“Una Mujer Fantástica”, del realizador chileno Sebastián Lelio, es un humano retrato sobre la aceptación personal y la desventaja de la homofobia, agregando pequeñas dosis de thriller que mezcla onirismo. Estelarizan Daniela Vega, Francisco Reyes y Luis Gnecco.

En ocasiones, la búsqueda por alcanzar la libertad individual no resulta tan fácil de lograr a causa de la intolerancia de una sociedad que no puede desprenderse de un conservadurismo evidenciado en las creencias religiosas, la diversidad de opiniones, la sexualidad y en las perspectivas de género, en específico, en los puntos de vista de la mujer.

Desde la búsqueda de la posibilidad amorosa por parte de una mujer en sus cincuentas en “Gloria” (2013), la exploración del visionario femenino del realizador chileno Sebastián Lelio alcanza un punto crucial en “Una Mujer Fantástica” (2017), un íntimo retrato sobre la búsqueda de la felicidad a través de la superación del rechazo social y del duelo provocado por la pérdida del ser amado. Ganadora del Óscar 2018 a Mejor Película Extranjera.

Trama de “Una Mujer Fantástica”: La aceptación con onirismo

Marina (Daniela Vega) es una joven transexual que trabaja como mesera, sueña en convertirse en cantante profesional y mantiene una estable relación con Orlando (Francisco Reyes), un hombre veinte años mayor que ella.

Tras la inesperada muerte de Orlando, Marina atravesará por una serie de pruebas difíciles, entre ellas la injusta sospecha de asesinato cernida en ella y la discriminación social de la familia de su pareja.

“Una Mujer Fantástica” (2017) O Cinema Facebook

Crítica de “Una Mujer Fantástica”: Una humana perspectiva de la soledad y el duelo ante la pérdida

Ganadora a Mejor Guion en la edición 67 del Festival Internacional de Cine de Berlín, el relato, escrito por Sebastián Lelio y Gonzalo Maza, aborda, además de la soledad bajo el punto de vista femenino, a la confrontación de la identidad de elección ante una sociedad conservadora e intolerante a lo que sale del convencionalismo de creencias, entre ellas la transexualidad y a todo aquello que puede resultar diferente a lo que está acostumbrada. Marina (una destacada Daniela Vega) defiende con sutilidad su condición ante las autoridades y los doctores que la consideran sospechosa de la muerte de su pareja, así como a la intolerante familia de éste, al exigir su derecho humano de despedida de un ser querido.

A su vez, Lelio agrega también interesantes pizcas de thriller que entrevé la complejidad de secretos en una relación de pareja. Marina investiga sobre la llave de un locker de Orlando, llevándola no únicamente a descifrar aspectos desconocidos sobre él, sino también entra una paranoia psicológica en la que percibe un acechamiento fantasmal del hombre que la instará a actuar a su favor a pesar de las circunstancias.

La trama utiliza elementos oníricos para representar los sueños y la dificultad por la que atraviesa Marina, como el contraviento que representa a la adversidad que le imposibilita avanzar en su vida y la ensoñación como una exitosa cantante que le da fuerzas para salir avante de la homofobia de la que es víctima y la violencia que padece por parte de la familia de Orlando por su inclinación sexual, llevándola a tocar fondo y a recomponer su espíritu tras una fuerte debacle en una discoteca, para así alcanzar una previsible resolución que enfatiza los derechos humanos.

“Una Mujer Fantástica” utiliza recursos visuales que enfatiza la seguridad, los cuestionamientos personales (como el espejo que refleja su búsqueda por fortalecer su autoestima) y los tragos amargos por las que atraviesa una persona y es una humana y minuciosa perspectiva de los prejuicios y la intolerancia de los seres humanos, por medio de un personaje con muchas aristas de interpretación psicológica, resaltando la importancia del respeto y la dignidad.