Sexting es una moda que realizan personas en todo el mundo; sin embargo su ejercicio supone un gran riesgo para adolescentes y jóvenes quienes al ser inconscientes de las consecuencias no escatiman sus riesgos. En este artículo incluimos recomendaciones para padres de familia a fin de evitar que sus hijos caigan en esta práctica.
¿Qué es el sexting?
El sexting se define como la práctica de compartir, enviar o reenviar imágenes o vídeos con contenido sexual o erótico a través de medios electrónicos como celulares, email y redes sociales, que se ha ido popularizando cada vez más entre los jóvenes, con el uso del Smartphone y las Nuevas Tecnologías de la Información.
En la mayoría de los casos, los contenidos incluyen la grabación de vídeos o sonidos de carácter sexual, fotografías en poses sugerentes, desnudo parcial o total, normalmente dirigidas hacia una persona de confianza, que generalmente resulta ser la pareja amorosa, sexual o algún amigo íntimo. La práctica comienza como un simple juego, sin embargo, en un corto o mediano plazo supone riesgos graves para su creador.
Causas por las que el adolescente práctica sexting
Las razones que llevan a un adolescente a practicar sexting pueden ser muy variadas, pero en ningún caso se trata de algún problema psicológico. La adolescencia supone un periodo de edad en que los jóvenes son más vulnerables a las presiones sociales debido a la gran necesidad que experimentan de ser reconocidos por su grupo de pares y este es un factor clave a la hora de analizar las motivaciones por las que un joven se ve inducido a realizarlo.
Entre las principales causas se encuentran las siguientes:
- Son inconscientes de las consecuencias reales: No son capaces de medir al alcance de sus acciones que en un principio les resultan inofensivas, comportamiento que tiene que ver con la natural falta de percepción del peligro que supone esta edad.
- La excesiva confianza que depositan en el “receptor” : Generalmente el receptor resulta ser una figura significativa para el adolescente, la “pareja” o “el chico/ a” que les gusta” (Cabe destacar que no en todos los casos el receptor es alguien de confianza, sino extraños que el adolescente conoce en redes sociales o chats)
- Coqueteo y exhibición: El coqueteo es más común entre las chicas, quienes lo utilizan para atraer la atención de los chicos que les gustan. En los varones la exhibición de sus cuerpos va encaminada a propiciar un encuentro sexual.
- Por compromiso: En este caso, tanto hombres como mujeres envían fotografías o material erótico en señal de compromiso y confianza hacia su pareja, pero en ningún caso advierten en las consecuencias y el destino final de la información en caso de que la relación se rompa en malos términos.
Formas en que se difunde el sexting
Desde el momento en que el creador del contenido lo comparte pierde el control sobre él y a partir de ese momento la propagación puede darse de distintas maneras:
- Exposición pública: En la mayoría de los casos, los contenidos quedan expuestos en redes sociales sin ningún tipo de restricción o privacidad, lo que ocasiona que cualquier persona pueda tener acceso a ellos de manera fácil y rápida.
- Reacción en cadena: Se da cuando el receptor de la información reenvía el mensaje deliberadamente a otros usuarios, “amigos” o “conocidos” a través del botón “reenviar” por medio de mensajes móviles instantáneos o vía mail a todos los contactos de su cuenta, esto provoca que en cuestión de segundos el contenido pase de una persona a otra como en una cadena difícil de parar.
- Contagio viral: En esta última fase de la propagación, los contenidos han llegado a una gran cantidad de usuarios difícil de especificar. El problema es que Internet es una red virtual mundial, lo que significa que la información probablemente ha llegado a sitios en donde la posibilidad de recuperarlos es casi nula incluso imposible, ya que desde el momento en que la información sale de la PC personal o el móvil se pierde el control absoluto sobre ella.
Lo más grave en la fase viral es que el contenido podría estar circulando en páginas de carácter sexual o incluso en redes de pornografía infantil en donde el adolescente puede volverse presa fácil de riesgos mayores como acoso sexual o extorsión, en manos de personas de malas intenciones tales como pedófilos, pervertidos sexuales o traficantes de blancas.
El sexting puede hacerse público, compartirse, reenviarse o hacerse viral si cae en las manos equivocadas, ya que un contenido que se publica en el Internet no puede borrarse tan fácilmente. Además, también existen los ciberdelincuentes o stalker quienes a través de virus informáticos pueden tener acceso total al contenido de una computadora.
Consecuencias irreversibles al practicar sexting
Las víctimas de sexting generalmente son víctimas de acoso sexual o cyberbullying, además de presentar severos daños en su autoestima, seguridad, confianza y sentimientos de depresión, aislamiento y rechazo.
Desgraciadamente en la mayoría de los casos, son las mujeres las principales víctimas de ex novios que tras una ruptura amorosa deciden propagar el sexting con el afán de desprestigiar o ridiculizar, sin ser conscientes de que esto puede acarrear graves consecuencias psicológicas que pueden marcar de por vida a una persona. Así lo informa un estudio realizado por el Centro de Investigación sobre Delitos contra los niños cuando asegura que “la ruptura de una pareja es la causa más frecuente de casos de sexting distribuidos sin autorización, que llegan a manos de la policía de los Estados Unidos” .
Además de las consecuencias ya descritas, existen otros riesgos aún más graves como lo son: la sextorsión, el grooming y el cyberbulliyng, que pueden inducir a extorsiones, secuestros, tratas de blancas y suicidios.
Sexting en el mundo. Estadísticas
- De acuerdo a un estudio realizado por la Organización Mexicana ASI el 90 % de las personas que envían sexting son mujeres.
- En Estados Unidos el 25 % de las imágenes relacionadas a Pornografía Infantil son originadas por sexting.
- En España según el Estudio sobre Seguridad y Privacidad en el uso de los Servicios Móviles Españoles publicado en 2010 de adolescentes entre 15 y 16 años, el 88 % se toma fotografías, el 48.2 envía a otras personas y 20.8 publica en Internet.
Recomendaciones para padres, maestros y adolescentes, lo que deberían saber sobre sexting
Lo primero que tanto padres, maestros y adolescentes deben saber acerca del sexting es que una vez que una foto o vídeo entra en una red social o llega a manos de terceras personas y éstas comienzan a distribuir la información, será imposible detener su propagación o eliminarlos del Internet.
Los padres no deben prohibir a sus hijos el acceso a Internet, pues solo agravarían el problema, lo más prudente es estar al pendiente del uso del equipo móvil de sus hijos y supervisar los contenidos que comparten en redes sociales.
Es importante recordar al joven que debe evitar producir, reenviar, compartir y fomentar sexting para evitar ser víctima o formar parte de la cadena de propagación.
Los adultos deben aclararle al adolescente que la producción, el uso o la difusión de contenidos de carácter sexual y erótico en donde aparezcan menores de edad es considerado un delito, lo cual puede acarrear consecuencias legales realmente graves, pues podrían ser acusados de difundir material pornográfico.
La legislación mexicana respecto al tema de pornografía
Al respecto, la Legislación Mexicana señala en su artículo 202 del Código Penal Federal que a quién infrinja en delitos contra la intimidad, libertad sexual y pornografía “se le impondrá la pena de siete a doce años de prisión así como una multa de ochocientos a dos mil días multa. Así como el que incluye el apartado por almacenar o comprar dicho material cuya pena va de uno a cinco años de prisión y de cien a quinientos días multa, así como será sujeto a tratamiento psiquiátrico especializado.”
Es responsabilidad de los padres fomentar en sus hijos el respeto a su privacidad, a su intimidad y a sus propios cuerpos, enseñarles límites y decir no cuando se sientan obligados o presionados a realizar algo que ellos no desean. Es su deber protegerlos de los peligros propios de su edad con su apoyo, fortaleciendo su autoestima y amor propio en un ambiente de seguridad y confianza.
Los padres no siempre pueden estar al tanto de los hijos, pero si se fortalecen en ellos valores y principios, éstos serán capaces de tomar las decisiones más acertadas para su futuro y su bienestar. La comunicación y la confianza entre padres e hijos es vital en estos casos.