Katniss Everdeen se prepara para liderar la rebelión. Llega a las pantallas el principio del fin de la saga distópica. “Los juegos del hambre: Sinsajo (parte 1)” es uno de los títulos más esperados del año para el público juvenil.
Adaptación del tercer y último libro de la saga escrita por la estadounidense Suzanne Collins, que se ha llevado al cine a ritmo de un volumen por año. Siguiendo la estela de otras franquicias juveniles, como “Harry Potter” y “Crepúsculo”, la entrega final se ha dividido en dos películas, de cara a estirar el filón.
Así, en 2012 se estrenó “Los juegos del hambre”, en 2013 “En llamas”, y el final llegará a finales de 2015 con la segunda parte de “Sinsajo”. El director inicial, Gary Ross, fue sustituido por Francis Lawrence, que se ha ocupado de todas las demás entregas, manteniendo básicamente el mismo reparto.
“Los juegos del hambre: Sinsajo (parte 1)” se estrena en España el viernes, 21 de noviembre de 2014.
Sinopsis de “Los juegos del hambre: Sinsajo (parte 1)”, comienza el levantamiento
Jennifer Lawrence en “Sinsajo (Parte 1)”.
Katniss Everdeen ha sobrevivido a la última edición de los Juegos del Hambre gracias a la intervención de los insurrectos, que le llevan a su base. Allí, descubre por televisión que Peeta Mellark sigue vivo, pero concede entrevistas dudosas en las que parece condenar las actuaciones de los rebeldes.
Éstos, liderados por la presidenta Alma Coin, preparan un ataque contra el tiránico gobierno. Para triunfar, necesitan un símbolo que anime a las masas a la rebelión, por lo que la líder le ofrece a Katniss convertirse en el Sinsajo, que representará la rebelión contra el Capitolio, tras rodar una serie de anuncios arengando a las masas. La joven exige a cambio que se otorgue inmunidad a todos los vencedores de los Juegos del Hambre que fueron apresados por los hombres del Presidente Snowden, especialmente a Peeta.
Crítica de “Los juegos del hambre: Sinsajo (parte 1)”, guerra mediática
En la línea de las anteriores partes, al menos no ofrece demasiadas concesiones para el público adolescente, como los diálogos melosos y los jóvenes quitándose la camisa venga a cuento o no de “Crepúsculo”, y tiene los suficientes temas de fondo como para que llegue a un público más amplio. En concreto sigue abordando la propaganda mediática, y el potencial de la televisión para mantener distraídas a las masas, a través de la utilización que realiza el villano Snowden, de su prisionero, Peeta, del que ofrece entrevistas manipuladas, una realidad que no está tan alejada del mundo actual.
El film tiene a su favor que emprende nuevos caminos, en lugar de repetir el esquema de las dos anteriores. Además, Jennifer Lawrence (que a pesar del apellido no pertenece a la familia del realizador) demuestra una vez más que a pesar de su juventud posee una enorme habilidad interpretativa, marcando muy bien la evolución de su personaje hacia una guerrera. Le acompaña un solvente reparto, en el que destacan grandes veteranos como Woody Harrelson, Donald Sutherland, Stanley Tucci, Julianne Moore y el gran Philip Seymour Hoffman, cuyo prematuro fallecimiento antes de acabar la totalidad de sus escenas ha supuesto un problema, pese a que en el montaje final han conseguido por ahora que esto no se note nada (ya se verá qué ocurre con la entrega final). Por su parte, los jóvenes Josh Hutcherson y Liam Hemsworth apenas tienen presencia esta vez.
El público más joven echará de menos la acción, menos presente que en las anteriores, y habría sido más redonda de haberse adaptado el libro en un único film. Estirada demasiado la trama, tras un comienzo prometedor, se estanca por completo durante gran parte del metraje, en el que apenas se aporta nada de interés. Vuelve a remontar ligeramente hacia el final.
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