
Llega la Navidad y las familias se reúnen para celebrar las fiestas y comer suculentas cenas en las que no sobra el cochinillo, el cordero, el pavo y el marisco; pero si hay un protagonista indiscutible de estas fechas son los sabrosos postres.
Para acercarnos un poco más a las tradiciones de otros países europeos, veremos qué postres son los más típicos de cada región y qué historia los acompaña. Porque las familias europeas esperan deseosas la Navidad para reunirse con sus familiares, celebrar las fiestas, abrir regalos y, sobre todo, comer los famosos dulces que finalizan la cena.
Uno de los mayores encantos de la Navidad es reunir a las familias y amigos. Son muchos los que deciden pasar tiempo juntos y probar a hacer cosas nuevas, por ejemplo cocinar. En los últimos años cada vez más gente decide elaborar estos postres de forma casera para darles un toque personal. Para que esto salga bien, no puede faltar en la cocina el acompañante más fiel: la Thermomix y su libro de recetas.
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España y el famoso Roscón de Reyes
La idea de este dulce es degustarlo en la víspera de la llegada de los Reyes Magos, pero ha conseguido colarse en todas las casas y muchas familias lo comen desde el inicio de las fiestas. De fruta escarchada, azúcar glas, nata o trufa, el roscón es el postre más famoso de España en Navidad.
Según la leyenda, dentro del roscón hay que colocar un haba y una figura. El que encuentre el haba será el encargado de pagar el roscón y, en cambio, el que encuentre la figura será coronado rey.
Francia y su exquisito Bûche de Noël
Se ha convertido en el típico postre de Navidad de todas las casas francesas. El Bûche de Noël, con forma de Brazo gitano español, puede hacerse de chocolate, mantequilla o naranja.
Cuenta la leyenda que en la Francia del Siglo XII era tradición que el día de Navidad se cogiese un tronco de árbol y se adornase. Después se quemaba y las cenizas se guardaban durante todo el año porque daban buena suerte. Siguiendo con esta tradición, el Bûche de Noël es un postre que imita a ese tronco de árbol y que se adorna con motivos navideños.
Italia y el mundialmente conocido Panettone
Este es, quizá, el postre navideño que en más países se ha colado, pues en todas partes del mundo es posible degustar Panettones e incluso comprarlos envasados en Supermercados y Grandes Superficies.
Con forma de cúpula y relleno de pasas o frutas confitadas, en algunas zonas se sirve tostado o untado con salsas y mermeladas.
Según la historia, el Panettone surgió durante una cena navideña de la corte de Ludovico. Toni, un ayudante de cocina, había elaborado este bollo reuniendo las sobras que había encontrado en la cocina para llevárselo a casa; pero el jefe de cocina quemó el postre de la corte y tuvieron que presentar el recién nacido Panettone de Toni. Todos quedaron encantados y lo bautizaron “pan de Toni”, desembocando en Panettone.
Stollen, el pan dulce de Alemania
Es el postre más típico de la Navidad alemana. Es un pan dulce relleno de frutas confitadas y de frutos secos. Surgió hace mucho tiempo como alimento para comer durante los ayunos de Adviento, pero se fue popularizando y enriqueciendo añadiendo ingredientes a su elaboración.
Inglaterra y su Christmas pudding
Muchos postres navideños son famosos en Inglaterra, pero sin duda el Christmas pudding ha logrado hacerse conocido en prácticamente todo el mundo. Es un bollo muy denso (normalmente de chocolate) con forma de cúpula que puede estar relleno de pasas o frutos secos y se riega con licor (normalmente brandy).
Suele ir acompañado de nata o helado debido a lo denso que es. Antiguamente se metía una moneda de plata dentro que daba suerte durante todo el año al que la encontraba, pero está costumbre ya no se suele hacer.
Portugal y sus Pasteles de Belem
Estos pastelillos de hojaldre y crema son muy conocidos en Portugal y, especialmente, en Lisboa. Se pueden comer tanto en caliente como en frío.
Se elaboran en Lisboa con una receta secreta desde 1837, por lo que este postre no podréis elaborarlo en casa. Surgieron para superar la hambruna de la época gracias a las fábricas de caña de azúcar que había en la ciudad.
Después de habernos alegrado la vista con estos deliciosos manjares es hora de ponerse manos a la obra para conseguir que nos salgan exquisitos y sorprender a nuestros familiares durante esta Navidad. Para no mancharos la ropa mientras cocináis no dudéis en comprar uno de estos divertidos delantales: