Steve Jobs es un nuevo acercamiento al genio detrás de Apple, en esta ocasión escrita por Aaron Sorkin, dirigida por Danny Boyle e interpretada por Michael Fassbender, Kate Winslet y Jeff Daniels. El resultado es una película que hace honor a este genio donde no siempre se vieron luces.
Steve Jobs siempre estará presente con nosotros. Él fue el principal responsable de que Apple este hoy en día posicionada como una de las mejores compañías informáticas, pero su desaparición fue un duro golpe para la empresa. Cinco años después de su muerte, nos llega Steve Jobs, una cinta que relata tres momentos trascendentales de su vida: La primera conferencia con el Macintosh, su primera conferencia lejos de Apple y la primera conferencia presentando el iMac. Son estos tres momentos los escogidos por Aaron Sorkin para dejar entrever que el genio de Apple tenía tantas sombras como luces.
Steve Jobs, una cinta de diálogos
Quien conozca un poco la filmografía de Aaron Sorkin sabrá que es un hombre que tiene la palabra como punta de lanza de su historia. Esto ya lo pudimos ver en El ala oeste de la casa blanca, La red social o, más recientemente, en The Newsroom. Es un guionista que sabe meter ritmo a su historia, quitando la paja existente en ella y haciendo que la acción trascurra gracias a ellos. Y Steve Jobs no iba a ser menos. Con unos diálogos que se hacen los dueños de la historia desde el minuto uno, Sorkin consigue entremezclar el presente de la historia con pequeños flashbacks que nos mostrarán el pasado de Jobs. Y todo ello con la cámara de Danny Boyle. El director de Trainspotting, la verdad, que está algo impersonal. No se vislumbra que se él quien está detrás de la cámara, pues está supeditado a la fuerza de los diálogos de Sorkin. No es como en La red social, donde se notaba la mano de Fincher.
Michael Fassbender en Steve Jobs – Foto de BagoGames
Pero todo problema que pueda haber en la dirección de Boyle se arregla con las interpretaciones de los actores. Michael Fassbender sigue estando soberbio. Pongas donde le pongas. Aquí consigue que su Steve Jobs sea duro, milimetrado, un poco borde y demuestre que no siempre fueron luces en el genio. De hecho, es como una máquina, como las que presenta en sus conferencias. Kate Winslet le sigue el ritmo como la secretaria que le ayuda en todo. La que aguanta todos los cabreos, todas las salidas de tono y todos los momentos embarazosos que puedan surgir en la cinta. Es una auténtica todo terreno, a la que los diálogos de Sorkin sientan genial.
En definitiva, Steve Jobs es una buena película. No ha hecho falta contar toda su vida al detalle para darse cuenta que este hombre era un genio, pero que también era un poco malvado, que buscaba siempre su beneficio y no miraba por nadie, siempre quería lo mejor y le daba igual el precio para conseguirlo. Una buena película que merece ser vista.
Para saber más sobre Steve Jobs
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