Megalodón, el asesino de los mares

El ser marino más temido en la actualidad es el tiburón blanco (Carcharodon carcharias). Su tío-abuelo, el Megalodón (Carcharodon megalodon), hubiera podido zampárselo de un solo bocado. Ningún monstruo marino a lo largo de la historia de la Tierra ha sido tan temible como este tiburón.

En otro artículo habíamos hablado sobre el Dunkleosteus, el mayor monstruo marino del Devónico. Sin embargo, no hay que irse tan atrás en el tiempo para encontrarnos con un depredador de mucho más tamaño. El Megalodón se extinguió hace “solo” 2,6 millones de años y no se ha encontrado jamás a ningún depredador marino que pueda rivalizar con él en tamaño. Vamos a aprender algo más sobre esta criaturita.

Descubrimiento del Megalodón

El Megalodón es un tiburón, y como tal, carece de huesos. Efectivamente, todos los tiburones se clasifican dentro de la clase Chondrichthyes, que engloba a los peces que poseen un esqueleto de cartílago. El cartílago posee un inconveniente que no le gusta nada a los paleontólogos: fosiliza mal. Entonces surge la pregunta de cómo se conoce el registro fósil de los tiburones si su esqueleto solo fosiliza en raras ocasiones. Bueno, sí hay una parte de la anatomía de estos seres que fosiliza relativamente bien: los dientes.

Docena de dientes fósiles de tiburón

Dientes fósiles de tiburón. Imagen de General Wesc

Pero ahora surge otro problema. Hace unos siglos, no se sabía que los dientes fósiles eran dientes. En el caso concreto de los tiburones, se pensaban que eran lenguas de serpiente petrificadas y se empleaban de distintas formas para tratar envenenamientos. Fue a partir de los estudios del danés Nicolás Steno (1638-1686) cuando se conoció la verdadera naturaleza de las piezas dentales fósiles de los tiburones. Finalmente, fue el gran Louis Agassiz (1807-1873) el que describió la especie, Carcharodon megalodon, en 1843.

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Características del Megalodón

La más llamativa de todas sus características era su tamaño; se calcula que poseía una longitud de unos 20 m y que podía pesar unas 100 toneladas. Si lo comparamos con el tiburón blanco tomaremos consciencia de esta desproporción: puede medir algo más de 6 metros y pesar poco más de una tonelada.

Vamos a ver la longitud de los dientes: el diente de Megalodón más largo que se ha encontrado mide unos 18,8 cm, por los 7,5 cm que puede alcanzar el tiburón blanco. Una investigación calculó que su fuerza de mordida podía ser de hasta 18100 Kg.

¿Y de qué se alimentaba este angelito? Pues de ballenas, para qué andarse con tonterías.

Megalodón persiguiendo a ballenas

Nada mejor que unas ballenas para la hora del vermut. Imagen obra de Karen Carr

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¿Quedan megalodones en la actualidad?

El Megalodón apareció en el registro fósil en el Mioceno y se extinguió en el Plioceno. Sin embargo, últimamente están apareciendo testimonios en internet o en documentales que aseguran haber divisado a uno o poseer indicios sobre su existencia.  ¿Tienen credibilidad estas afirmaciones? Pues probablemente no. De hecho, la mayoría de los científicos no se toman en serio estas hipótesis y mantienen que la especie se extinguió hace millones de años.

 

Hay películas que nos recuerdan los peligros que habitan en los océanos, pero afortunadamente el Megalodón no es uno de ellos.

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