Estamos viviendo en una época de resurgimiento de la alimentación saludable. Queremos estar bien por fuera y para ello nos cuidamos también por dentro. La chía es una semilla que forma parte de ese grupo de alimentos con una gran cantidad de propiedades beneficiosas para el organismo.

¿Qué son los superalimentos?

Aunque en algunas culturas los utilizan desde hace miles de años, recientemente se han ido incluyendo en occidente para ayudar a paliar el estrés, el cansancio y la prevención de enfermedades cotidianas.

Al añadirlos a la dieta diaria como complemento alimenticio, tienen múltiples beneficios para mantenernos más jóvenes, atléticos, sanos y con más energía. Esto se debe a que son una gran fuente de fibra, vitaminas y minerales.

Algunos de los más usados y conocidos son:

• Semilla de chía
• Bayas de goji
• Quinoa
• Equinácea
• Stevia

La semilla de chía y sus propiedades

Sus numerosos beneficios han ido dando que hablar y propagando la buena fama de estas pequeñas semillas. Poseen una gran cantidad de antioxidantes, son una fuente completa de proteínas, calcio, boro (mineral que ayuda a que se produzca la absorción de calcio en los huesos), ácidos omega 3 y son una excelente fuente de fibra soluble de origen vegetal.

Es un complemento alimenticio muy beneficioso para ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares, reducir el colesterol, la diabetes, regular el sistema digestivo, artritis e hipertensión, entre otros.

Bien es conocido su uso para la pérdida de peso, pues tiene la particularidad de dar sensación de “estar lleno” (sobre todo cuando se toma hidratada), por lo que ayuda a controlar el apetito.

Como con otros muchos alimentos con estas características, no por tomar mucha chía se tiene más beneficios. Según nutricionistas, una cucharada de chía al día es suficiente para aprovechar sus propiedades. En este punto, también hay que tener en cuenta que cada cien gramos tiene aproximadamente 540 calorías.

Como cualquier otro alimento, a pesar de ser beneficioso para la gran mayoría, puede tener efectos adversos en determinadas personas, por lo que antes de tomarla es recomendable consultar con el médico de cabecera.

Cómo preparar la chía

Se puede ingerir tanto seca como hidratada, dependerá de para qué se quiera utilizar. Aun así, la forma más común de tomarla es hidratada, ya sea en agua, zumos o algún otro líquido.

El modo de hidratar la chía es el siguiente: Agregar una cucharada sopera de semillas en una taza con agua templada, mover y dejar reposar mínimo 30 minutos. Pasado este tiempo, se habrá formado un gel alrededor de cada semilla, dándole el aspecto de caviar. Una vez hidratado, puedes añadirlo a zumos, yogures, tortitas… A continuación podrás ver algunas ideas para incluir la chía en tu alimentación diaria.

Semillas de chía hidratada

Mini tortitas de avena y chía

Al no llevar azúcar ni harina de trigo (puedes usar la harina que prefieras), se podría considerar saludable. Así mismo, en vez de leche de almendras puedes usar la que más te guste, tanto vegetal como animal. Las preparo una o dos veces por semana y aparte de proporcionar energía por la chía, también hay que tener en cuenta que el resultado final es para chuparse los dedos.

Ingredientes

• 1 vaso de leche de almendras
• 1 vaso de harina de avena
• 1 huevo
• 1 cucharadita de levadura
• 1 cucharada de panela
• Una pizca de sal
• 2 cucharaditas de aceite de coco
• 1 cucharadita de canela
• 2 cucharaditas de chía

Preparación

1. Mezclar en un bol todos los ingredientes con ayuda de una varilla hasta que no queden grumos
2. Dejar reposar de 30 minutos a 1 hora en el frigorífico
3. Calentar una sartén antiadherente a fuego medio
4. Añadir tres cucharadas de la mezcla
5. Cuando empiecen a hacerse en la superficie agujeritos, dar la vuelta y dejar un minuto y medio
6. Emplatar y degustar

Tortitas de avena y chía

Pan de quinoa y chía

Este pan es apto para celiacos, pues no contiene gluten. Es idóneo para tomar tras una sesión de ejercicio. Se puede comer con mermelada, frutas, como bocadillo o simplemente con aceite. Tiene un sabor muy característico y diferente y es muy saciante.

Ingredientes

• 350gr de quinoa
• 30 gr de chía
• Zumo de medio limón
• Una pizca de sal
• 1 cucharadita de bicarbonato
• 70 ml de aceite de oliva virgen extra
• ½ vaso de harina de espelta
• Surtido de pipas de girasol y calabaza (opcional)

Preparación

1. Mezclar las semillas de chía con 1 vaso de agua y dejar reposar 30 minutos
2. Lavar y cocer la quinoa durante 4 minutos. Escurrir
3. Mezclar todos los ingredientes excepto la harina de espelta en una licuadora y mezclar a velocidad media durante 5 minutos. Se pueden añadir también algunas pipas. Yo tengo una batidora de vaso y estoy muy contenta, funciona muy bien para estas recetas.
   
4. Añadir la harina de espelta y mezclar hasta que la masa sea homogénea
5. Verter en un recipiente, hacer una bola y dejar reposar un par de horas cubierta con un trapo húmedo a temperatura ambiente
6. Pre-calentar el horno a 200 grados
7. Preparar el molde. Si es de silicona, no necesita preparación. En cambio, si es de metal es recomendable cubrir con papel de horno. Para hacer este pan, uso el molde redondo para hacer tartas o quiche, pues así el resultado es un pan fino para poder usar como tostada
8. Colocar la masa en el molde y decorar con las pipas
9. Bajar el horno a 180 grados y hornear la masa entre una hora y hora y media (depende del molde). Hay que ir haciendo la prueba del pincho a partir de los 50 minutos. Una vez salga limpio tras haberlo metido en el pan, estará listo.

Pan de quinoa y chía

Hay muchas recetas para poder incluir la chía en tu día a día. Este superalimento cada vez más conocido, se adapta perfectamente a bebidas, postres y panes, como se puede ver en este artículo.