Rascadores para gatos ¿Cuál escoger?

¿Por qué buscas un rascador? Por tu gato; el te dará todas las pistas

Los gatos son felinos con garras en las patas delanteras y en las traseras. Los adoramos, les compramos pienso de la mejor calidad, les premiamos con latas de comida de lujo porque ellos lo valen. Son suaves, ronronean, se cuidan solos, en invierno no hay mejor manta que ellos pero: tienen garras en las patas delanteras y en las traseras. Y necesitan afilarlas. Cualquier humano que conviva con gatos ha visto signos inequívocos de esto mismo: en las sillas más caras de la casa, en las cortinas, en el tapizado de los sofás y hasta en las puertas.

El motivo para comprar un rascador suele ser, sobre todo en los dueños de gatos primerizos, la desesperación. Sabemos que los gatos deben rascar, pero no queremos perder más muebles. Parece lógico pensar que un rascador debería sustituir, por lo menos, el lugar favorito donde el gato ha estado rascando hasta el momento.

Gatos que rascan las faldas del sofá

Si este es tu caso, bastará con que compres un rascador de tamaño mediano, que llegue hasta la altura de la rodilla. Si lo compras hasta el techo el gato lo usará, claro, porque los gatos trepan y además los rascadores para gato de grandes dimensiones tienen casetas, ratones colgantes y muchas fuentes de entretenimiento felino. pero el hecho es que tu gato rasca en zonas bajas, así que no tienes por qué cambiar toda la decoración del salón para librar a tus muebles del maltrato. Hay algunos rascadores para gato que sobrepasan justo la altura de la rodilla. Los mejores tienen una base sólida, normalmente recubierta de peluche y una columna central con cuerda muy bien pegada alrededor. Esa es la parte donde el gato rascará. Algunos están terminados en una pequeña plataforma para que el gato se tumbe, o en una caseta donde los gatos suelen quedarse muy a gusto.

Este es un buen ejemplo de un rascador simple que cabe en cualquier sitio y a los gatos les encanta:

Gatos que rascan el respaldo del sofá

En estos casos el gato se toma la molestia de trepar y rascar en alto, así que será necesario elegir entre la gama de rascadores de gato de tamaño mediano. También es posible que tengas que hacer sitio al rascador, porque será un poco más voluminoso que los pequeños. Quizá tengas que mover un sillón o una mesita auxiliar. Nada traumático. De todas formas, asegurare de que el rascador que elijas no resulta demasiado estridente. Algunos modelos en peluche rosa o azul son muy llamativos, pero si tu mobiliario es clásico, quizá no sean la mejor opción.

Los rascadores para gatos medianos suelen tener dos alturas y, aunque es posible que se sujeten sobre una única columna, lo normal es que de la base, también de peluche, suban al menos dos. Sobre esas dos habrá una segunda columna y sobre esta la plataforma o caseta, igual que en el caso anterior. Los rascadores medianos de todos modos tienen muchas más posibilidades de diseño: rampas, tubos, ratoncitos colgantes para jugar… Cuando examines las especificaciones del rascador que elijas, ten muy en cuenta la fijación de la cuerda en la columna, ya que esa será la zona de mayor uso y por tanto de mayor desgaste.

 

Rascadores para gatos escaladores natos

Si tu gato trepa a los armarios más altos, si se sube por lar cortinas y ya no sabes qué hacer con él, necesitas un rascador de tipo alto. Los más altos llegan al suelo y tiene fijaciones de techo a suelo. La versión que no necesita tarifados para sujetarse es más alta que una persona y suele tener tres o más pisos. Todos los rascadores se construyen sobre la misma base: alternar columnas envueltas en cuerda con plataformas, casetas y rampas. En este caso, las variaciones de diseño son infinitas y los gatos tendrán mucho más que un rascador: un espacio de juegos y un hogar propio dentro de casa. Lo marcarán, dormir´n en él y, por supuesto, rascarán.

Si en el caso de los rascadores medianos elegir el modelo es clave para no arruinar la estética de la habitación donde lo vas a colocar, en el caso de los rascadores para gato tipo árbol es todavía más importante. Uno de estos rascadores es en realidad un mueble más y por tanto tiene que gustarte tanto como para verlo a diario.

Este por ejemplo es discreto, pero si prefieres tonos más claros haz click en la imagen:

Otros tipos de gato, otros tipos de rascador

A lo mejor tu gato no rasca en ninguno de los lugares mencionados, pero le encanta un punto determinado de la pared o el marco de una puerta. No es lo más habitual, pero sucede. En estos casos lo mejor es que compres una plancha par rascar y la coloques, si es posible, cubriendo el lugar estratégico donde tu gato rasca. hay planchas con forma de patitas, de peces y hasta de gatos. Algunas con juguetes colgantes para inhibir el rascado. No es una opción muy estética, pero mantendrá la zona a salvo.

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