Dresde es una agradable ciudad alemana situada en el estado federado de Sajonia, del que es capital. Fue una de las localidades más castigadas durante la II Guerra Mundial, ya que los bombardeos de febrero de 1945 la redujeron a escombros, además de provocar la muerte de más de 25.000 personas.
La ciudad alemana de Dresde Dresde resurgió de sus cenizas, tras quedar prácticamente destruida durante la II Guerra Mundial. La mayoría de los edificios más emblemáticos fueron reconstruidos, y poco a poco fue convirtiéndose en uno de los lugares más recomendables para ser visitados en Alemania. En la actualidad, Dresde es una ciudad que ofrece una animada vida social y cultural, además de contar con una magnífica oferta monumental.
El clima de Dresde
La ciudad de Dresde posee un clima de tipo continental, contando con cuatro estaciones bien diferenciadas. Las temperaturas en verano son cálidas, superando sin problemas los 20 grados. Durante los meses estivales de junio y julio suele haber frecuentes lluvias. El mes de septiembre termina bruscamente con el verano, ya que las temperaturas descienden bastante. Los inviernos de Dresde son fríos, con temperaturas que bajan de los 0 grados y habituales nevadas.
Qué visitar en Dresde
Nuestro recorrido por Dresde debe comenzar por el Altstadt, que es el nombre que recibe el Casco Antiguo o Ciudad Vieja, el cual concentra los principales monumentos. Otro de los lugares a visitar es el Neustadt o Ciudad Nueva. Estas dos zonas, la vieja y la nueva, se encuentran separadas por el río Elba.
La lista de edificios emblemáticos en Dresde es larga. Incluye la Hofkirche o Iglesia de la Corte, que es la catedral católica de la villa; la Terraza de Brühl, un conjunto arquitectónico situado a lo largo de la orilla del Elba, y que incluye la Escuela Superior de Bellas Artes de Dresde; el Dresdner Schloss, que era la antigua residencia de los reyes de Sajonia; la Frauenkirche o Iglesia de Nuestra Señora, que es todo un manifiesto en contra de la guerra; el Augustusbrücke o puente de Augusto, que comunica el casco antiguo con la zona nueva; la Kreuzkirche, una iglesia evangélica del siglo XIII, o el Fürstenzug o “Mosaico del Desfile de los Príncipes”. Se trata de un mural de 101 metros que está situado en plena calle, y representa la historia de la Casa de Wettin.
Comer en Dresde
Comer en Dresde es todo un placer, ya que su gastronomía está considerada una de las mejores de Alemania. Su cocina es una mezcla entre la gastronomía tradicional de Alemania y la sajona, y sus platos se elaboran, principalmente, con pescados, mariscos y carnes. Los que comen de forma ligera deben saber que las raciones que se sirven en los restaurantes de Dresde son generalmente muy grandes.
No hay que dejar de probar platos tan tradicionales como la sopa de patatas o el asado de buey. Los más golosos disfrutarán con las Quarkkeulchen, unas bolitas de masa de requesón bañadas en azúcar glass; el Eierschecke, una riquísima tarta de huevos, almendras y pasas; el Russisch Brot, unas galletas elaboradas con cacao y clara de huevo, o el famoso Christstollen de Dresde, un bizcocho navideño con pasas, almendras y especias.
Dormir en Dresde
La oferta de alojamiento de Dresde que nos ofrece Destinia incluye varios hoteles de cinco estrellas, como el Steigenberger Hotel de Saxe, el Romantik Hotel & Restaurant Pattis o el Hotel Suitess An Der Frauenkirche; de cuatro estrellas, como el Hotel Wyndham Garden Dresden, el Intercityhotel Dresden, el Neumarkt Apartotel o el Radisson Blu Park Hotel & Conference Center, y de tres estrellas, como el Premier Airport Hotel Dresden, Münzgasse Aparthotel o el Leonardo Hotel Frental.
Motivos para visitar Dresde
Dresde, tras recuperarse de los duros ataques sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en una ciudad nueva. Hoy en día es uno de los destinos más recomendables en Alemania. Su oferta cultural y artística es fantástica, e incluye varios palacios antiguos y otros edificios de época restaurados con gran maestría.
Todo este conjunto arquitectónico tiene un precioso marco natural, donde el río Elba es el protagonista. Además, Dresde posee una magnífica oferta de alojamiento, restauración, comercial y de ocio, tanto en la zona antigua como en la nueva.
Uno de los mejores momentos para visitar Dresde es durante diciembre. En este mes tiene lugar el mercado navideño Striezelmarkt, que lleva celebrándose desde el año 1434. Es el más antiguo de Alemania, y constituye todo un espectáculo de color, luz y sonido. En esta época se consumen los dulces Christstollen, que suelen ir acompañados de un vino caliente o Glühwein. No olvides tu cámara de fotos, te hará falta para inmortalizar la belleza de la ciudad de Dresde.