En plena eclosión de la novela negra de los países escandinavos, otros países nórdicos también tienen autores que destacan en el género.
Los que proceden de Polonia quizás han tenido hasta ahora menos difusión en España que los noruegos o suecos, pero existe más de un autor a tener en cuenta. Por ejemplo, Marek Krajewski ha publicado la interesante serie del policía Eberhard Mock, compuesta por títulos como “Muerte en Breslau”. La ya fallecida Joanna Chmielewska triunfo con historias de detectives irónicos. La todoterreno Olga Tokarczuk se adscribió a los cánones de la novela policíaca en “Prowadź swój pług przez kości umarłych”.
Pero merece especialmente la pena conocer la obra de Zygmunt Miloszewski, que con “El caso Telak” obtuvo el galardón Nagroda Wielkiego Kalibru, que premia la mejor novela negra del año. Llevada al cine por el director Jacek Bromski, inaugura la saga del fiscal Teodor Szacki.
“El caso Telak” ha sido publicada en España por Alfaguara, en edición en tapa blanda, de 416 páginas. Sale a la venta al precio de 19,50€, y en edición electrónica, por 9,49€.
Sinopsis de “El caso Telak”, muerte en plena terapia
“El caso Telak”.
Domingo, 5 de junio de 2005. El doctor Cezary Rudzki ha reunido a cuatro pacientes, dos hombres y dos mujeres, en un antiguo monasterio de Varsovia para realizar una sesión de terapia conjunta durante unos días. Pero Henryk, uno de los participantes, aparece brutalmente asesinado en su habitación, con un asador de acero clavado en el ojo.
Se hará cargo de la investigación el fiscal Teodor Szacki, que se dispone a pasar el día con su hija Hela y su esposa Weronika cuando una llamada del policía Oleg Kuznetsov le avisa de que se necesita su presencia. Szacki, con ayuda de Kuznetsov, pronto se convence de que el asesino no es un ladrón procedente del exterior, sino que el culpable debe estar entre el doctor y sus pacientes.
Crítica de “El caso Telak”, soplo de aire fresco al género negro
Zygmunt Miloszewski.
Se publican tantas novelas de asesinatos en los últimos años que sólo destacan las que tienen una enorme calidad o las que ofrecen aspectos novedosos. Sin duda, la obra de Zygmunt Miloszewski combina las dos cosas. Por un lado, tiene un estilo muy ágil y consigue mantener el suspense hasta el final sin alardes efectistas ni pasajes poco creíbles, a veces adelantando algún elemento que se va a destapar en las páginas siguientes. Su principal baza reside en la descripción de personajes bastante humanos y también lo suficientemente distintos a los de otros escritores, sobre todo en el caso de Teodor Szacki, peculiar fiscal en crisis matrimonial, adicto a los videojuegos, que se describe como una especie de Teniente Colombo polaco.
Además, ofrece varios puntos que le dan la suficiente originalidad como para despertar el interés de los incondicionales e incluso de quienes estén saturados de relatos criminales. Como narra la propia novela, en Polonia las investigaciones importantes no las dirige un policía, sino un fiscal, como Szacki, lo que supone una curiosa novedad. Además, el volumen está centrado en la terapia de constelaciones, descrita en el texto con pelos y señales, como una representación donde los participantes toman el lugar de los familiares y amigos del paciente, para que éste pueda encontrar el origen de sus problemas. No faltan en el volumen las críticas a esta práctica, así como a las terapias supuestamente revolucionarias, pues a los personajes que la llevan a cabo en la trama se les describe como a una especie de integrantes irracionales de una secta.
“El caso Telak” llega a una conclusión coherente. Y sobre todo deja con ganas de más, por lo que el lector esperará ansiosamente “La mitad de la verdad”, que Alfaguara negra publicará próximamente.
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