Se estrena Liga de la Justicia, la enésima adaptación el universo, y esta vez llega de la mano del director Zack Snyder (Watchmen, 2009; 300, 2006). Desafortunadamente esta superproducción no ha convencido a casi nadie, ni siquiera a muchos fans del cine de superhéroes. Liga de la Justicia es un mal producto comercial debido a que ni siquiera es capaz de producir unos grandes efectos digitales ni tampoco un argumento convincente. No tiene ningún aliciente que le diferencie.

Liga de la Justicia no es un buen producto comercial. Es desazonador que ni siquiera uno de los máximos exponentes del cine de superhéroes, Zack Snyder, haya podido vehicular e integrar un proyecto con tantos medios de producción. Y es que el bagaje del americano le hacían valedor de esta producción. Ya despuntó en sus inicios con el Amanecer de los muertos (2004), le siguió la anteriormente mencionada 300 (2006), qu es una gran adaptación del cómic de Frank Miller basado en la batalla de las Termópilas. Se encumbró definitivamente en el cine de superhéroes con la fantástica y emocionante Watchmen -adaptación del cómic de Alan Moore y Dave Gibbons. Es cierto que a partir de aquí el director abandonó su estilo propio y creativo para adoptar proyectos más estándares y comerciales; El hombre de acero y Batman vs Superman supusieron un bajón importante en su carrera. Liga de la Justicia constata este bajón.

A pesar de que sus últimos proyectos no rindieron al nivel que casi todos hubiéramos deseado, se esperaba con ansias esta nueva adaptación del universo DC. Ver juntos a Superman, Aquaman, WonderWoman, Cyborg y Flash en la misma película debería haber colmado las expectativas. Pero el director y la productora decidieron hacer un producto de prisa y corriendo con una ingente dosis de efectos digitales mal integrados en la acción real, tampoco el guion da lo mejor de sí -y eso que uno de los guionistas es Joss Whedon. La estrepitosa recaudación de estos primeros días parece constatar todo esto.

Sinopsis/Trama de Liga de la Justicia

Tras la supuesta muerte de Superman, su gran socio Bruce Wayne decide reclutar una nueva alianza de metahumanos para confrontar la enésima amenaza para la humanidad. Batman en compañia de Wonderwoman convence a Aquaman, Cyborg y Flash para integrar una alianza que derrote la nueva amenaza, Steppenwolf. Este pretende reunir tres cajas madres (una en poder de la humanidad, otra en manos de los Atlantis y otra en poder de las Amazonas) para acabar con la Tierra.

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Crítica/review de Liga de la Justicia

Los efectos digitales se convierten en los principales elementos de atención, sobre todo en las escenas de acción. De hecho cuando estas escenas tienen lugar no hay ningún elemento de acción real integrado, se podría decir que las imágenes son más propias de un videojuego que de una película. Esa integración de elementos digitales y acción real debería haberse editado mejor, tampoco es tan difícil cuando hay mucho dinero en el proyecto, y más si es Zack Snyder el jefe de todo eso. No ha podido ser peor, muchos momentos son risibles. Eso no quiere decir que no haya errores graves en sus anteriores películas -en Watchmen también hay momentos en los que parece que vemos un videojuego- pero en Liga de la Justicia esos momentos copan gran parte de las escenas de acción.

Y es que si los efectos digitales han sido horribles tampoco el elenco se ha erigido como único elemento salvable en la película. Sólo Gal Gadot ilumina levemente la escena, aunque el personaje está en modo automático, no hay mucho donde sacar; los demás actores sucumben estrepitosamente. Y es que el Batman de Ben Affleck puede ser el peor de todos los Batman habidos, Jason Momoa y Henry Cavill tampoco tienen nada que aportar. Todo se resume en unos personajes planos y llenísimos de clichés que actúan aleatoriamente en una historia mil veces ya contada. Para colmo nos encontramos a un maligno poco carismático además de plano.

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Por si todo lo anterior fuera poco también se le une una historia predecible, plana, sin sentido y sin matices. Todo ésto conlleva a un argumento estándar de lugares comunes, de hechos aleatorios y recursos ya vistos hasta la saciedad. Todo ocurre porque así debe ser, no porque sea consecuente al juego de los factores. Y, como no, está presenta la moraleja final en la que todos debemos unirnos en contra de un mal mayor porque es bonito vivir en la Tierra, pero, para colmo, aquí está forzadísimo y puesto con calzador en esa parte final tan ridícula. Hay que pasar página rápidamente.