una muchacha de 17 años. Cuando apenas tenía unos días de vida fue entregada en la Casa de la Misericordia y allí ha permanecido hasta ahora bajo la protección de sor Julia. Ha sido educada allí y se encarga, junto a la religiosa, de la lavandería. Entre frotar y lavar, planchar y coser pasan sus días. Pero, debido a su edad, en breve debería tomar una decisión: o bien tomar los hábitos o ponerse a trabajar en una casa de bien, como sirvienta, que es para lo que la han educado en el orfanato. Sin embargo, ella no es como las demás. Le encanta el cine, las revistas femeninas, la cosmética y leer. Acude a la biblioteca con regularidad, y cada vez que puede, y está al tanto de todos los cursos que allí se imparten. Pero además es independiente, muy independiente. Por esa razón no aspira a ser criada o lavandera, como le han sugerido una y otra vez, sino que quiere hacer otras cosas, explorar otras opciones y cree que trabajar en una droguería como dependienta puede ser una buena opción. Y allí es donde empieza a forjarse profesionalmente y a conocer, más de cerca, el arte de la persuasión.  Fascinada por ese mundo y por todo lo que puede dar de sí, decide ponerse a estudiar un curso sobre las diferentes técnicas que existen y coquetea con perseguir unas ideas que, a priori, se antojan imposibles.

Por casualidades de la vida (ya se sabe que las casualidades existen), y cuando menos se lo espera, descubre la fotografía de una mujer que bien podría ser su madre. Es más, tanto ella como sus amigos coinciden en el innegable parecido físico de ambas. Y eso hace que no se lo piense más y decida emprender la búsqueda de aquella mujer que la abandonó cuando apenas tenía unas pocas horas de vida. Son varias las preguntas que surgen, una y otra vez, en su mente y a las quiere dar respuesta: ¿Por qué la había abandonado? ¿La quiso realmente en algún momento? La mantita que la cubría cuando la dejaron en la puerta del auspicio tenía unas iniciales bordadas y parecía de muy buena calidad, pero ¿una mujer de bien sería capaz de deshacerse de su hija de esa forma? ¿esas iniciales pertenecerían verdaderamente de su madre o podrían ser de cualquier otra persona? ¿por qué nunca se puso en contacto con ella y no se interesó?

Sobre la autora: Marta Gracia Pons  

Novela histórica y romántica

Marta Gracia Pons, autora de “El olor de los días felices” – image vía Maeva.es

Nació en Tarrasa, Barcelona, en 1988. Es licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, especializada en Época contemporánea. Tras haber obtenido un máster en Pedagogía, en la actualidad se dedica a la docencia y la escritura.

Después de la buena acogida por parte de los lectores de su primera novela, “Agujas de papel“, en “El olor de los días felices” da rienda suelta a su pasión por la publicidad, un mundo que siempre le ha llamado la atención porque refleja los modos de vida, los usos y costumbres de la época y el papel de las mujeres en España.

Opinión personal sobre esta nueva novela de la autora

El atleta americano Jesse Owens decía que “todos tenemos sueños. Pero para hacer realidad los sueños, se necesita de una gran determinación, dedicación, auto disciplina y esfuerzo“. Y así es como Marta Gracia Pons nos presenta a Anna Expósito, la protagonista de esta nueva ficción. Y es que “El olor de los días felices” habla precisamente de eso: de perseguir los sueños, de ser constante y trabajar por ellos, de no tirar la toalla por muy imposible que parezcan y de no dejar pasar las oportunidades, por muy remotas o pequeñas, que se nos presenten. Pero también de la pizca de suerte que se necesita. O, al menos, a esa conclusión he llegado yo después de leer esta historia tan bellamente relatada.

Nuevamente, y siguiendo un poco el estilo y la estructura literaria de “Agujas de papel“, la autora vuelve a embarcarnos en una ficción en la que una mujer, Anna, es la protagonista absoluta de la historia (si bien hay otros personajes muy relevantes en ella) y nos transporta en el tiempo hasta principios del siglo XX. Una vez más apuesta por los sueños y en que “estos se pueden hacer realidad si se tiene el coraje de perseguirlos“, tal como decía Walt Disney. Y he de decirte, estimado lector, que lo consigue a la perfección de la mano de esa joven huérfana educada en un orfanato y que, tras trabajar y dedicar tiempo para cumplir sus sueños, pasa de ser dependienta de una droguería a una brillante publicista de una de las mejores agencias de publicidad (por cierto un sector recién estrenado), en un momento en el que se tenía claro que las mujeres no eran capaces de realizar este tipo de trabajos. Y, además, nos adentra a través de una ficción realmente bien ambientada y de una manera muy amena en el apasionante mundo de la publicidad mostrándonos algunos datos y curiosidades sobre algunas conocidas marcas que aún perviven y que, al menos para mí, eran desconocidos. Y, he de confesarte, que me han sorprendido.

Escrita con agilidad y sencillez, pero de forma bella, como decía al inicio, en algunos capítulos en tercera persona y en otros en primera, a modo de un diario, relata de magistralmente la historia que ha ideado y consigue, con solvencia, que sintamos de cerca las sensaciones y los sentimientos de cada uno de los personajes, pero también nos sintamos (valga la redundancia) transportados hasta la Barcelona, Madrid o a la exótica ciudad de Manila de esa época. Y lo consigue a base de muy buenas descripciones (tanto de las situaciones que se van viviendo como de los lugares), compaginando la narración con los diálogos dotándole a la ficción de cierto dinamismo. Está compuesta por 59 capítulos y dividida en tres partes diferenciadas, que son los destinos en los que ha residido la protagonista: Barcelona, Madrid y Manila, tal como lo hizo en la anterior novela.

Los personajes de “El olor de los días felices” de Marta Gracia Pons resultan bastante creíbles y creo que están bien perfilados, en especial la protagonista, que es luchadora, cabezota, obstinada, de ideas fijas, pero muy inteligente. Sin embargo, he de confesarte que me ha llamado la atención la facilidad de la protagonista para contar su vida, de buenas a primeras, a gente que para ella es prácticamente desconocida porque, al menos para mí, no es lo habitual.

Esta nueva historia de la autora, de la misma forma que la publicidad, nos informa de la realidad social que se estilaba en esa época y en la que era inimaginable que las mujeres pudieran acceder profesionalmente a determinados puestos de trabajo, así como de la forma de vida de las familias poderosas; nos recuerda una pequeña parte de nuestra historia, de dónde venimos y cómo han ido transformándose las cosas para nosotras gracias al gran esfuerzo y dedicación de algunas mujeres luchadoras y adelantadas a su tiempo; y también nos persuade, desde el principio, para continuar con la lectura de la ficción, además de con la preciosa portada vintage, a través de la creatividad y sutileza empleadas a la hora de escribirla logrando captar toda nuestra atención.

Como conclusión, solo puedo decirte que es una historia inspiradora y cautivadora que me ha recordado un poco a “Papel y tinta”, de María Reig (salvando las distancias) cuya protagonista es periodista, y con la que he disfrutado esta Semana Santa. Sin embargo, y aquí es donde viene mi pequeño “pero”, me ha dado la sensación de que a Anna, a pesar de haber luchado mucho por aquello que desea, le ha resultado relativamente fácil arribar a donde ha llegado y obtener las respuestas a sus múltiples cuestiones porque, casualidad o no, ha coincidido con algunas personas que le han llevado hasta ellas sin grandes esfuerzos. Algo que en la vida real no es tan simple. Sin embargo, no puedo hacer otra cosa que recomendar encarecidamente su lectura porque se trata de una gran historia, de esas que te dejan con muy buen sabor de boca, y, además de hacerte reflexionar, te deleita con pequeñas curiosidades sobre algunas marcas que aún, a día de hoy, perviven y con éxito.

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El olor de los días felices
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