Intérpretes: Chris Pratt, Bryce Dallas, Ty Simpkins, Nick Robinson.
Duración: 124 minutos.
Se vuelve a tirar de esta invención de Steven Spielberg del año 93 -basada en la novela de Michael Crichton- y que fue más que un éxito de crítica y de público. El mago Spielberg, el rey de la aventura y del entretenimiento cinematográfico, hizo un filme que maravilló a todo tipo de espectadores. No hay nadie que no haya visto aquella cinta en la que se rescataba a los dinosaurios, esos animales que fascinan a casi todos y que reinaron en nuestro planeta durante miles de años. Son animales que despiertan mucha curiosidad y simpatía y también muchísimo interés.
22 años después de aquel acontecimiento cinematográfico que originó dos partes más, la tercera del año 2001, se estrena ahora una cuarta, una continuación con la idea de volver a maravillar y a entretener a los espectadores de todo el mundo.
En esta ocasión se cuenta que la Isla Nublar, donde acontecieron los terribles sucesos de hace 22 años en aquel primer largo, se ha convertido en un parque temático hasta con versiones domesticadas de dinosaurios. Lo visitan veinte mil personas al día, pero eso no es suficiente para la economía del parque, y elaboran una nueva atracción para que se incremente el personal que les visita. Así que crean un nuevo dinosaurio, espectacular, pero las cosas no marcharán como esperaban, y la nueva criatura saldrá rebelde y originará el pánico.
“Jurassic World”: Impecable cinta de evasión
Hay que decir que la cinta cumple lo que promete. Se espera de ella entretenimiento para toda la familia, y lo da a raudales. Los más pequeños estarán encantados con un filme que agarra al espectador desde los primeros segundos con mucha acción bien ejecutada y con unos estupendos efectos especiales. Es puro entretenimiento del bueno, cine de palomita y de evasión al cien por cien con sus momentos sentimentaloides y llena de estereotipos y convenciones, y quien vaya buscando otra cosa no lo hallará aquí.
También se le perdona ciertos momentos exagerados e inverosímiles, demasiado fantasiosos, por ser el tipo de cine que es en el que los protagonistas tienen que acabar bien y salir triunfantes.
Impecable factura técnica para una superproducción que hará las delicias de muchos y que no engaña a nadie.