“¡Madre! (Mother!)”, del realizador Darren Aronosfky, es una osada, desvariada y turbia espiral sobre la fama, la devoción literaria y la maternidad. Estelarizan Jennifer Lawrence y Javier Bardem.

A largo de su filmografía, el realizador Darren Aronosfky ha reiterado en la turbiedad que representa el descenso mental del individuo a raíz de su obsesión por alcanzar la perfección en la disciplina en la que se desempeñara. Desde la búsqueda de un atormentado matemático por revelar el número de los patrones del universo en “Pi: El Orden del Caos” (Pi, 1996) o la obsesión por lucir la figura perfecta a base de la adicción por pastillas reductoras de peso en “Réquiem por un Sueño” (Requiem for a Dream, 2000), Aronosfky también ha mostrado interés por cubrir aspectos que vislumbren metáforas sobre la vida.

“¡Madre! (Mother!)” (Mother!, 2017) aborda una ensalada de paranoia y psicosis que saltan desde los paralelismos con la Biblia hasta feroces y absurdas críticas a la superficialidad de la sociedad.

Trama de “¡Madre! (Mother!)”: La fama, la maternidad y la concepción

Una joven ama de casa (Jennifer Lawrence) mantiene un estable matrimonio con un talentoso poeta (Javier Bardem) en una casa en el campo alejada de la ciudad. Su relación es puesta a prueba cuando un extraño (Ed Harris) irrumpe de manera abrupta al hogar acompañado por su esposa (Michelle Pfeiffer).

Crítica de “¡Madre! (Mother!)”: Burda, explosiva y claustrofóbica metáfora bíblica

¡Madre! Mother! (2017) Depelículatv Facebook

En “¡Madre! (Mother!)”, la psicosis reside en la atmósfera de la casa, irrumpida de manera violenta por la visita de desconocidos, cuestionando la cordura y la necesidad de alcanzar la perfección como ser humano, séase como ama de casa (La Madre) o como artista (El Poeta). Reminiscente del thriller psicológico de “El Cisne Negro” (Black Swan, 2013) y de la evocación mística de “La Fuente de la Vida” (The Fountain, 2006), Aronosfky construye una incesante tensión que incrementa de manera constante, siguiendo la mayor parte de los movimientos de la joven protagonista para guiarla hacia una paulatina debacle emocional a causa de las constantes irrupciones por extraños que amenazan con destruir su hogar, obsesionada por restaurarlo.

Los tintes góticos de la primera mitad de la trama enaltecen en suspenso y misterio por el origen de la casa y el motivo de su reconstrucción, con cuestionamientos espirituales que abarcan su latido de vida y la creación literaria, imperando también la crudeza en el retrato de la vanidad y la invasión de la privacidad, esta última con una influencia directa de “El Ángel Exterminador” (1962) de Luis Buñuel.

La incertidumbre sobre los comportamientos anormales de los “intrusos” domésticos, con la esencia paranoica de “El Bebé de Rosemary” (Rosemary´s Baby, 1968) de Roman Polansky, recrea una perturbación que cala a la madre, a su amor incondicional por su marido y al ego de éste, el poeta con un fuerte bloqueo creativo que prefiere los aplausos y la veneración lasciva hacia su persona, afirmado como un “iluminado” por las masas.

Sin embargo, el relato ejecuta un cambio drástico de tono en el que el misterio cede a un carnaval burdo y explosivo de violencia y desvariadas observaciones sociales en el que la egolatría, el amor por la literatura, el fanatismo capaz de originar peligrosas sectas y la fama no logran conectar congruencia alguna, desatando una serie de deducibles metáforas bíblicas sobre el rol maternal y su incondicionalidad, el padre que tiene una presencia influyente y la inocencia del infante (hijo del hombre venerado) que restan sentido a su incisivo mensaje anti-sociedad, resultando en un desenlace desconcertante y fuera de control.

Sin que el magnético elenco pueda impulsarla en la ejecución de su trama, “¡Madre! (Mother!)” es la cinta más divisiva y osada de Darren Aronosfky. Un carrusel gore de ideas desvariadas, excesivas y confusas que, a pesar de brindar un poco de originalidad ante la excesiva presencia de remakes y superhéroes, la tensión e incertidumbre no son suficientes para brindar sentido a su incómoda e incoherente propuesta, tanto a nivel visual como narrativo.