“La pirámide inmortal” es el último libro de Javier Sierra y sin duda un gran éxito a los pocos meses de su publicación. Basada en una experiencia misteriosa que cambió la vida de Napoleón, está considerada por el autor como su “mejor obra”.
Javier Sierra en su despacho en una foto para la entrevista junto al logo de Galakia.com
Javier Sierra es un autor que necesita poca presentación pero grosso modo diremos que es el primer escritor español que ha entrado entre los 10 más vendidos con un sexto lugar en Estados Unidos, según el “New York Times”. Fue en marzo de 2006 con su novela “La cena secreta”, que se ha publicado en 42 países y con más de tres millones de ejemplares. Ésta, junto a su otra novela “La dama azul” editada en unos 20 países, lo convierten en el 2º escritor español contemporáneo más traducido. Pero se espera que “La pirámide inmortal” también sea traducida a otros 40 idiomas, con lo cual quizás no tarde en pasar al primer puesto de ese honorífico ranking.
Hablamos con Javier Sierra entre otras cosas de su última obra después del “Maestro del prado” con el título “La pirámide inmortal” que es, según el autor, su mejor obra hasta ahora.
-
-
Enhorabuena por el éxito obtenido con su último libro “La pirámide inmortal”. ¿Después de tantos éxitos ha conseguido lo que esperaba o aún ronda el temor de que un libro no funcione?
— Cada libro es como volver a empezar. Partes de la nada para llegar al “todo”. Y esa perspectiva no sólo afecta al proceso creativo sino también a la suerte del libro. A fin de cuentas, el lector es soberano a la hora de decidir leer o no un libro; tiene que interesarle el contenido y, naturalmente, apreciar la “visión” del autor… así que la incertidumbre existe. Pero yo no la llamaría temor.
¿“La pirámide inmortal” es como una continuación, una
Portada del último éxito de Javier Sierra “La Pirámide Inmortal”
revisión o una profundización de una de sus primeras novelas “El secreto egipcio de Napoleón”?
— Es una revisión, una reescritura de “El secreto egipcio de Napoleón”. Es una nueva versión construida sobre inquietudes más amplias que las de la novela que publiqué en 2002, y en donde incorporo elementos vinculados a la filosofía del Antiguo Egipto y a la relación del amor y la muerte que no fui capaz de articular hace más de una década. No obstante, y para no llevar al lector a engaño, insistí en que la frase “El secreto egipcio de Napoleón” figurara como subtítulo de “La pirámide inmortal” e incorporé al final de la obra unas páginas explicando el proceso que me ha llevado de una novela a otra.
El amor toma una mayor relevancia en esta historia, tema que además no ha explorado en sus anteriores trabajos ¿Qué lugar cree que ocupó en un hombre tan ambicioso y complejo como Napoleón?
— Bonaparte fue un hombre de “sangre caliente”, de carácter mediterráneo, para el que el amor ocupó un lugar muy importante. No me refiero al mero amor pasional sino a la necesidad de implicarse, de fundirse con las grandes cosas que ofrece la vida. Tuve muy presente esa faceta del personaje para construir la relación que sustenta toda mi trama.
Javier Sierra a los pies de “La pirámide inmortal” foto de Carlos Ruiz
La novela gira en torno a una experiencia que cambió la vida de Napoleón y que usted personalmente también experimentó en 1997. ¿Tiene algo de biográfico lo que supuestamente Bonaparte pudo vivir en esta historia?
— En cierto modo, así es. Estaba en un callejón sin salida en mi búsqueda de información sobre la noche que pasó Bonaparte dentro de la pirámide. El general no escribió ni una palabra sobre el tema y sus allegados nunca le sonsacaron qué le ocurrió realmente allá dentro, así que decidí imitarle para saciar mis dudas… y es ahí donde pueden surgir esos vínculos entre su experiencia y la mía.
¿En qué modo transformó la vida de Javier Sierra esta experiencia?
— Hasta 1997 no logré pernoctar en la Gran Pirámide, y lo hice sin saber muy bien a qué me estaba exponiendo. En realidad, aquella noche conseguí construirme una idea muy cercana de lo que es la muerte, el fin… Y me impresionó. De hecho, he tardado mucho en digerir mis horas de oscuridad y aislamiento en la Gran Pirámide, y cuando recuerdo aquello todavía creo que no lo he superado. La verdad, ¡no me extraña que Bonaparte no quisiera hablar nunca de su noche en la pirámide! Aunque, eso sí, enfrentarse a algo de ese tipo te curte, te quita muchos miedos.
¿Esa falta de miedos es quizás el secreto del éxito de Javier Sierra o lo que le animó a escribir y publicar en el 98 “La Dama Azul”, dando el salto a la novela histórica que tantos éxitos le ha proporcionado?
— Quizá sí. De hecho, la primera novela que escribí después de la noche en la pirámide fue “La dama azul”. Y créame: tuve que pertrecharme de valor para dejar mis hábitos de periodista y construir unos nuevos, de narrador. Pero como me pregunta por el “secreto del éxito” le diré algo más: el único secreto está en ser fiel a tu misión.
Se vuelve a reeditar ahora, 15 años después, “En busca de la edad de oro” un libro de investigación que recorre sitios emblemáticos de misterio por todo el mundo. ¿Es sólo una reedición o está revisado tras las experiencias vivenciadas en estos años?
— En este caso es sólo una reedición. Hacía algún tiempo que “En busca de la edad de oro” estaba fuera de las librerías y era necesario que regresara: en él se muestra muy bien cómo investigo lo que se escapa de los cánones de la Historia y qué temas son los que más me “iluminan”. De algún modo, es un autorretrato de lo que soy.
Muchas gracias por su atención.
—Un placer.
