Una peli que es la bomba. Luis Tosar, Javier Gutiérrez y una Elvira Mínguez en plena forma protagonizan “El desconocido”, un thriller que critica las especulaciones y abusos de confianza de los bancos. El cortometrajista Dani de la Torre ha tejido una ópera prima realmente memorable, que ocurre al 99 por ciento en un vehículo.

Cartel de “El desconocido”

Natural de Monforte de Lemos (Lugo), Dani de la Torre ha ejercido hasta ahora como autor de cortometrajes y episodios televisivos. Atención a su nombre, pues a juzgar por su ópera prima en el cine va a dar mucho de que hablar en el futuro. El cineasta ha rodado un thriller trepidante, sin nada que envidiar a las producciones americanas, que además tiene fondo, pues pone en solfa a los directores de sucursales bancarias, un tema de desgraciada actualidad.

Para “El desconocido” ha contado como guionista con Alberto Marini (“Para entrar a vivir”, “Mientras duermes”), que posiblemente ha realizado su mejor trabajo hasta la fecha.

Sinopsis de “El desconocido”, escogí un mal día para llevar a mis niños al cole

Javier Gutiérrez podría optar otra vez al Goya.

Aunque siempre se ocupa su esposa de llevar a sus dos hijos al cole, Carlos, ejecutivo bancario, decide relevarla por un día. Poco después de arrancar, recibe una llamada con número oculto de un desconocido que le anuncia que le ha puesto una bomba bajo el asiento. Si él o los chicos se levantan explotará.

Para evitarlo, deberá transferirle al tipo todo el dinero que tiene en sus cuentas y en el fondo de pensiones de su mujer, y si por alguna razón no lo consigue en poco tiempo, detonará el explosivo mediante un mando a distancia.

Crítica de “El desconocido”, un thriller trepidante

La gran sorpresa del cine español del año

Elvira Mínguez mejor que nunca.

Aunque ha habido algunos (“Tesis”, “El cebo”), no han sido nada frecuentes en la historia del cine español los thriller que vayan ‘in crescendo’ hasta un punto en el que no permita respirar al espectador. Pero “El desconocido” lo consigue, a pesar de que la acción transcurre casi por completo en un coche, no sólo porque los giros del argumento funcionan como un mecanismo de relojería, sino también porque sabe darle humanidad a los personajes, por lo que el espectador está con ellos.

En este último aspecto tienen mucho que ver los trabajos de los actores, pues el siempre eficaz Luis Tosar vuelve a estar a un alto nivel tras el resbalón de “Ma ma”, mientras que Javier Gutiérrez demuestra que el Goya logrado por “La isla mínima” no fue casualidad, y que dejar de circunscribirse a la comedia le ha sentado bien. Por su parte, Fernando Cayo borda al responsable de los cuerpos policiales, y entre todos ellos sobresale Elvira Mínguez, en la mejor interpretación de su carrera, pues su jefe de artificieros refleja la mirada de quien tiene vocación de servicio público y sobrelleva como puede las situaciones más duras. No sólo da gusto verla, sino que se configura como seria candidata al premio de la Academia a la mejor secundaria.

Aprovecha a fondo las localizaciones de A Coruña –recorre la ciudad por entero– con planos secuencias memorables como la llegada de una agente femenina o uno que involucra a dos coches. Cuenta con un montaje de Jorge Coira que contribuye a aumentar la tensión. Pero el principal mérito del director reside en introducir sus reflexiones sobre los ejecutivos de las entidades bancarias sin saña, sin que parezcan moralizantes ni forzadas y totalmente ajenas a la historia. Y aunque arroja claras conclusiones al final, se ha intentado también ofrecer su punto de vista y su lado humano.

¿Se nota que se trata del trabajo de un primerizo? Quizás el desenlace se alarga en demasía, y algunas declaraciones de personajes pueden resultar reiterativas o innecesarias por evidentes. Pero poco sobra, y tiene su disculpa, sin duda estamos ante uno de los grandes títulos patrios del año.