Intérpretes de Infierno azul: Blake Lively, Óscar Jaenada, Brett Cullen, Sedona Legge, Janelle Bailey, Angelo Josue Lozano Corzo, José Manuel Trujillo Salas, Diego Espejel, Pablo Calva.
Música: Marco Beltrami.
Guion: Anthony Jaswinski.
Duración: 87 min.
Producción norteamericana.
El español Jaume Collet-Serra se ha hecho merecidamente con un sitio y un nombre en la Industria Cinematográfica Norteamericana gracias a ser un cineasta solvente y con mucho talento, y que funciona muy bien en taquilla, realizando cintas de suspense y de acción, thrillers adrenalíticos y vertiginosos, un cine de género orientado claramente al público. Es un director estupendo, que lleva desde 2005 dirigiendo cine en aquel país, un realizador de cintas que cumplen lo que prometen, y raro es que el espectador salga insatisfecho de la sala. Domina como nadie las escenas de acción y el suspense, poco tiene que envidiar a otros directores.
Y lo demuestra una vez más con su nuevo largo Infierno azul, su sexto filme, en el que trata el atractivo tema -casi es un género en sí mismo- del tiburón asesino que tanto terror y tantos sustos ha dado a los espectadores en otras cintas ya míticas.
Collet-Serra realiza en Infierno azul un film soberbiamente realizado y montado, impecable en este aspecto, que logra poner el corazón en la boca de los espectadores con las peripecias de una joven surfista que es atacada pòr un tiburón en una playa mexicana poco visitada y que logra refugiarse, quedar aislada, en una roca a cien metros de la playa. La valiente joven, que está estudiando su último año de Medicina y que padece una crisis de fe en la profesión médica porque ha perdido hace poco a su madre por el maldito cáncer, tendrá que valerse por sí misma para hacer frente a su temible enemigo y salvarse.
Infierno azul merece la pena verse, es un film que no defrauda y que dosifica perfectamente la tensión que no todos los directores son expertos en manejar.
Buena cinta, de terror a pleno sol, y que gustará a todo tipo de espectadores. El mar, otra vez, como ese eterno creador de inquietudes, ese gran desconocido.