La transmisión del virus del Ébola es muy rápida y se produce por el contacto directo con fluidos corporales, como moco o sangre, y también a través de las lágrimas o la saliva, el vómito y la materia fecal.

Por contacto directo se entiende que estos fluidos deben tocar las mucosas (boca, nariz, ojos, vagina) o las heridas abiertas.

El virus del Ébola, causante de una enfermedad caracterizada por una fiebre hemorrágica muy grave y fulminante, recibe su nombre del río de la República Democrática del Congo en el que se aisló por primera vez.

Cómo se transmite el virus del Ébola

Besando a una persona enferma.
Tocando cualquier cosa sobre la cual haya caído un fluido del enfermo; por ejemplo un móvil, la manija de una puerta o las teclas de un cajero automático. El ébola sobrevive algunas horas fuera del organismo; si se toca la superficie infectada y después las manos entran en contacto con los ojos o la boca, podría producirse el contagio.
Con jeringas usadas en enfermos cuyas agujas no hayan sido desinfectadas correctamente.
Limpiando el cadáver de una persona muerta a causa del ébola. Esta es una de las principales vías de difusión del virus en los países africanos debido a los particulares rituales que se siguen en los funerales.
Manteniendo relaciones sexuales con un enfermo o con una persona que haya tenido ébola. Parecería que el virus permanece activo en el esperma hasta 3 meses después de la curación de la persona.

Cómo no se contagia el ébola

Estando en contacto con personas sin síntomas de la enfermedad, aunque después hayan tenido fiebre hemorrágica.
El ébola solo puede ser transmitido por personas que presenten síntomas de la enfermedad: antes, el virus no está en los fluidos porque no ha alcanzado grandes concentraciones en el organismo.
Viajando en avión con una persona que después haya desarrollado síntomas.
A través de una picadura de mosquito. El ébola solo se difunde entre mamíferos y no hay pruebas de que el virus sea transportado por los insectos, como sucede con la malaria. Hasta hoy solo los hombres, monos, primates y murciélagos pueden transmitir el virus.
A través de la tos o el estornudo. El virus no se transmite por aire, pero existe una remota posibilidad; por ejemplo si el paciente tose o estornuda y esas gotas entran en contacto con las mucosas de otra persona. Es una posibilidad, sobre todo, en los que cuidan a los enfermos. Es por esto que para entrar en contacto con un enfermo hay que usar ropa impermeable que cubra todo el cuerpo (también zapatos), guantes, máscaras y y anteojos.

La peor epidemia del virus del Ébola desde su descubrimiento, en el año 1976, comenzó en abril de 2014. A fines de septiembre la situación empeoró y en octubre apareció en España el primer caso de contagio del ébola fuera de África.