¿Elijo una lavadora de carga frontal? ¿Me decanto por la de carga superior? ¿Qué debo mirar para comprar una lavadora?
Comprar una lavadora no es fácil, pues se trata de una inversión considerable de dinero a largo plazo, de la que depende que tengamos un aspecto presentable porque llevemos la ropa bien lavada.
Conviene no comprar a lo loco o guiándose únicamente por el precio, sino tener en cuenta diversos elementos, como el tipo de carga, el motor, el ruido, capacidad de carga, eficiencia energética, velocidad de centrifugado, etc.
Recopilamos una serie de consejos a tener en cuenta para comprar una lavadora.
¿Es mejor una lavadora de carga frontal o de carga superior?
Casi todas las marcas cuentan en su catálogo con modelos de carga frontal y de carga superior, si bien las segundas están poco extendidas en algunos países, como por ejemplo España. Ambas tienen pros y contras, por lo que cada uno debe valorar cuál se ajusta mejor a sus necesidades.
Suele resultar más aconsejable decantarse por las lavadoras de carga frontal, por una razón muy sencilla: consiguen idénticos resultados consumiendo menos agua y energía, por lo que a la larga resultan más baratas. Permiten aprovechar mejor el espacio en pisos pequeños, porque encima se puede colocar un armario. Se considera que son las más eficientes, porque tienen mayor capacidad, y los programas de lavado más avanzados. Por otro lado, centrifugan mejor.
Por su parte, las lavadoras de carga superior tienen a su favor sobre todo la comodidad de uso, es decir, que no es necesario agacharse para meter la ropa. Por otro lado, no se corre el riesgo de dejar la puerta abierta, lo que puede resultar un problema en el caso de hogares con niños que tiendan a meterse dentro. Además, su diseño es más compacto y por norma general más atractivo, y suelen ser más baratas.
Otros consejos para comprar una lavadora
Entre los demás puntos a tener en cuenta a la hora de adquirir una lavadora también tiene gran importancia la capacidad de la misma. No es lo mismo comprar una para una persona que viva sola que para una familia numerosa. Si se va a utilizar poco (menos de cuatro veces por semana), en una casa en la que vivan una o dos personas, conviene decantarse por un modelo pequeño, de seis kilos o menos. Para una familia de más de cuatro, donde se vaya a utilizar mucho, es preciso elegir una en la que quepan nueve o más kilos de colada.
Otros puntos de interés:
- Velocidad de centrifugado, medida en revoluciones por minuto. Una lavadora con mayor velocidad de centrifugado sacará la ropa más seca, pero a un coste más elevado.
- Eficiencia energética. Conforme a las estadísticas, la lavadora es el electrodoméstico que más energía consume. Según el etiquetado energético de la Unión Europea, conviene buscar que tenga la etiqueta A, a ser posible A++++, con la que el ahorro puede resultar considerable.
- Programas de lavado. Son ciclos de lavado indicados para necesidades concretas. Los modelos más avanzados incluyen algunos pensados para lana y ropa delicada, o lavados rápidos para emergencias.
- Pantallas de LCD y controles electrónicos. Los aparatos más sofisticados cuentan con paneles electrónicos, en algunas ocasiones táctiles, con los que resulta muy fácil sacarle tajada a todas las prestaciones del aparato.
- Ruido. Puede resultar complicado concentrarse en las tareas y quehaceres domésticos con las lavadoras más ruidosas. Conviene que no supere los 80 decibelios en la fase de centrifugado.
- Marca. Conviene que esté fabricada por una compañía solvente, que ofrezca confianza.
- Garantía. Siempre nos puede tocar una unidad que salga mal, por lo que conviene que la máquina tenga al menos una garantía de dos años.
En suma, no existe una lavadora perfecta, sino que el modelo ideal depende de los gustos y las necesidades de cada uno. La elección del que nos conviene más no debe tomarse a la ligera.