La sensación de flotar impulsados por las mariposas del estómago cuando se está enamorado puede captarse en una instantánea. ¿Cómo? Muy sencillo; escogiendo un mirador romántico y haciendo fotografías de la puesta de sol, del amanecer o de la sonrisa de tu pareja asomada a una vista llena de belleza y sensualidad. Las cámaras digitales réflex y compactas de última generación harán el resto.
Los fervorosos creyentes en el romanticismo pensarán que cualquier rincón del mundo será romántico con el solo hecho de ser ocupado por los enamorados. Sin embargo, una buena puesta en escena ayuda al espectáculo del amor, ¿o no? Mirar los canales de Venecia desde el Campanile de San Marcos (la torre campanario de la plaza de San Marcos) acompañados de la pareja ayuda a convertir esas fotografías en las mejores instantáneas románticas. Estos son algunos de los más románticos miradores:
Vistas de los miradores de Santa Luzia y Portas do Sol en Lisboa
Lisboa es una ciudad llena de luz y color, construida sobre varias colinas es inevitable encontrarse con escaleras en rampa y con atalayas privilegiadas sobre el estuario del río Tajo. Escoger un mirador es complicado. Proponemos el de Santa Lucía porque comparte panorámicas con otro de nombre significativo: el mirador de las Portas do Sol…imagino que no necesita traducción. Visitando ambos, próximos caminando, se puede fotografiar la mejor entrada del río bajo la ciudad y camino del Atlantico.
Con la catedral y el barrio del castillo cerca la visita a estos miradores será obligatoria. Las vistas del barroco barrio de Alfama y los atardeceres sobre la desembocadura del Tajo tienen garantizadas las más bellas y románticas fotografías de Lisboa. La contemplación sosegada de estas vistas equivale a 10 sesiones de Spa. Más información en este enlace.
Vistas del mirador del Campanario de San Marcos, en Venecia
Subir al edificio más alto de Venecia proporcionará las mejores vistas, es evidente, como mirador romántico. Para ello bastará con tomar el ascensor del Campanario de San Marcos; esta torre exenta de casi 100 metros tiene un origen en el siglo IX pero fue funcional desde el XII, haciendo las veces de faro también. Reconstruida en la primera década del siglo XX, tras su derrumbe total en 1902. La reconstrucción responde al aspecto que tenía el campanario en las reformas realizadas entre el siglo XV y XVI.
El Campanile es una torre muy del gusto italiano de construir el campanario ajeno a la basílica a la que pertenece; en este caso a la cercana Basílica de San Marcos, que también da nombre a la plaza. Información de horarios de subida al mirador.
Vistas del mirador de los acantilados de San Bonifacio, Córcega
En esta isla francesa del Mediterráneo podemos pasear por el casco antiguo de un pueblo que acaba en el corte de un acantilado. Literal, en lugar de asomarte a una plaza te asomas a los acantilados, miradores románticos, sobre el esmeralda Mediterráneo. Prepara tu cámara digital réflex o compacta y comienza a fotografiar la singular villa de Bonifacio en el extremo sur de Córcega.
En lo más alto de un promontorio rocoso sus barrios parecen asomarse al mar oteando el horizonte. Más información.
Puesta de sol desde el mirador de Oia en la isla de Santorini
Un clásico en los miradores románticos. Este pequeño archipiélago volcánico compone la panorámica de la isla griega por excelencia. Las puestas del sol parecen pintadas, ya sea desde un barco o en las poblaciones de casas blancas y azules como la famosa Oia. En esta ciudad son centenares las personas que cada día esperan en el mirador más extremo y alto de la ciudad la puesta de sol, por eso el “romanticismo” debe ser compartido, si buscas soledad no es el lugar adecuado, aunque una vez allí es probable que no tengas ojos nada más que para el ser amado y las impresionantes vistas. Más información de isla Santorini.
El mirador al vacío de Preikestolen (Noruega), conocido como El Púlpito
Quizás desentone como “balcón romántico”, por lo salvaje y temerario que resulta este mirador que es una piedra suspendida en el vacío, parte de los espectaculares fiordos de Noruega, pero el aumento de viajes de novios, lunas de miel a los fiordos escandinavos, indica que será un destino muy frecuentado por parejas de enamorados.
Singular y diferente postal romántica, pero muy del gusto de los amantes de la naturaleza. La sensación de estar en comunión con lo más puro y originario de la Tierra es evidente. La grandeza del paisaje hace necesario un buen angular o contar con accesorios como trípodes y palos de selfie. Para conocer más de este impresionante mirador sobre un fiordo y al autor de la fotografía, ver este enlace.
Con toda seguridad alrededor del mundo conocerán más de un rincón lleno de vistas románticas, incluso sin tener que salir muy lejos, en sus ciudades o pueblos de origen. La clave está en contar con una buena cámara digital y, por supuesto, con la mejor de las compañías posibles.