Tras el paréntesis que supuso el spin-off “Rogue One”, llega a las carteleras la continuación de la nueva trilogía galáctica sin George Lucas. Crítica de “Star Wars: Los últimos jedi”, sin spoilers.

Daisy Ridley.

A buena parte de los apasionados de “La guerra de las galaxias”, les devolvió la ilusión “El despertar de la Fuerza”, que dejó un final lleno de interrogantes. Por eso se ha hecho larga la espera para la continuación, más o menos amenizada con “Rogue One”, un desigual spin-off.

Por fin “Star Wars: Los últimos Jedi”, episodio VIII de la saga, se estrena casi simultáneamente en todo el mundo el viernes, 15 de diciembre de 2012, también en España.

Sinopsis de “Star Wars: Los últimos jedi”, la Primera Orden contraataca

Oscar Isaac y BB8.

Se disfruta mucho más sin saber demasiadas cosas. Se puede adelantar que la Resistencia huye a la desesperada de la implacable persecución por parte de las tropas de Snoke, líder supremo de la Primera Orden, que tiene como sicario a Kylo Ren, hijo de Han Solo y la Princesa Leia, que domina el lado oscuro de la Fuerza. Éste se conecta y mantiene conversaciones con Rey, que ha viajado al planeta donde se ha exiliado el legendario jedi Luke Skywalker, al que pide que se una a su bando.

Mientras tanto, Finn y Poe se han dado cuenta que el enemigo puede rastrear en el hiperespacio a las naves que transportan a las personas de su bando, por lo que escapar resultaría imposible. Pedirán ayuda a su antigua aliada Maz Kanata, ocupada con problemas sindicales, que les sugerirá recurrir a un descifrador con el que podrán entrar en el crucero insignia de los villanos.

Crítica de “Star Wars: Los últimos jedi”, sin spoilers

Había generado esperanzas entre los aficionados al cine fantástico el fichaje como director del episodio VII de “Star Wars” de Rian Johnson, brillante director de títulos como “Brick” y “Looper”, un tanto minoritarias. Logra un resultado bastante satisfactorio, pues ofrece las suficientes dosis de espectacularidad, así que quedará en general contento el gran público, pero también los incondicionales.

Juega en su contra que abusa de los golpes de humor, hasta derivar en un tramo, que se desarrolla en un casino, demasiado disparatado, por lo que se produce algún altibajo. De ahí algunas críticas desfavorables de algún crítico que ha escrito sin pudor que tuvo que salir al baño en medio de la proyección–. Pero en la segunda mitad el ritmo ‘in crescendo’ deriva en un tramo final memorable. No faltan secuencias de primera categoría, como el enfrentamiento con la guardia roja de Snoke, equipada con original armamento, o el climax final, en un escenario ya conocido, todas ellas plagadas de efectos visuales brillantes, y aderezadas con la partitura del maestro John Williams, que no innova demasiado, más bien se limita a rescatar temas ya conocidos de probada solvencia.

Resultan gratos sus homenajes a la trilogía clásica, que traerán muchos recuerdos nostálgicos a los espectadores veteranos. Si en “El despertar de la Fuerza” se jugó con rescatar todos los elementos de “La guerra de las galaxias”, aquí se hace lo propio con “El imperio contraataca”, pues a grandes rasgos los malvados acosan a la Resistencia, mientras que el personaje central empieza a evolucionar de novato a veterano conocedor de los secretos de la Fuerza. Pero el guión del propio Johnson juega muy bien a romper tópicos, o a irse por caminos insospechados. Se centra sobre todo en la responsabilidad de los maestros a la hora de guiar a las nuevas generaciones, pero también tienen interés sus reflexiones sobre las relaciones entre los subordinados y sus superiores, o la falta de escrúpulos de quienes en beneficio propio no tienen reparos en negociar con ambos bandos de un conflicto.

Como cabía esperar el reparto realiza un buen trabajo, demostrando que se conocen bien a sus personajes. Tendrá una excelente carrera como actriz Daisy Ridley, que plasma bien los cambios progresivos de la chatarrera Rey. John Boyega imprime otra vez gran simpatía al desertor Finn, al que le aporta sobre todo mucho humor. El todoterreno Oscar Isaac se luce más que en su predecesora, porque Poe Dameron, el piloto de la Resistencia que le ha tocado, tiene más presencia. No decepcionan los recién llegados sobre todo la oriental Kelly Marie Tran, como la resistente Rose, Laura Dern en la piel de Oldo, vicealmirante, y Benicio del Toro, genial como siempre como el apostador DJ.

Pero roba la función el veterano Mark Hamill, llevando a su Luke Skywalker a extremos insospechados. Resulta asímismo emotivo contemplar la última interpretación de la fallecida Carrie Fisher, que encarna por última vez a la princesa Leia, por lo que el film está dedicado a su memoria.