
Intérpretes de Zoolander No. 2: Ben Stiller, Owen Wilson, Will Ferrer, Penélope Cruz, Kristen Wig.
Guión: Justin Theroux y Ben Stiller.
Duración: 102 minutos
Me parece que fue, creo que sí, por el minuto 60 cuando no aguantando ya más bochorno por lo que estaba viendo me levanté de mi butaca, agarré el abrigo y salí del cine más cabreado que un mono al quitarle su juguete. Hacía tiempo que no me ocurría una cosa así, creo recordar que la última vez me pasó hace unos pocos años con la cuarta entrega de las aventuras de Bruce Willis y de su hijo en esa aberrante cuarta parte de La Jungla de Cristal.
Que uno se tenga que ir malhumorado y con cajas destempladas de ese templo maravilloso que es una sala de cine hace que el resto del día ya uno no esté bien, que ya nada le agrade, que esté disgustado como un tonto, y hasta procure no hablar mucho con la pareja y con los hijos porque teme que vaya a salir de su garganta alguna frase desagradable para con ellos y no lo merecen por nada del mundo, y lo único que desee es que se acabe ese día, y así me marché a la cama esperando que el nuevo día fuera más prometedor y me ofreciese mejores cosas. Porque Zoolander No.2 es lo que se dice un engendro, un espanto, un insulto contra el cine y contra la inteligencia de los espectadores como hacía tiempo que no había visto.
Esta segunda parte -de una primera de 2001 que se convirtió en toda una cinta de culto y que es también una comedia sin mucho atractivo y sin demasiado aliciente que trataba de ser una parodia de las pasarelas y de la alta moda y de los top models-, es un sinsentido ridículo, y uno siente lo que se dice vergüenza ajena por esos actores y por esta producción. Y sobre todo lo siente por nuestra Penélope Cruz, esa gran actriz que ahora mismo está en lo mejor de su carrera, y que parece que le han gastado una broma muy pesada ofreciéndole este papel.
Zoolander No.2: Derek y Hansel, juntos de nuevo
¿Que qué cuenta esta segunda parte? Pues habla de que diez años después de que los super modelos Derek y Hansel se hayan retirado de las pasarelas por motivos que ni merece la pena explicar, vuelven al trabajo para intentar recuperar la fama, el éxito y el dinero que perdieron. Y para ello viajan a Europa a competir con las nuevas celebridades de la moda, y también de paso para que Derek encuentre a su hijo que no conoce, y para ayudar a las autoridades -a una explosiva Penélope Cruz, eso sí- a atrapar a un asesino que está matando a cantantes famosos como Madonna o Bruce Springsteen o Justin Bieber, un Justin que es lo primero que sale en la película al ser perseguido por ese malvado.
De todas formas, para los amantes de la primera cinta y de este humor tan poco ingenioso y de estos dos guiones tan vacíos, esta tan esperada segunda entrega será también un rico manjar. Y para ellos, todo mi respeto, sin duda.