Pirámides de Teotihuacán. Turismo en el D.F.

La mayor parte del turismo que se concentra en México se dirige a la Riviera Maya, pero en el D.F se esconden unas de las estructuras piramidales de Meso-américa más increíbles, Teotihuacán.

Un destino con no tanta fama sobre las antiguas culturas prehispánicas de México, pero no por ello menos bello. Conservado bastante bien y aunque desde hace unos años ya está convertido en toda una atracción turística, perdiendo su interés bohemio. Su visita a una media hora del Distrito Federal no es cara y recomendable. Hablamos de las Pirámides de Teotihuacán.

En náhuatl: Teōtihuācan, ‘‘lugar donde los hombres se convierten en dioses”.

Construidas cuando el cristianismo empezaba a nacer en Jerusalen. Llegando a su máximo esplendor entre los Siglos III-VIId.C. En la ciudad llegaron a vivir unas doscientas mil personas en su apogeo. Lo que hoy queda es bastante buen esqueleto para hacernos una idea de la vida del lugar en aquella época. Pero sobre todo destacan tres estructuras: las dos pirámides más grandes, la del Sol, la de la Luna, y la ancha avenida que las une, la Calzada de los Muertos.

En estos momentos sólo dejan subir hasta la cima de la Pirámide del Sol, la más alta del lugar, y no a la de la Luna. Una escalera de piedra con cerca de mil peldaños separa el suelo del punto más alto. Las parejas que vayan con carros de bebes deberían olvidarse de subirlo. Aunque es peligroso y a cada uno le lleva su tiempo la vista desde arriba es de lo más hermosa, y aunque ya no esté el antiguo templo, objetivo final de la estructura, hay ciertos rituales que aún se siguen haciendo. Es el segundo edificio más alto de Meso-américa con una altura de 63 metros que nos harán disfrutar el esfuerzo realizado. Tiene una planta de 225 metros, muchas veces comparada con la pirámide de Keops en Egipto.

teotihuacan 2En cuanto la entrada al recinto, es recomendable comer antes de empezar la excursión ya que esta te llevará todo el día, dentro no se puede ingerir, para ello hay dos maneras: la más simple llevar comida propia y consumirla o acceder a uno de los diferentes restaurantes que hay en la entrada donde proporcionan menús mexicanos y local, alto recomendable. Además por opinión personal les invitaría a probar una bebida alcohólica poco conocida llamada “pulque”.

Una vez aparcado el coche o el transporte en el que se haya accedido al lugar hay que pagar una entrada ($64 pesos por persona) los jubilados y estudiantes están exentos. Disponen de gran cantidad de chiringuitos de suvenires relacionados con el país antes de entrar en la ciudad. Si no traen sombrero adquieran uno, lo van a necesitar, al igual que la crema solar.

La pirámide de la Luna la segunda más grande del recinto, solo se puede subir hasta la mitad de la estructura, pero sus vistas no dejan de ser privilegiadas, ya que tendrás acceso a divisar a la calzada de frente y las otras pirámides más pequeñas con todo lujo de detalles. Aunque no lo parezca por el tamaño, esta es la pirámide más importante y donde se realizaban la mayoría de los rituales y sacrificios. Mide unos 45 metros y esta constituida por unas siete etapas constructivas.

El museo y el palacio de Quetzalpapálotl

Aparte de la visita al recinto hay un museo con la historia del lugar, sin ningún precio adicional, es recomendable visitarlo al finalizar el recorrido, no es muy grande y guarda alguna sorpresa agradable.

Si continúan de frente a mano derecha encontrarán Palacio de Quetzalpapálotl que también deberían visitar. Lugar en donde habitaba la élite de la sociedad de la ciudad. Las columnas están decoradas con representaciones de mariposas y plumas de quetzal (ave del lugar), por ello el nombre del palacio.

teotihuacan 3Durante todo el tiempo que pasen en el recinto podrán adquirir aún más suvenires de multitud de tipos diferentes, no olviden que si quieren adquirir alguno han de recurrir al regateo para sacar un buen precio.

La mejor época del año para visitarlo es verano, donde tampoco hay tanta gente como para que se convierta en algo pesado. Sin embargo, gracias al clima de la zona del Distrito Federal lo hace llamativo durante todo el año.

Si te gusta la historia, la naturaleza y las mega estructuras es un atractivo turístico que no te puedes perder si visitas el D.F.

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