Intérpretes: Daniel Graig, Christoph Waltz, Ralph Fiennes, Mónica Bellucci.
Reino Unido.
Duración: 148 minutos.
Respeto y seguiré respetando a todos aquellos que opinan y aseguran que el nuevo Bond Daniel Graig -con cuatro películas ya a sus espaldas- es el mejor Bond que ha habido hasta la fecha, y que encarna perfectamente muchas o casi todas las cualidades y características que debe tener este agente secreto de la seguridad británica creado hace ya unas cuantas décadas por el escritor Ian Fleming. Lo seguiré respetando, digo, pero no comparto esta visión de este actor cachas y rubiales al que no le falta talento interpretativo y un físico rotundo de militar escandinavo, pero al que se le echa en falta el encanto y la elegancia que debería poseer el hombre que encarnase al mítico 007.
Tampoco voy a adentrarme en hacer comparaciones con los anteriores Bond, pero tengo que repetir que Graig no acaba de convencerme a pesar de haber disfrutado en dos de sus cintas como James Bond.
Y me refiero a la primera, Casino Royal, dirigida por Martin Campbell en 2006, y a la tercera, Skyfall, en 2012, cintas entretenidísimas e impecablemente realizadas e interpretadas, que clavaron a muchos espectadores en sus butacas. Entre medias se estrenó Quantum of solace, un film irregular y aburrido de 2008, dirigido por Marc Foster, que no pasará a la historia de las mejores cintas del agente secreto.
Spectre: Lamentablemente, no cumple las expectativas
Como creo que tampoco lo hará esta Spectre dirigida por el estupendo Sam Mendes, un director de altura y más que sobrado talento como ya lo demostró en la anterior Skyfall o en filmes como el oscarizado American Beauty o en esa espléndida historia de crisis personal y de amor que es Revolutionary Road. En esta nueva entrega James Bond luchará para hacer desaparecer a una enigmática y malévola organización secreta llamada Spectra y capitaneada por el villano Christoph Waltz, que, al parecer, es quien mueve los hilos de todo lo importante que sucede en este planeta.
Lo mejor de la cinta quizá sea la secuencia inicial ambientada en el centro de México D.F., el uno de noviembre durante el desfile de los muertos, se trata de un espectacular inicio de película hecho en parte en un difícil plano-secuencia.
Porque por lo demás el filme se deja ver pero no se recordará, ya que no entusiasma al espectador ni le hace vivir una aventura de verdad emocionante y especial. Además, si añadimos que a la cinta le sobra media hora, que el metraje se dilata demasiado innecesariamente, Spectre puede provocar más de un bostezo a muchos espectadores que tendrán ganas de que todo aquello se acabe de una vez.
De bond siempre se espera lo mejor, porque es ya una cita imperdonable para los amantes del cine, y por eso duele mucho más que Bond defraude, no esté a la altura.
A pesar de todo, ¡viva Bond! Se espera ya con ganas su próximo largometraje ya sea con Daniel Graig como un Bond “fieramente humano”, muy alejado del Bond que no sufría ni se manchaba los impecables trajes, o sin él.