Quien gusta de leer, normalmente, se decanta por algún género literario predilecto, acorde con sus necesidades personales, sociales o profesionales. En este artículo hablaremos de un subgénero concreto: Las novelas negras escandinavas, y de cinco libros de cinco autores que recomendamos para regalar a un amante de la lectura, o bien para nosotros mismos, que nunca está de más.
Novelas negras escandinavas: Calidad, intriga y creatividad. Imagen by Mars87
Bien sea en papel o en formato electrónico, lo cierto es que la lectura es un veneno del que difícilmente se puede prescindir. Antes de dormir, de camino al trabajo o a clase, después de comer, en la playa, en el parque… Cualquier sitio y cualquier momento es bueno para disfrutar de un rato de entretenimiento, fomentando la cultura, la creatividad y la imaginación. Las novelas negras son ideales para cumplir con todos estos objetivos. Si eres un lector habitual de este género literario, lo sabrás y, sino, aquí te mostramos las claves de su éxito.
¿Un buen libro? ¿Cómo valorar si lo es?
Los devoradores de novelas negras como yo estarán de acuerdo en que hay ciertas características que determinan si un libro es bueno y merece la pena emplear nuestro tiempo en él. Una buena novela escandinava cumple con creces con todos y cada uno de estos requisitos para entretenernos con su lectura. Estos son:
- Introducción: Un libro es, a veces, como una bolsa de pipas; cuando te gusta, no puedes parar de pasar páginas hasta que acabas con él, e incluso sientes lástima y deseas volver atrás en el tiempo para volver a leerlo a ciegas de nuevo cuando este se ha terminado. Pero, si las primeras páginas no consiguen producir ese cosquilleo interior, es bastante probable que el lector abandone la novela y se decante por otra. Las novelas negras se caracterizan por tener un inicio potente, sabiendo mantener además la intensidad y la calidad.
- Estructura: El orden en la narrativa, el sentido y la coherencia de cada una de las acciones que se van desarrollando a lo largo de la historia, es fundamental para nuestra comprensión y concentración. Las novelas negras, a pesar de recurrir muchas veces a recursos como el flash back, ordenan muy bien las ideas y permiten que, finalmente, todas las preguntas obtengan sus debidas respuestas.
- Argumento: A muchos lectores les gusta mirar la sinopsis del libro antes de determinar si le interesa leérselo. Por eso, es imprescindible no solo que se cuide muy bien esa parte del producto, mostrando los puntos fuertes de la novela en unas pocas líneas, sino que el argumento en sí de la obra resulte atractivo para el lector. Los autores de novelas negras son expertos en vender su historia y, por eso, suelen encabezar listas de libros más vendidos con bastante asiduidad.
- Intriga: El lector ha de hacerse preguntas, es necesario que los hechos no sean previsibles, que el autor de la obra sorprenda con los sucesos que acontecen en la historia. Lo peor que puede pasar, y más con las novelas negras, es que ya se sepa demasiado pronto su desenlace.
- Personajes: El carisma de los protagonistas de la historia es fundamental para fomentar la empatía y la implicación del lector con ellos, especialmente si se trata de una novela con un claro protagonista. Que los personajes no estén bien dibujados y se conozca poco o nada de su persona es un error garrafal en el que muchas veces se cae. Las novelas negras de calidad trazan con la precisión de un bisturí la personalidad de sus protagonistas, y es precisamente por eso por lo que muchos de sus autores utilizan a los mismos en distintos libros.
Novelas negras escandinavas: Recomendaciones
Lo cierto es que hay muchos autores y autoras escandinavas a los que podría citar y recomendar sin miedo a defraudar a nadie, pero me limitaré solamente a cinco porque se han ganado su sitio como referentes de este género por derecho.
La serie del inspector Martin Beck, de Maj Sjöwall y Per Wahlöö
Maj Sjöwall. Imagen by Dr. Jost Hindersmann Krimidoedel
No podía excluir a esta pareja de periodistas y novelistas por ser el referente de las generaciones posteriores de autores de novelas negras suecas. A decir verdad, este no es un solo libro sino, más bien, una saga de diez libros en los que su protagonista, el inspector Martin Beck, tiene que resolver diferentes crímenes. En Roseanna, el primer libro, Beck ha de resolver el crimen de una mujer que ha aparecido muerta y desnuda en un canal. El punto fuerte de esta saga es, precisamente, el protagonista, dotado del carisma y gancho necesario para que el lector quiera saber más sobre él y sus casos.
Aurora Boreal, de Åsa Larsson
Åsa Larsson. Imagen by Asís G. Ayerbe
Esta escritora de novelas negras suecas también tiene como amuleto y clave de su éxito a un personaje principal: la abogada Rebecka Martinsson. En este caso, también recomiendo su primer libro, por su calidad (cuenta con dos premedios) y a modo de introducción para la obra de esta autora. Aurora Boreal comienza cuando Victor Strandgard, un famoso predicador sueco, es encontrado muerto y mutilado en una Iglesia en Kiruna por su hermana, de la que se sospecha como autora del crimen. Asustada al poder ser acusada de matar a su propio hermano, recurre a su amiga Rebecka Martinsson, una abogada de Estocolmo que acepta ayudarla. Pero, cuando Rebecka llega a Kiruna, se da cuenta de que todo está lleno de misterio y la gente tiene algo que ocultar, lo que dificultará enormemente su labor, pues pronto comenzarán a ocurrir más desgracias.
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Asesinos sin rostro, de Henning Mankel
Henning Mankell. Imagen by David Shankbone
Mankell, que lamentablemente nos dejó en octubre de 2015, es el autor de doce novelas negras suecas protagonizadas por el detective Kurt Wallander, desordenado y caótico en lo personal, pero muy intuitivo y brillante en lo profesional. La grandeza de este personaje reside en su sencillez y en su complejidad al mismo tiempo. Es decir, es un hombre con problemas de lo más cotidianos, con el que se puede identificar cualquier persona, a la par que cuenta con esas dudas existenciales y se atormenta en ocasiones por las circunstancias que le están tocando vivir. Asesinos sin rostro, además de ser el comienzo de las andaduras de Wallander, tiene un argumento de rabiosa actualidad, a pesar de haber sido publicado en el año 1991. La obra trata sobre el brutal asesinato de dos ancianos en una campiña sueca. Aparte de no ser un crimen muy habitual en esa zona del país, el caso se complica para el detective Wallander cuando se levantan sospechas razonables de que el asesinato ha podido ser cometido por extranjeros. En un país que cuenta con multitud de campamentos de refugiados, de inmigrantes y de exiliados políticos, este hecho hace que se desate un brote xenófobo difícil de frenar.
La princesa de hielo, de Camilla Läckberg
Camilla Läckberg. Imagen by Suz
La más joven de estos autores, y la que más éxitos ha cosechado en los últimos años. Todo lo que ha escrito ha estado en el ranking de libros más vendidos durante semanas. Es la autora más sencilla de leer, y una buena opción para introducirse en el género. Aunque tiene más libros, los que más éxito le han otorgado en su carrera son sus novelas negras. Esta autora tiene como personajes recurrentes al policía Patrik Hedström y a la escritora Erica Falck. Sus libros se caracterizan por crímenes que se resuelven, sobre todo, recurriendo al pasado y tratando de encontrar los motivos personales que han desencadenado cada situación. La princesa de hielo comienza cuando la escritora Erica decide volver a su pueblo de origen, donde ha heredado la casa de sus padres, y se encuentra con que Álex, su amiga de la infancia, se ha suicidado estando embarazada. Sin embargo, la autopsia determina que se trata de un asesinato, se inicia una investigación. El principal sospechoso es un artista fracasado llamado Anders, que tenía una relación muy extraña con Álex.
La Trilogía Millenium, de Stieg Larsson
La actriz Rooney Mara interpretando a Lisbeth Salander en la película The Girl with the Dragon Tattoo, de David Fincher. Imagen by Tori
No ocultaré que, para mí, la trilogía de Millenium es una obra de arte, sobresaliente, y que egoístamente lamento a menudo la muerte de su autor, Stieg Larsson, por no poder disfrutar más de sus obras. Larsson es el creador del periodista de investigación Mikael Blomkvist y de la investigadora Lisbeth Salander, para mí uno de los personajes femeninos más atractivos, completos y complejos, no solo de las novelas suecas, sino de toda la literatura. Su historia ha sido adaptada en el cine, en versión sueca y americana (dirigida por el gran David Fincher). Si has visto la película pero no has leído los libros, no te conformes solo con eso.
El actor Daniel Craig interpreta al periodista Mikael Blomkvist en la película The Girl with the Dragon Tattoo, de David Fincher. Imagen by Tori
Los hombres que no amaban a las mujeres, primer libro de la trilogía, se inicia cuando Mikael Blomkvist es contenado en un juicio por difamar al empresario Hans-Erik Wenneström, lo que hace que tenga que apartarse temporalmente de la dirección de Millenium, revista económica que comparte con Erika Berger. Aprovechando la situación, el ex director de la Corporación Vanger, Henrik Vanger, le contrata para que este escriba su biografía e investigue, de paso, la desaparición de su sobrina Harriet en el año 1966. Por su parte, Lisbeth Salander es una chica problemática tutelada por el Estado por su oscuro pasado, que posee una inteligencia privilegiada y se dedica a investigar sobre determinadas personas gracias a sus habilidades de hacker. El destino hará que los caminos de Lisbeth y Mikael acaben cruzándose para poder cazar a un asesino de mujeres.
Es evidente que las novelas negras escandinavas cuentan, como hemos dicho antes, con una estructura y unos puntos fuertes en los que se apoyan los autores para enganchar al lector. Pero, lejos de parecer repetitiva, la fórmula funciona y nos regala libro tras libro un universo de misterio, crímenes y relaciones interpersonales complicadas que te impiden que te plantees quedarte sin conocer el desenlace de la historia. En eso, principalmente, reside su encanto.
