“Felices 140”, película de Gracia Querejeta con Maribel Verdú

La amistad no tiene precio… ¿O sí? ¿A cambio de una buena tajada cualquiera sería capaz de traicionar a los suyos? En su séptimo largometraje, Gracia Querejeta muestra de forma descarnada el lado más rastrero de las personas.

¿Dos grandes estirpes del cine español unidas? Gracia Querejeta, hija del mítico productor Elías Querejeta, escribe su segundo trabajo con Santos Mercero, vástago del gran Antonio Mercero, tras “15 años y un día”.

“Felices 140” se estrena en España el viernes, 10 de abril de 2015.

Sinopsis de “Felices 140”, ganadora del Euromillón

“Felices 140”.

Elia, veterinaria aparentemente segura de sí misma, pero en realidad una mujer frágil cumple 40 años. Esto le sirve de excusa para reunir en una casa rural de lujo en Canarias, durante un fin de semana, a unos pocos amigos y familiares, como Ramón y Elia, dueños de un restaurante, su ex pareja el pianista Mario, su hermana Cati y el marido de ésta, Juan, que ejerce como abogado, etc.

Quiere comunicarles a todos que ha sido la única ganadora del bote del Euromillón, lo que supone que ha ganado la friolera de 140 millones de euros. Pero cuando sus invitados se enteran de que Elia se ha convertido en millonaria, no sólo no se sienten tan contentos como se esperaba, sino que ponen en práctica diversas argucias para quedarse con su dinero.

Crítica de “Felices 140”, egocentrismo a mansalva

“Felices 140” se inscribe en el subgénero de reuniones de grupos que ha dado lugar a excelentes cintas como “Reencuentro”, de Lawrence Kasdan, o “Los amigos de Peter”, de Kenneth Branagh.

De nuevo la directora indaga en su temática favorita: la solidez de los vínculos familiares y afectivos puesta a prueba. En esta ocasión muestra de forma descarnada los efectos de la codicia, y el lado más oscuro del ser humano, en un título plagado de un humor negro hasta ahora ausente de su filmografía. El film, tiene grandes hallazgos, no cabe duda, como las frescas presentaciones de los personajes que interactúan con el público mirando a cámara. Pero en un momento dado la acción se estanca, y la trama parece no avanzar, y de que algunas reacciones de los personajes no acaben de resultar convincents.

Por lo general, resulta llamativa la enorme tajada que la realizadora madrileña le saca a todo el conjunto del reparto, en especial a Maribel Verdú, convertida en su actriz fetiche, y presente en sus títulos anteriores “15 años y un día” y “Siete mesas de billar francés”. Pero brillan también Marian Álvarez, como su inestable hermana, la siempre eficaz Nora Navas en un personaje desagradable, y como es habitual el gran Eduard Fernández, en la piel de Ramón, cocinero en principio bondadoso pero que se ve tentado a traicionar sus principios morales por culpa de su difícil situación económica. A pesar de los esfuerzos de Alex O’Dogherty, no acaba de resultar creíble su personaje, Polo, un hombre de negocios adinerado pero que aún así ambiciona más dinero, que acaba resultando excesivamente plano.