Sobrevivir a los numerosos festines gastronómicos de estas fiestas no tiene por que ser una misión imposible. Basta con seguir ciertas recomendaciones dietéticas que nos ayuden a que este año las Navidades no pasen factura a nuestra silueta. Descubre cuáles son esos buenos hábitos alimenticios que tendrás que llevar a cabo para lograr este objetivo

Buenos hábitos para mantener tu figura esta Navidad

Como cada año por estas fechas, nos asalta la preocupación de cómo disfrutar de todos los compromisos de comidas, cenas y fiestas en general a las que debemos asistir, sin que ello se traduzca en algún kilo de más. Deja de darle tantas vueltas y toma nota ya de cómo pasar estas fiestas sin sustos frente a la báscula.

Tómate tu tiempo cuando comas

Si te acostumbras a masticar los alimentos lentamente y  tragarlos una vez que estén bien triturados conseguirás saciarte antes y evitar así querer seguir comiendo, aligerarás tu digestión y reducirás la hinchazón, gases y retención de líquidos.

Otra propuesta eficaz es realizar cinco comidas al día ya que cada vez que comemos se activa nuestro metabolismo y, por tanto, perdemos calorías. Para ello, consume menos cantidad en cada toma pero con más frecuencia, sin dejar pasar más de tres horas entre ingestas. Lejos de lo que se cree, si te saltas una comida lograrás el efecto contrario, es decir, el gasto calórico disminuirá y llegarás con más hambre a la siguiente toma.

Elige bien las bebidas

A la hora de optar por una bebida que nos acompañe, mejor elegir el vino, a poder ser tinto que es menos calórico que el blanco, a la cerveza. Fundamentalmente, este primero estimula la función digestiva. Lo mismo sucede con el agua sin gas, al que podemos añadir una rodaja de limón o recurrir a infusiones de manzanilla, cardamomo o canela.

Los refrescos no resultan aconsejables ya que provocan gases, hinchazón y distienden el estómago. Los jugos de frutas o néctares debido a que tienen azúcar añadida tampoco son convenientes para cuidar la línea. En este sentido, la alternativa más saludable sería los zumos naturales de frutas recién exprimidos. En concreto, los preparados a base de tomate, sandía y piña apenas aportan calorías.

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Menos es más, no te excedas

Si eres de las que no puede comer sin pan, no renuncies a él, pero decántate por la versión integral cuyo aporte en fibra es mayor y sacia más. Otros carbohidratos (pasta, arroz, legumbres) es mejor tomarlos como plato único con verduras, no más de tres veces por semana y sólo al mediodía puesto que consumidos por la noche generan una energía que al no gastarla, pasa a formar parte del tejido adiposo.

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De la misma manera, procura reducir la sal (culpable de que retengamos líquidos) y las salsas (sobre todo las elaboradas con mantequilla y nata, por su alto aporte calórico). Adereza los platos con vinagreta, sustituyendo el vinagre por limón, soja, mostaza o yogur natural. También, puedes utilizar en lugar de sal, hierbas aromáticas que potencien el sabor de las recetas.

Apuesta durante estos días por el consumo de frutas con alto contenido en agua y aquellas con mayor poder antioxidante (fresas, frutos rojos, sandía piña, papaya). Sobre todo, tómalas fuera de las comidas a modo de tentempié.

Qué cierto es el dicho popular  que reza “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, ya que por la noche el metabolismo es más lento. Por eso, la cena tiene que ser muy ligera y debe tomarse al menos dos horas antes de acostarnos. Preferiblemente, debe constar de verduras que faciliten la eliminación de líquidos y toxinas o eviten el estreñimiento (alcachofas, espárragos) y terminar con una infusión digestiva.

Medidas sencillas, seguras y que funcionan. Ponlas en práctica desde ahora y tu silueta no se resentirá esta Navidad.