José Manuel García-Otero vuelve a deleitarnos con un nuevo libro. ‘El frío anochecer de los espejos’ (Pentian). Su segunda novela. Como en la anterior, ‘El arma de los invisibles’, otro thriller con tramas policíacas en la que se suceden varias historias paralelas
José Manuel García-Otero, periodista sevillano, comenzó su andadura profesional en El Correo de Andalucía para convertirse posteriormente en todo un referente en el periodismo deportivo con su facilidad para enganchar diariamente a los lectores a través de sus entrevistas,reportajes, informaciones o crónicas. Siempre con un estilo personal e intransferible. Con un lenguaje culto, vivo, punzante. Un contador de historias diarias. Primero, en las páginas de MARCA, para luego hacerlo en las del diario As y actualmente, ya en versión digital, en El Confidencial, donde da su visión semanal a un tema de candente actualidad.
Un José Manuel García-Otero que no solo escribe de deportes. En El Diario Fénix da su versión sobre temas del momento en todas sus vertientes: sociales, culturales, políticos. Una delicia leerle. Sabe llegar al lector con las palabras precisas y exactas. Haciendo gala de un lenguaje rico, generoso y penetrante. Como también lo consigue en su vertiente como novelista. José Manuel hizo sus pinitos como escritor durante su etapa en MARCA donde publicó historias monográficas de varios futbolistas. Casos de Rafael Gordillo (“El fútbol con las medias caídas”) o Emilio Butragueño (“Buitre Real”), además de dejar su firma en las historias coleccionables por fascículos del Sevilla, Real Madrid, Atlético y Real Zaragoza.
El frío anochecer de los espejos‘El frío anochecer de los espejos’ nada tiene que ver con ‘El arma de los invisibles’ (2010). No es una continuación. Bueno, sí. El nuevo guiño del escritor sevillano con la novela negra. Un género en el que no quiere encasillarse, pero que le está dando buenos réditos para enganchar a sus seguidores en la lectura de sus casi 500 páginas. Un libro que aborda varias historias paralelas, diferentes entre sí, pero que al final de la trama confluyen en una sola. Todo un ejercicio equilibrista del que José Manuel sabe salir airoso y que con un ritmo ágil logra la complicidad de los personajes con los lectores.
Una trama en la que aparecen entre otros, un subcomisario que investiga un caso de corrupción en la policía, un argentino que deja su país y emigra a España en busca de una segunda oportunidad o la de un colombiano que se ve obligado a cambiar de residencia para evitar ser asesinado. Tres personajes, que a priori, nada tienen que ver unos con otros, pero que finalmente sus destinos se acabarán uniendo en una trama en la que de entrada todos tienen en común haber sido blanco de unas particulares desgracias personales.
Eso no quita que en las páginas de la novela no se introduzcan tintes románticos. Otra cosa en común que tiene el subcomisario, el argentino o el colombiano es que cada uno de ellos hablan con su yo a través del espejo. Cómo lo hacemos muchos en algunos momentos de nuestras vidas. Ante el espejo se desnudan. De manera individual, analizan sus vivencias, actos o comportamientos. No faltan los reproches o los reforzamientos de sus conductas. Una forma de autoanálisis. Huyen del psiquiatra o el psicólogo. Ellos sustituyen el diván por el espejo.
Entremedias de ‘El arma de los invisibles’ y ‘El frío anochecer de los espejos’, José Manuel García-Otero hizo un paréntesis para retratar al mejor futbolista del momento y uno de los más grandes de la historia del balón: Leo Messi. Y lo consiguió en ‘Messi, sueños de un Principito (Alposte) en 2o13. En él, Vicente del Bosque, Menotti, Valdano, Cappa, Rexach, Kiko o Riquelme, entre otros, aportan su opinión sobre el menudo futbolista argentino, rey contemporáneo del balón.
Messi, sueños de un principito