Poner en marcha un huerto urbano en casa no es tan complicado como parece aunque si requiere de cierta dedicación y pequeños cuidados. En este artículo destacamos los mejores consejos prácticos y básicos.
Desde luego ayuda sobremanera disponer en casa de un balcón, patio o terraza para ubicar nuestro huerto urbano. Y tan importante es tener un lugar amplio y soleado como disponer de la proximidad de una fuente de riego y elegir los mejores recipientes posibles para que las raíces profundicen durante su crecimiento y drenen convenientemente el exceso de agua.
La utilización de la tierra, poco arcillosa, y el sustrato, abono orgánico o compost, es fundamental. También el sembrado tiene su técnica, a no más de un centímetro de profundidad, así como la combinación en el cultivo de plantas y hortalizas.
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Riego, abono y siembra en un huerto urbano
La periodicidad del riego debe ser controlada, evitando los excesos y adaptando el riego a la estación del año en el que nos encontramos.
El desarrollo idóneo de un huerto urbano se basa en tres pilares fundamentales: la periodicidad del riego, los abonos utilizados y una buena técnica de cultivo.
Si la tierra o sustrato queda empapada pero evitando el encharcamiento de la misma es una buena señal de que se ha procedido a un buen riego. También es preferible el riego automático por goteo al manual porque redistribuye más adecuadamente la humedad.
En cuanto al abono y a la siembra, sin duda, se favorece con el compost, materia orgánica que favorece el crecimiento de nuestros cultivos debido a que contiene los nutrientes necesarios.
Y por lo que respecta a la siembra, la semilla debe ser profundizada en la tierra entre 1 y 2 veces el tamaño de ésta, además de que es recomendable la combinación de frutales y hortalizas que conjuguen la necesidad de sol de unas y la mayor abundancia de riego de otras.
Más detalles en “Consejos para el riego, el abono y la siembra en un huerto urbano”.
En primavera se debe acentuar la frecuencia del riego y prestar mayor atención al riesgo de proliferación de plagas; el verano es una temporada adecuada para el inicio de la poda y para extremar la protección de las especies debido al sol y al calor; en otoño hay que tener especial cuidado con las primera heladas para que no afecten a la siembra y cosecha debiéndose abonar la tierra con fertilizante y, por ultimo en invierno el riego debe ser mucho menos frecuente y es estrictamente desaconsejable realizar trasplantes.
Es interesante conocer además el calendario propicio para el cultivo en un huerto urbano. Consulta para ello este enlace.
Las plagas más frecuentes y los consejos para acabar con ellas
Pero los principales enemigos que acechan a un huerto urbano serán los insectos y bichitos en forma de plagas que pueden arruinar todos nuestros esfuerzos.
Las plagas más habituales son el pulgón, la araña roja, la mosca blanca, el gusano y la oruga de col. Y pueden provocar el mildiu, un hongo que afecta a las hojas y frutos; el oídio que provoca un aspecto algodonoso en hojas y tallos que acaban pudriéndolas; o la negrilla, un hongo que ennegrece el tallo y ocasiona el debilitamiento extremo del crecimiento de los cultivos.
El riego, el uso adecuado de abonos, la diversificación en la siembra de vegetales y su combinación con otras plantas reducen el riesgo de plagas. Es recomendable no utilizar productos químicos para su erradicación priorizando el uso de remedios naturales tales como la plantación de hierbas aromáticas y la siembra de vegetales con plantas que repelen insectos como la menta, el tomillo, la albahaca, o el romero entre otras.
Sugerimos la lectura del artículo “Las plagas más habituales en un huerto urbano y como frenarlas” para conocer más exactamente este tema.