
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Emma Stone, Jamie Blackey.
Guión: Woody Allen.
Duración: 96 minutos.
A todos los amantes del cine de Woody Allen les encanta que no falte el estreno de su nueva cinta anual a finales de septiembre, imprescindible costumbre de este director que ya se ha convertido en un clásico que lleva escribiendo, produciendo y dirigiendo cine sin cesar con una disciplina admirable desde 1969, y entregando al público largometrajes siempre interesantes y repletos de un estilo personal lleno de talento, reflexión, profundidad nihilista, trabajos actorales estupendos y un humor ácido y hasta negro.
En su nueva película Irrational man vuelve sobre temas que le preocupan hasta la obsesión como son el de la moral, la culpa, el peso de la conciencia y la interrogación sobre la existencia de un ser superior que condena o aprueba nuestros actos.
De nuevo Allen construye la trama sobre la consecución de un crimen al cual al protagonista le va a servir para mejorar su vida, pero que le traerá consideraciones morales sobre la culpa que complicarán de nuevo su existencia ya tan afectada.
Abe Lucas es un afamado y atractivo profesor universitario de filosofía en plena crisis existencial y nihilista que llega a una universidad de una pequeña ciudad para impartir un curso de verano. Su presencia causa mucha expectación entre las mujeres del campus, y pronto Abe estrechará lazos con una profesora infeliz en su matrimonio y también con su alumna más brillante. A pesar de ello, sólo consigue salir de su depresión cuando encuentra casualmente -y aquí entran los temas del azar y de la suerte por primera vez en la historia, asuntos esenciales de su mundo personal-, un objetivo en su vida, una razón para levantarse cada mañana, una tarde sentado en una cafetería. Detrás de él, en una mesa, hablan cuatro personas. Y una mujer les cuenta apesadumbrada a los otros que el juez que lleva el caso de la custodia de sus hijos va a fallar a favor de su exmarido cuando el tipo ni les quiere ni desea estar con ellos. Al escucharlo, Abe decidirá matar al dicho juez cometiendo así el crimen perfecto ya que él no tiene relación directa con ninguno de los afectados ni con el propio juez. Este objetivo, el erradicar a alguien repugnante de la faz de la tierra, le hará salir de la desolación, y concentrará todos sus esfuerzos en ese crimen.
Tanto Joaquin Phoenix como Emma Stone están estupendos. Él encarna con gracia y soltura a este profesor ansioso y perdido. Probablemte sea lo mejor de esta nueva cinta del genio neoyorquino. Un filme cuyo principal defecto es que recuerda demasiado a otras obras suyas como Delitos y Faltas, El Sueño de Casandra o la maravillosa Match Point. Y es que le falta frescura, novedad a este largo, que comienza con interés pero que se va perdiendo en lo más convencional y trivial.
A pesar de no ser de lo mejor de su extensa filmografía y de estar lejos de obras memorables como Hanna y sus hermanas, Annie Hall o Desmontando a Harry, Irrational man merece verse porque en todas sus cintas, por menor o fallida que sea, siempre hay algo que hace que el espectador no quede indiferente.
Esperamos con ganas ya su nuevo filme el próximo año.