
Intérpretes: Dermot Mulroney, Lin Shaye, Hayle Kiyoko.
Guión: Leigh Whannell.
Duración: 97 minutos.
Las dos primeras partes de 2010 y de 2013 fueron todo un taquillazo y fueron dirigidas por James Wan. Eran cintas de terror, de casa encantada, que tenían su interés y que lograban lo que pretendían.
Esta tercera está dirigida ya por otro director, y en esta ocasión se trata de una precuela. Es decir, la trama se retrotrae a los hechos ocurridos en las dos entregas anteriores para contar lo que le sucedió a la médium Elise Rainier con una adolescente, con sus dieciocho años recién cumplidos, a la que se le ha muerto su madre de cáncer y le empieza a perseguir un espíritu maligno que no le deja en paz.
“Insidious 3”: Se recomienda ir al cine acompañado
“Insidious 3” mantiene el buen pulso de sus antecesoras. Realizada con destreza y oficio e interpretada con solvencia, la cinta logra una atmósfera inquietante que hace pasar más de un susto al espectador y que le tiene atento y agarrado del gaznate durante toda la película.
Dentro del subgénero de casas encantadas, la saga de “Insidious” se ve con placer y provoca miedo, y no defrauda al espectador. Se comprende que haya gustado tanto al público amante de este tipo de cine ya que es una saga más que correcta.
Las tres películas demuestran que con unos pocos elementos, algunos efectos especiales, unos cuantos escenarios y mucha honradez y respeto por el espectador, se puede hacer un cine más que correcto que, sin llegar a ser una obra maestra, no trata de imbécil al público y que le procura un rato entretenido y con algún que otro sobresalto.
Es cine para ir acompañado. De ese tipo de cine, o de ese género, que necesitas un brazo donde agarrarte para protegerte de los sustos y del miedo.