J.D. Alonso Curiel: ‘El humor y el sexo hacen muy buena pareja’

El escritor vallisoletano J. D. Alonso Curiel (1975) publica su ya undécimo libro. Tras sus anteriores conjuntos de relatos Saber moverse (2016) y La noche del escaparate (2017), ahora llega a todas las librerías Media hora, editada por la madrileña Apache Libros. Se trata de 66 relatos eróticos y canallas donde el humor y el sexo son los grandes protagonistas.

Pareces un escritor infatigable. No paras de escribir. Aparte de publicar casi un libro al año, también vas ganando incontables premios en distintos géneros, y además ejerces la crítica cinematográfica. ¿De dónde sacas tanta energía?

No sabría decirte. O quizá la respuesta más adecuada sea que me lo paso fenomenal escribiendo, llevando a cabo mi vocación. Soy feliz llenando folios, leyendo, viendo cine, pensando tramas, imaginando personajes. No es trabajo para mí todo esto, la verdad es que no me cuesta ningún sacrificio. Es cierto que escribir no es fácil, y que intentar hacerlo cada vez mejor requiere mucho esfuerzo y dedicación. Pero las alegrías y satisfacciones emocionales que me provoca son incontables. No sé quién dijo que la vocación es aquello que se hace aunque no recibas nada a cambio, y creo que es así. Aunque no me publicasen o no ganara ni un premio, seguiría escribiendo e intentando mejorar. Ser escritor me llena de alegría. Es esa sensación de hacer en la vida lo que uno tiene que hacer, y si no, uno estaría muy inquieto y vacío. Para mí vivir es escribir, y escribir es vivir. Todo el que sienta dentro todo esto, lo entenderá.

Has publicado en casi todos los géneros. Menos teatro y una novela larga de más de 300 páginas. Tus últimas criaturas han sido dos libros de relatos, y además tienes otros libros en años anteriores de este género. ¿Qué tiene el relato que tanto te gusta?

La verdad es que es un género que me encanta, me siento muy cómodo en el relato breve. También con la novela, el microrrelato, los artículos o la poesía, pero creo que me gusta especialmente el relato corto, me adapto muy bien a él, o él se adapta a mí sin problemas. Supongo que esto sea por el tanto respeto y cariño que le tengo al lector. Si puedo contar una historia en ocho folios, prefiero hacerlo así, y no dar tantas vueltas. Pero dependerá también de cada historia: no hay que olvidar que las hay que necesitan muchas páginas para ser bien narradas. Quizá pueda ser que como lector me gustan mucho los libros de relatos, aunque leo de todo, y me gusta todo. Puede ser cierto eso de que cada uno escribe lo que le gusta leer. De todas maneras, hay que reivindicar este género que tanto ha dado a la historia de la literatura y tanto placer ha ofrecido y ofrece a los lectores, y ponerle de una vez en el puesto de honor que merece.

Se titula Media hora este tu último libro. Tiene una bonita portada. Son historias atrevidas, arriesgadas, joviales, llenas de humor absurdo y negro, y mucho sexo. Parece que no has tenido complejos a la hora de escribir estos relatos…

Es así. Mi literatura, hasta mis obras más serias y reflexivas, siempre tiene algo de transgresión. Pienso que ser artista es sinónimo de libertad, de no atenerse a tabúes ni censuras de cualquier tipo. El escritor tiene que estar por encima de eso. Debería ser su esencia. Además debe tener siempre una mirada crítica. ¿Se me puede calificar por todo esto como un provocador, o como un escritor maldito? Puede ser, y lo entendería. Pero no concibo la literatura sin libertad, sin mirada personal, como expresión artística de lo que uno quiere decir. En Media hora he pretendido conseguir un libro que fuese una celebración de la vida, una celebración intensa del sexo y del humor, una apuesta por los sentidos y por disfrutar de ellos. Media hora es un juego para entretener, para sacar unas sonrisas del lector, y para que recuerde que el sexo es un asunto que nos hace disfrutar intensamente de la vida. Creo que el humor y el sexo hacen una muy buena pareja. El sexo con humor se disfruta más.

Novela erótica española: Media Hora

Sí, pero también hay en el libro algunas reflexiones profundas. Tocas otros temas importantes.

Eso es porque en mi mundo literario, y no lo puedo remediar, siempre están los mismos asuntos que me interesan. Y aunque a veces solo quiera hacer piezas totalmente ligeras y con mucho humor, joviales, se me cuelan, por decirlo así, la reflexión sobre los temas que me preocupan: la soledad, la incomunicación, la desorientación del hombre contemporáneo, y cómo no, las difíciles siempre relaciones de pareja. También el conflicto perenne entre la realidad y el deseo y lo que eso provoca. En definitiva, preguntarme por qué somos tan débiles y tan contradictorios, tan complejos. El porqué parece que estamos destinados a la infelicidad. Es cierto que en algunos relatos del libro he logrado cuentos que son un puro juego humorístico y sexual, pero en otros hay mucha reflexión. Pero lo importante es que esas serias reflexiones también vienen envueltas en el libro por un humor que tanto dulcifica las cosas.

Y hay otro tema que quería destacar del libro. En la contraportada se lee que Media Hora es incluso un toque de atención contra esta nueva censura que ahora sufrimos: lo “políticamente incorrecto”.

Es la nueva censura, sí. Con ella los ciudadanos, los políticos, los artistas miden sus palabras al milímetro. Parece que todo debe estar cuidado para no salirse de lo que haya que decir, de esa corrección política. No hay que tratar ciertos temas, o no decir ciertas palabras, o no escribir ciertas cosas por las represalias que puedan provocarte esta nueva forma de puritanismo, este código tan pobre y gris, tan castrador. Y no me refiero a tener el derecho de ser maleducado o a insultar. No. Es otra cosa. Por eso este libro es también un grito de rebeldía contra todo eso y contra toda censura. En Media Hora he querido hablar de todo lo que he deseado y de la manera que he querido, pero eso sí, sin dañar a nadie, aunque muchos se puedan sonrojar. Me parece que hay que escribir de una manera auténtica porque ahí está el éxito de tu literatura y el triunfo del creador. Cada uno a su modo, con su estilo y con su lenguaje, pero nunca autocensurarse por ningún motivo. Las obras literarias que han perdurado en el tiempo y que dicen algo a lectores de todas las épocas son aquellas creadas desde lo más profundo de cada escritor, con valentía, sin vacilaciones.

Vamos a jugar con el título. ¿Es un libro que logra atrapar y que se puede llegar a leer en media hora?

Ojalá sea así. Si algunos lectores me llegan a decir eso porque les ha pasado, estaría muy satisfecho. Un lector que no puede dejar de leer, o que está deseando llegar a casa para reanudar la lectura en su sillón, es que el escritor ha dado en el blanco. Onetti decía que un escritor solo debería escribir para sí mismo sin tener en cuenta al lector. Y yo escribo para mí, pero sin duda también para los demás.

Por último, Jorge David ¿qué puedes decirnos en pocas palabras para que el lector se anime y se zambulla en estas historias?

Que es el libro de un autor que respira literatura por todos sus costados. Que me tomo muy en serio mi oficio y que lo trabajo mucho. Y que siempre pretendo, en primer lugar, entretener, me parece importante. Que entretenga para pasar, al menos, un buen rato, porque me parece una falta de respeto con el lector no conseguirlo. También decir que hay mucho humor, su parte de sexo, y cierta reflexión. Y que es un libro atrevido, intenso, sin prejuicios, que no quiere dejar indiferente a nadie. Y que está editado con mucho mimo por la editorial madrileña Apache Libros, que me ha tratado y me trata maravillosamente.

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