El amor verdadero: ¿Qué significa esta palabra que minimizamos?

Corazón ardiente de amor

El amor es más que relaciones de pareja (por Gtz Briham).

El amor es un sentimiento que trasciende el ámbito de las afinidades personales, pasionales o de afecto entre dos personas, en el que las costumbres y tradiciones le han circunscrito. Existe también amor a la patria, a la profesión o al trabajo; amor filial entre amigos, padres, hijos y otros familiares; al prójimo, amor a Dios, y a muchas otras cosas.

Más que relaciones de parejas

El amor va más allá de las simples frases y poemas que siguen acompañando a los flirteos entre dos personas, a los que los últimos avances tecnológicos han añadido mensajes electrónicos y sms, chats, redes sociales o vídeos musicales en línea; con lo que las relaciones entre dos personas pueden ocurrir hasta entre distancias insospechadas, merced a la facultad de interactuar online que ha traído consigo el desarrollo de Internet.

Origen griego y latino del concepto amor

El amor es un término que parece provenir del latín amor (-ôris). En la Grecia antigua existieron otros vocablos como eros, que se utilizaron para referirse a lo mismo; la palabra philia cuando se trataba de amor fraterno (de amistad y afecto), y ágape si era un tipo de amor incondicional.

En la primera Carta Encíclica “Deus Caritas Est”, referida precisamente a esta palabra, su autor, Benedicto XVI, indica que la aludida palabra eros fue utilizada por los griegos antiguos para referirse al amor entre hombre y mujer, no como sentimiento nacido de la razón, sino como algo impuesto a la voluntad humana, como una fuerza divina o como comunión con la divinidad de la época.

El amor a Dios en la antigüedad

Lo que a la par de otras culturas de la época pudo haber sido considerado “ante todo como un arrebato, una ‘locura divina’ que prevalece sobre la razón, que arranca al hombre de la limitación de su existencia y, en este quedar estremecido por una potencia divina, le hace experimentar la dicha más alta”.

Algo que sin embargo fue luego considerado como “desviación destructora”, que lo priva de “dignidad divina y lo deshumaniza” y, por tanto, “perversión de la religiosidad”.

El amor en la actualidad

Hoy se le suele concebir como afecto, afinidad y complementariedad entre dos o más seres, a partir de lo cual se suscitan una serie de emociones, experiencias y actitudes que determinan la calidad y durabilidad del trato existente. Llega, por otro lado, a comprender relaciones hasta entre seres vivos con cuestiones inmateriales como el trabajo, la patria o el deporte.

No obstante, la apreciación filosófica, científica, religiosa, artística, política y demás que al mismo tiempo ha rodeado generalmente a esta palabra, ha hecho -según los expertos- que no sea extraño asociarla con una diversidad de usos y significados que ha resultado tarea algo difícil definirla de modo consistente.

El amor y las relaciones humanas en la historia

Volviendo al sentido minimizado y hasta adulterado de esta palabra, algo influenciado en el último siglo por la especie de romanticismo momentáneo, superficial y hasta meramente sexual difundido desde el cine primero y desde la televisión después, puede decirse que de seguir entendiéndolo y aplicándolo de dicho modo, no conseguiremos beneficiarnos de los efectos de su cabal y más extendida concepción y consecuente aplicación.

Para lo que no basta adentrarse en tratados meramente religiosos, teológicos o filosóficos.

Adam Smith, la economía y el sentido trascendental del amor

La irrupción de Adam Smith y el nacimiento de la economía como ciencia hacia finales del siglo XVIII, constituye una de las tantas aproximaciones que desde otras disciplinas se han producido -inconsciente o deliberadamente- en torno a la esencia del término, cuando al mismo tiempo se empezó a propagar la necesidad de un comportamiento económico y social acordes o tendientes al bien común.

En La teoría de los sentimientos morales de 1759, Smith propuso a los intervinientes en la vida económica en particular y a la sociedad en general, restringir “impulsos egoístas y fomentar los benevolentes,” porque solo así podrá la humanidad proporcionarse mutuamente la ayuda que requiere sobre la base del “amor, la gratitud, la amistad y la estima”.

A lo que la demanda Socialista de hacer prevalecer la igualdad y dignidad humana por encima de cualquier otra condición, también propende.

Más sobre el significado del amor

Gottfried Wilhelm Leibniz, filósofo, matemático, jurista y político alemán sostuvo en la misma línea que “amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad”.

Benedicto XVI, en la aludida Carta Encíclica, afirma que “el amor tiende a la eternidad”. Que es ciertamente “éxtasis”, pero “no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios”.

San Agustín y su mensaje de amor

Finalmente Agustín de Hipona, uno de los filósofos cristianos más importantes y consagrado por la Iglesia católica como San Agustín, resumió en una simple y breve frase la esencia de la palabra amor: “Ama y haz lo que quieras”, al tener la convicción de que quien sabe amar, actuando en consecuencia no hará nunca algo que afecte negativamente a sus semejantes.

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