La crisis de los 3 meses es la más famosa de las crisis de crecimiento de los bebés. Descubre por qué se produce y algunos consejos para superarla.
Si has decidido dar el pecho, debes conocer la existencia de las crisis de crecimiento para así no sorprenderte cuando sucedan (porque todos los peques las viven, más tarde o más temprano).
Descubramos juntos la crisis de crecimiento de los 3 meses, también conocidas como crisis de lactancia del tercer mes…
Crisis de crecimiento: ¿qué es?
Como vimos en profundidad en nuestro post sobre crisis de crecimiento y cómo estas afectan a la lactancia materna , estas son épocas donde se producen algunos desajustes entre la oferta y la demanda de leche. Así, el bebé necesita más leche de la que produce la madre y al no recibirla de manera rápida y eficaz, se enfada y comienza a soltar el pecho, llorar, enfadarse e incluso, rechazar la teta.
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Características de la crisis de lactancia de los bebés a los 3 meses
La crisis de lactancia de los 3 meses, la más famosa de las crisis de crecimiento.
Vía: aophotos
La crisis de los 3 meses es la más famosa de las numerosas crisis de lactancia que viven los peques y de hecho, muchas mamás deciden abandonar la lactancia materna debido a la virulencia con la que esta crisis se hace presente, justo en un momento donde la lactancia está bien instaurada y la mamá se siente confiada porque comprende al bebé y puede predecir (medianamente) cada cuánto pedirá el pecho…
Veamos juntos algunas características de la crisis de los 3 meses:
- La madre siente los pechos blandos y puede llegar a pensar que no tiene leche: alrededor de los 3 meses después del parto, el cuerpo comienza a autoregular la producción de leche. Así, en lugar de producir y acumular como hacías hasta el momento, tus pechos comenzarán a producir leche cuando tu peque la pida.
- El bebé se enfada al no encontrar la leche “lista” cuando la solicita: ahora bien, tu cuerpo comienza a preparar la leche en el momento y esta tarda unos minutos en bajar a los pechos, ¿qué sucede entonces? Tu hijo, acostumbrado a tener leche a su disposición al momento, se enfada, soltando el pecho y reclamando leche “al instante”. Tú tienes leche pero tu peque se impacienta porque no quiere esperar.
- El bebé parece más interesado en el mundo exterior que en comer: coge el pecho y lo suelta, mama unos segundos y se distrae… Nada más normal: el bebé está creciendo, su visión ha mejorado y ahora el mundo exterior, más allá de mamá, resulta atractivo y llamativo. ¡Él quiere explorar todo lo que lo rodea y cualquier cosa puede distraerlo!
- El bebé engorda menos que antes: otra característica totalmente normal. A partir de los 3 meses, el crecimiento de los bebés suele disminuir y esto puede generar la ilusión de que el bebé no come lo suficiente y “se queda con hambre”.
Consejos para sobrevivir a la crisis de crecimiento de los 3 meses
Las crisis de crecimiento son sumamente estresantes para las madres, sobre todo la crisis de los 3 meses. Para sobrevivir a ella con la lactancia materna intacta debes tener mucha paciencia y confiar en tu cuerpo. Tu cuerpo es sabio y está preparado para amamantar, ¡no dudes de ti!
Si ves que tu hijo se desconcentra al estar rodeado de estímulos, intenta disminuirlos. ¿Cómo? Amamanta en un lugar cómodo y tranquilo, con luces bajas o a oscuras, en silencio o con música clásica… Si debes dar el pecho en algún lugar público, no dudes en echar mano a un delantal de lactancia para ayudar a tu peque a concentrarse en comer. En caso de no tener mantas de lactancia, siempre puedes optar por cubrirlo con una suave muselina para disminuir los estímulos.
No te dejes vences, si estás convencida en que lo mejor para tu hijo es tomar el pecho, ¡adelante! La crisis de los 3 meses es sólo una etapa que pronto pasará…
Imagen principal: greyerbaby
