La depilación con cera caliente es uno de los métodos que más personas utilizan, debido a su alta efectividad. Tradicionalmente se realizaba en los salones de belleza, y a día de hoy se sigue haciendo; sin embargo, cada vez es más habitual depilarse en casa gracias a la oferta de aparatos de cera tibia que podemos encontrar en el mercado.

En un principio puede dar miedo utilizar cera caliente en casa, pero si aprendemos de forma correcta cómo se lleva a cabo, veremos que es más fácil de lo que parece. Además, evitaremos tener que hacer malabarismos con nuestro horario para concertar una cita: podremos depilarnos en el momento que nos venga bien. Y, además, ahorraremos dinero.

La efectividad de la depilación con cera caliente es indudable: arranca todo el vello, que tarda en volver a salir, y deja la piel suave. Esto es así porque tras su aplicación los poros se abren y el vello se saca sin dificultad y de raíz. La parte negativa es que pueden aparecer irritaciones y quemaduras en la piel; algo que podemos evitar siguiendo unas indicaciones para antes, durante y después de depilarse con cera caliente.

Antes de la depilación con cera caliente

Para librarse de los pelos enquistados y los granitos, lo mejor es exfoliar la piel uno o dos días antes de depilarse. Para ello bastará con que pasemos un guante exfoliante sobre toda la superficie de piel que vayamos a depilar. ¡Ojo! Siempre debemos exfoliar mínimo el día anterior; si lo hacemos más tarde la piel puede estar sensible y por tanto propensa a dañarse con la cera caliente.
No es conveniente tomar el sol en exceso menos de 48 horas antes de depilarse con cera, la piel puede estar irritada y dañarse con facilidad. Además, la depilación será más dolorosa.
Para que el vello sea arrancado con mayor facilidad, y por tanto menos molestia, podemos aplicar una crema hidratante no grasa —si es grasa dificultará la adherencia de la cera y la depilación— una hora antes. Una buena opción son las cremas a base de agua.
No depilarse antes de que el vello tenga una largura de por lo menos 5mm; para que la cera arranque el pelo sin problema.

Cómo realizar la depilación con cera caliente en casa

Lo primero es calentar la cera tal y como indica el fabricante. Si usamos cera líquida, hemos de dejarla enfriar unos minutos y comprobar siempre la temperatura poniéndonos un poco en el dorso de la mano.
Aplicar la cera en el mismo sentido de crecimiento del vello. Para despegarla lo haremos al revés: en sentido contrario al crecimiento del vello, y de un tirón firme y rápido.
Si no estamos conformes con el resultado, volver a usar la cera, pero siempre una vez que la piel se haya enfriado.

Métodos para depilarse con cera caliente en casa

Cera depilatoria en tarro. Se calienta al baño maría o en el microondas, se aplica con una espátula y se retira con ayuda de bandas de papel.
Calentador eléctrico. La cera se derrite en su cuba, calentada por una resistencia. Regulan la temperatura. La aplicación es la misma que con la cera depilatoria en tarro.
Calentador roll-on. Se introduce un cartucho desechable en el calentador, que porta un termostato para controlar la temperatura. Se aplica sobre la piel de manera sencilla gracias al roll-on. Se retira utilizando las bandas de papel.

Después de la depilación con cera caliente

Para aliviar las posibles molestias y evitar que la piel sufra, es conveniente usar una crema hidratante calmante, por ejemplo de aloe vera.
Se aconseja no tomar el sol hasta el día siguiente para que la piel no se resienta.

Como habéis comprobado, la depilación con cera calienta en casa es fácil y cómoda solo con seguir unos sencillos pasos. Pero si aun después de leerlos no le habéis quitado el miedo, os aconsejo que echéis un vistazo a otros métodos de depilación, para encontrar el que más os conviene.