
Analizamos el desembarco de Netflix en el panorama audiovisual español a través de sus orígenes, su servicio de streaming, sus precios y sus contenidos. Un mercado en el que contará con la feroz competencia de otras operadoras y de las descargas ilegales.
Los competidores de Netflix en el mercado español
El nombre de Netflix la mayoría de público en España quizá lo desconozca o apenas empiece a sonarle merced a la campaña de publicidad -centrada en las redes sociales y medios digitales- que la compañía ha puesto en marcha con motivo de la apertura de su servicio de vídeo a la carta el pasado mes de octubre. Los más interesados en el sector audiovisual seguramente tenían conocimiento de su servicio de vídeo en streaming desde hace años y estaban esperando como agua de mayo este advenimiento. Pero lo cierto es que la sombra de Netflix lleva planeando sobre el sector audiovisual español desde hace más de una década.
Los orígenes de Netflix
Fue en 1997 cuando Netflix nació como un sistema de alquiler online de DVD en EE.UU., mediante el cual el consumidor podía elegir entre un amplio catálogo de películas que recibía en su hogar a través del correo postal. Una vez visionadas las películas el consumidor las devolvía por los mismos cauces. Con este sistema Netflix llevó un paso más allá el entretenimiento en casa, ya que en una época en la que el sector del alquiler de vídeo era muy potente a través de los videoclubs –Blockbuster a la cabeza-, Netflix propuso a sus clientes no tener que moverse del sofá para acceder a los títulos que deseaban ver. Un sistema que confiaba en los datos de crecimiento del DVD en Estados Unidos, ya que en esos años era el aparato tecnológico con un mayor crecimiento en ventas y su índice de penetración en los hogares alcanzó valores superiores al 90%. A esto habría que añadirle un conocimiento exhaustivo de la tendencia consumista y sedentaria del público estadounidense. Aunque los inicios no fueron alentadores, el servicio empezó a tomar cuerpo y a convertirse en una alternativa interesante para el público en el instante en que Netflix decidió poner en marcha una tarifa de suscripción que permitía a los usuarios hacer un alquiler ilimitado de DVD.
En España en el inicio del siglo XXI el sector el vídeo era floreciente. El DVD era un producto altamente solicitado por los españoles y tanto su venta (aparatos y películas) como especialmente el alquiler de títulos era un negocio próspero. Los videoclubs proliferaban en cada barrio y tanto pequeños empresarios como las grandes distribuidoras rentabilizaban de inmediato la inversión que supuso cambiar del formato analógico (VHS) al digital (DVD). La industria miraba de reojo lo que proponía Netflix al otro lado del océano. Tanto es así que la multinacional española Techfoundries lanzó en nuestro país, en 2003, un servicio similar llamado MediaXpress que a pesar copiar el sistema de Netflix paso a paso, fue un rotundo fracaso.
Netflix, un paso por delante del resto
Los ingresos fueron creciendo para Netflix a la par que los suscriptores y su volumen de negocio. Esto les hizo tomar la decisión de salir a bolsa en 2002. Lejos de acomodarse en la autocomplacencia Netflix ha demostrado una enorme capacidad de adelantarse a sus competidores. Así en 2007 lanzó su servicio de vídeo por streaming, mientras la mayor parte de compañías centraban sus esfuerzos en la guerra por hacerse con el estándar de DVD de alta definición que, finalmente, ganó el consorcio en torno al Blu-ray. El poder visionar las películas alquiladas en streaming supuso una revolución. Desde entonces la sombra de Netflix estuvo muy presente en los profesionales de la industria videográfica en todo el mundo, como una amenaza aún lejana pero constante. Conforme fue creciendo el sistema de streaming de Netflix, la empresa fue decantándose por él en detrimento del alquiler de discos DVD por correo, ampliando catálogo y realizando las pertinentes mejoras tecnológicas y ofertas comerciales. En España Telefónica quiso copiar el modelo de negocio que había puesto en marcha Netflix, a través de un portal que llamó Pixbox, intento que fracasó. Y es que en nuestro país la mayor amenaza para el sector de la distribución de contenidos, la piratería por internet, estaba creciendo por entonces a pasos agigantados. Amenaza a la que se sumó una industria con una evidente carencia de anticipación a los problemas presentes y futuros, un conjunto de políticas comerciales fallidas y una legislación ambigua en lo referente a la propiedad intelectual. Todo ello llevó a que el sector del home entertainment en España (especialmente en contenidos cinematográficos) sufriese una de las mayores crisis jamás vistas, el mercado de la venta y el alquiler de películas quedase en una mera anécdota, y la distribución cinematográfica seriamente tocada.
Muchos auguraban que Netflix jamás llegaría a España por culpa de la piratería rampante. Sin embargo, a pesar de que la industria sigue teniendo un serio problema con las descargas ilegales, el pasado mes de octubre Netflix hizo su desembarco en España, analicemos cuáles son sus “armas”.
¿Dónde y cómo puedo acceder a Netflix?
Los contenidos se pueden disfrutar en cualquier tipo de dispositivo que esté conectado a internet y pueda acceder a la aplicación de Netflix (Smart TV -preinstalado en aparatos Samsung, Panasonic, Phillips, Sharp, Toshiba, Sony, LG e Hisense-, ordenador, reproductores de DVD/Blu-ray, consolas de videojuegos, descodificadores, tabletas, smartphones), ya que la distribución se hace a través de la red. La velocidad de conexión mínima es de 0,5Mb, aunque cuanto mayor sea ésta mayor será la calidad de los contenidos a los que se puede acceder. Tanto es así que para disfrutar del contenido de alta definición se requiere entre 5Mb (HD) y de 25Mb (Ultra HD). El servicio en streaming permite al usuario ver los contenidos sin publicidad y utilizar todas las funciones de cualquier reproductor de vídeo (visionado, pausa, avance, retroceso, etc).
¿Cuánto cuesta Netflix?
Netflix se ha presentado en el mercado español con tres modalidades de suscripción y, en todas ellas, un mes de prueba gratuito. Se puede visualizar en cualquier dispositivo y la suscripción se puede cancelar en cualquier momento, pues no obliga a periodos de permanencia.
- Básico (7,99€): 1 pantalla solo y no permite el HD.
- Estándar (9,99€): 2 pantallas a la vez y permite el HD.
- Premium (11,99€): 4 pantallas a la vez y permite HD y Ultra HD
Catálogo de contenidos de Netflix
Aquí es actualmente donde se encuentra el talón de Aquiles de Netflix. Por el momento apenas cuenta con alrededor de un millar de títulos, lo cual es un cifra ciertamente reducida comprada a la que dispone en Estados Unidos (en torno a 8.000). Respecto a los títulos cinematográficos aún no dispone de estrenos recientes, mientras que las series de TV más destacadas serían House of Card, Sherlock, Homeland, Jessicsa Jones o American Horror Story. Haber llegado tan tarde al mercado le ha supuesto tener esa carencia de derechos sobre los contenidos más actuales y demandados. Por lo tanto, se presumen interesantes las próximas negociaciones para la adquisición de los derechos de emisión/distribución a través de streaming en el mercado español, tanto en lo referente a los principales estrenos cinematográficos como a las series de televisión. En este último caso la rivalidad de Netflix con HBO le hace tener casi imposible llegar a un acuerdo sobre los títulos más importantes de TV como Juego de Tronos, The Wire, True Detective o The Newsroom.