Finn, Rey y BB8 en ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ – foto: @cineenserio

Star Wars: El despertar de la fuerza llega para convertirse en una de las mejores películas del año, gracias al sumo gusto con el que ha sido tratada. Lástima que sus auto referencias la lastren un poco.

Han tenido que pasar diez años para que la fuerza de Star Wars volviera con mayor fuerza que nunca. Star Wars: El despertar de la fuerza es el regreso ansiado por todos los fans que se sintieron altamente decepcionados por las precuelas (Episodios I – II y III) y que pensaban que una de las mejores sagas del séptimo arte estaba ya muerta. El despertar de la fuerza revitaliza a la saga, la actualiza y a la vez sirve como homenaje a aquella trilogía que nos volvió locos, en especial al Episodio IV. J.J. Abrams, Lawrence Kasdan y Michael Ardnt han sabido lo que el público quería y han conseguido superar las expectativas. Y, aunque no es perfecta, sí que se convierte en una de las mejores películas del año. Y es que la fuerza es intensa y siempre estará con nosotros.

Finn, Rey y BB8 en ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ – foto: @cineenserio

Empezar hablar de Star Wars: El despertar de la fuerza no es fácil. Han pasado muchos años desde que George Lucas creó a su alrededor una forma de entender el cine de aventuras. Y ahora es cuando ese cine de aventuras ha vuelto a la gran pantalla. La película funciona en todos los niveles: nostálgico, entusiasta, en el de las expectativas y en el interpretativo. Todos los nuevos fichajes, unidos a los antiguos hacen que todo funcione y se encuentre cohesionado. Pero, de nuevo, todos los aplausos se los lleva el villano de la función. Kylo Ren es, con diferencia, el mejor villano de los últimos años. Y lo consigue gracias a su misterio, tanto por lo personal, por lo físico como por lo mental. Kylo Ren te mete miedo de verdad, aunque no supera lo icónico de Darth Vader, pero cerca anda.

El único pero que se le puede poner a la cinta es que es demasiado conformista. J.J. Abrams no arriesga en nada con la cinta. No toma decisiones alocadas, todas siguen un patrón, y eso la lastran. Las auto referencias a las cintas antiguas únicamente sirven para contentar a los millones de fans de todo el mundo que esperaban con ansias este nuevo episodio, pero que a muchos le va a sentar a déjà vu. Sin miedo a equivocarme, posiblemente, el mejor episodio de esta nueva trilogía se encuentre en su intermedio, es decir, en el Episodio VIII dirigido por Rian Johnson. Pero mientras eso llega, sigamos disfrutando de que la fuerza ha vuelto y lo ha hecho de una manera muy notable. Que la fuerza nos siga acompañando.