La Dulzura.
Editorial Almuzara.
Premio Jaén de Novela 2017.
336 páginas.
El escritor Daniel Múgica (San Sebastián, 1967) es uno de los pocos casos de “escritor total” de la actual literatura española. Ha tocado todos los géneros y distancias, y todo con solvencia y llegando en algunos casos hasta la genialidad. En sus 30 años ya de carrera como escritor profesional –debutó con tan solo 21 años en 1988 con la novela En los hilos del títere, y un año después ganó el Premio Ateneo de Sevilla de Novela con Uno se vuelve loco– ha escrito también libros de relatos, novelas infantiles, obras teatrales, artículos periodísticos, ensayo, guiones televisivos y cinematográficos, y hasta ha dirigido series de televisión y largometrajes para la gran pantalla. Hasta también escribe poesía, el género de los géneros, aunque hasta ahora no ha publicado ningún título, pero no tardará en llegar. Es un autor no solo con un estilo muy personal y reconocible, sino que también es un escritor “de raza”, de vocación, que ha entregado su vida a esta pasión tan verdadera como inextinguible que es la literatura.
Múgica tuvo un paréntesis en su carrera que inquietó a sus lectores. En el año 2000 publicó las novelas Malasaña y África en invierno, y a partir de ahí tuvieron que pasar 14 años para que el autor volviese a publicar una nueva novela. Pero ese paréntesis no quiso decir que Daniel hubiera dejado de escribir, y que se convirtiese en un autor maldito. No. En esos 14 años no paró ni un momento de seguir pergeñando nuevos libros, alternando con otras labores como el guion o la dirección cinematográfica.
Así, en 2014, Múgica volvió a primera plana literaria con Bienvenido a la tormenta, una extensa novela que mezclaba el género negro con la ciencia-ficción, y que es una de las obras más solidas y perfectas del autor, y que demostraba que Daniel no solo no había abandonado el oficio, sino que todo este tiempo sin nuevas publicaciones le había servido para mejorar y consolidarse como un autor que domina absolutamente su labor como novelista y como escritor.
La dulzura: la historia de una apasionada búsqueda
Y ahora, cuatro años después, llega a todos los lectores su nueva novela, la novena ya, titulada La dulzura. Una obra que ha resultado ganadora del XXXIII Premio Jaén. La trama se enmarca en los terribles atentados islamistas del inolvidable 11 de marzo en Madrid, donde esa mañana estallaron varios trenes en Atocha y asesinaron casi a 200 personas. Es un asunto duro, muy inquietante, sangrante, desolador y terriblemente triste; pero también del que es necesario hablar mucho y hasta mostrarlo en el terreno de la ficción. El argumento trata de la desaparición de Gadea, una joven atractiva y que padece una enfermedad mental, que esa misma mañana de los atentados iba a viajar en tren desde el centro psiquiátrico a Madrid para encontrarse con su novio Judá, un escritor en crisis. Con la explosión de los trenes, el pánico aparece en el chico como en la familia de ella, y se iniciará una búsqueda desesperada para encontrarla. Pero Gadea no aparece por ninguna parte…
No hay otro escritor más adecuado en el panorama literario español para tratar en una novela el terrible tema del terrorismo. El propio Daniel, en 1996, sufrió en sus propias carnes el asesinato de su tío Fernando Múgica, mítico miembro del Partido Socialista Obrero Español, por parte de la asesina banda terrorista ETA, que tantas desgracias ha causado, y además de manera gratuita. El escritor es, por ello, de las personas más apropiadas para escribir sobre este asunto, y en La dulzura lo hace desde el dolor, sí, pero también desde la ternura, la razón y la reflexión.
Por ello, su nueva novela no deja a nadie indiferente, y ha creado una historia dura y amarga, pero tierna y muy humana, romántica, con muchos toques poéticos que el lector agradece; con una estructura medida y un estilo sencillo y certero, y que engancha desde la primera palabra hasta su última frase, corroborando que Múgica se encuentra en una madurez creativa admirable, al mismo tiempo que nos muestra la nobleza y la bondad que reside en su corazón.
La dulzura es la primera novela de lo que ha llamado el autor Terceto de la infamia. Atentos estaremos a las dos novelas restantes de este proyecto que habla sobre terrorismo. En definitiva, sobre la complejidad de la condición humana.
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