Jonathan Dayton y Valerie Faris, autores de “Pequeña Miss Sunshine”, llevan al cine un hecho real, el partido de tenis entre Billy Jane King y el antiguo campeón Bobby Rigs. Crítica de “La batalla de los sexos”, protagonizada por Emma Stone y Steve Carell.

Emma Stone y Alan Cumming.

No le ha ido del todo bien al matrimonio de realizadores formado por Jonathan Dayton y Valerie Faris, que tras una larga trayectoria ocupándose de vídeos musicales demostró su talento con “Pequeña Miss Sunshine”, de 2006, joya del cine ‘indie’ que tras su proyección en Sundance obtuvo cuatro candidaturas a los Oscar, alzándose al final con los correspondientes a mejor actor de reparto para Alan Arkin, y al guión original para Michael Arndt.

Pese a todo, tardaron cinco años en poner adelante su siguiente proyecto, la interesante pero fallida “Ruby Sparks”, que les ha dejado fuera de juego durante otro lapso de tiempo similar. Ahora, abordan su tercer trabajo en el territorio del mainstream, pues sigue patrones más convencionales, basándose en una historia real que conocerán sobre todo los apasionados del tenis.

“La batalla de los sexos” se estrena en España el viernes, 3 de noviembre de 2017.

Sinopsis de “La batalla de los sexos”, reto en la pista

Elisabeth Shue y Emma Stone.

Reconstruye un famoso partido de tenis que tuvo lugar en 1973. Mientras tiene dudas sobre su sexualidad, Billie Jean King (Emma Stone), por aquel entonces número uno mundial del tenis femenino, lucha por la equiparación de sueldos de sus compañeras con el de los hombres dedicados a esta disciplina. Con otras ases de la raqueta monta Virginia Slims, un campeonato alternativo. Ante esta situación, Bobby Riggs (Steve Carell), ex campeón de tenis con fama de estafador, aquejado de ludopatía, propone dos enfrentamientos entre hombre y mujer en la pista, primero se enfrentará a Margaret Court, otra de las grandes, y después a King.

Los medios de comunicación aprovechan para sacar tajada de lo que denominaron “batalla de los sexos”, que se convirtió en uno de los eventos deportivos más vistos de todos los tiempos, con 90 millones de espectadores en todo el mundo, provocando también un debate social.

Crítica de “La batalla de los sexos”, sí pero no

Dayton & Faris se apoyan siempre en un guionista de altura, en esta ocasión en Simon Beaufoy, autor de “Slumdog Millonaire”, dirigida por Danny Boyle, que iba a ocuparse también de este proyecto, pero que finalmente tuvo que abandonar por problemas de agenda, limitándose a aparecer acreditado como productor. El libreto acierta al centrarse en los elementos feministas de la historia, es decir, en la lucha por la igualdad de derechos, aunque lo hace en un tono más amable que combativo. Todo confirma que los realizadores buscan un público más amplio que en sus trabajos anteriores, por lo que abandonan su estilo ‘indie’. Por suerte, dirigen con gran sentido del ritmo, y aprovechan que tienen más presupuesto que en sus trabajos anteriores, para lograr una convincente ambientación de la época.

Especialistas en dirección de actores, los cineastas consiguen buenos trabajos de Steve Carell y Emma Stone, en la piel de los protagonistas. No obstante, choca un poco que ambos hayan optado por estilos totalmente contrapuestos. Así, el primero, que comparte gran parecido físico con su personaje, opta por un trabajo exagerado, propio de una comedia, que funciona, aunque choca un poco cuando está junto a su compañera de cartel, que se ha decidido por un trabajo realista, y también arriesgado, ya que aparece teñida, con gafas, en suma poco reconocible; se ve que tras ganar el Oscar por “La La Land” apuesta fuerte por no dormirse en los laureles y seguir estando considerada una de las grandes intérpretes actuales, y por salir bien parada en las críticas. Resulta toda una sorpresa la menos conocida Andrea Riseborough, como la peluquera que conquista el corazón de King.

En resumen, queda un film ameno, que con otro enfoque podría haber dado más de sí, pero no del todo desdeñable. Eso sí, al menos tiene un buen final.