“Sully: Hazaña en el Hudson”, del realizador Clint Eastwood, es una inteligente y sobria recreación de una hazaña aérea de un piloto que cuestiona las consecuencias de sus decisiones propias tomadas durante el incidente. Protagonizada por Tom Hanks, Aaron Eckhart y Laura Linney.

A lo largo de su filmografía, Clint Eastwood ha encarnado a una diversa cantidad de individuos calificados como “héroes” que, sin importar su personalidad o motivos de impartición de justicia, actúan de acuerdo a sus creencias. Dicho rasgo tampoco es la excepción en su faceta al momento de dirigir, contando con propuestas que exaltan el patriotismo nacional bajo un corte bélico, séase el grupo de soldados estadounidenses que levantaron la bandera de su país en tierra japonesa en la Segunda Guerra Mundial en “La Conquista del Honor” (Flags of Our Fathers, 2006) o el retrato de un habilidoso francotirador en la guerra de Irak con “El Francotirador” (American Sniper, 2014).

Alejada un poco del entorno militar, “Sully: Hazaña en el Hudson” (Sully, 2016), retoma el acto heroico que es capaz de realizar el ser humano ante circunstancias extremas, en las que se encuentra en juego la preservación de la vida.

Trama de “Sully: Hazaña en el Hudson”: El heroísmo involuntario de Chesley “Sully” Sullenberger

El piloto estadounidense Cheslet “Sully” Sullenberger (Tom Hanks), junto a su copiloto Jeff Skiles (Aaron Eckhart), realizaron en 2009 un aterrizaje forzoso a causa de una severa avería en el avión del US Airways en el río Hudson de Nueva York, salvando la vida de 155 personas a bordo.

Posteriormente, ambos estarán sometidos a una serie de arduas investigaciones por parte de la Junta Nacional de Seguridad de Transporte que pondrá en duda su desempeño en el incidente.

Sully: Hazaña en el Hudson (2016) Depeliculatv Facebook

Crítica de “Sully: Hazaña en el Hudson”: Un sólido retrato de vida de un héroe nacional

Basándose en el incidente real del vuelo 1549 del US Airways acaecido el 15 de enero de 2009, Clint Eastwood narra un acontecimiento del cual si bien se conoce su exitosa resolución, centrando su atención en cómo sucedió la ola de hechos, logrando una gran solidez gracias a la elasticidad de la técnica narrativa.

El guion de Todd Komarnicki intercala de manera eficaz el momento del aterrizaje, el proceso de investigación, el tiempo presente en el que el piloto está obligado a alejarse de su esposa (Laura Linney), las memorias de su pasado en sus inicios en la aviación y las inesperadas pesadillas en las que vislumbra la muerte, traumatizado con la incidencia y aquejado por las posibilidades después de una toma de decisiones.

Eastwood mantiene la sobriedad que le caracteriza, añadiendo toques de dinamismo que dan fluidez a la trama, entrando en colación en el relato el hostigamiento de la prensa en incidencias de gran magnitud, la severidad e incredulidad de los investigadores, los pormenores del accidente y las diferentes reacciones en diferentes ángulos de algunos los pasajeros, de quienes asisten a Sully en la torre de control y de los desconcertados rescatistas.

La introspección hacia el mundo de las posibilidades dota de humanidad al héroe civil de Eastwood, atormentado por el cuestionamiento de sus propias decisiones, traumatizado con la incidencia, más próximo al entrenador que funge como figura de salvación para una atormentada pugilista en “Golpes del Destino” (Million Dollar Baby, 2004) y al anciano redentor de un rebelde adolescente en “Gran Torino” (2008). En un escenario dramático que adquiere tintes de thriller, Tom Hanks mantiene un comportamiento cálido y contenido como el piloto Sully, quien divaga entre el estrés postraumático al rememorar escenarios de impacto, su rechazo a asumir el rol como absoluto salvador y su cuestionamiento sobre la realidad que vive en los confines del hotel mientras la investigación está en curso.

El metodismo de “Sully” es también una reflexiva perspectiva del poder humano y de aquellos individuos que ejecutan actos inimaginables a la concepción consensual humana, fungiendo como una dosis de confort ante tiempos en los que las crisis, las desgracias y las inseguridades externas gritan por resoluciones e invitaciones de fe y esperanza para lidiar con ellas.